Hay una fábula de Tomás de Iriarte que narra la muerte de dos conejos enzarzados en una discusión acerca de si los perros que los persiguen son galgos o podencos. Quienes en momentos difíciles no saben cual es el orden de prioridades real, suelen acabar de la misma manera si es que frente a ellos tienen a alguien verdaderamente malvado.
Y un caso inequívocamente equivalente es el de Israel y Estados Unidos frente al eje del Mal, comandado por Irán y secundado por todos los extremistas islámicos del mundo. Bueno, más que Estados Unidos, su presidente, Barak Obama.
Se está perdiendo un tiempo vital para poder atajar el gravísimo riesgo del surgimiento de una potencia atómica en el seno del mundo árabe. Se está permitiendo que siga adelante con el desarrollo de su programa nuclear militar confiando en que simples regañinas y castigos van a convencer a unos locos asesinos de cambiar sus malévolas intenciones.
Parte del pueblo americano confía en la protección que les brinda su aislamiento geográfico con respecto a cualquier amenaza exterior. Y siguen adelante con su estúpido apoyo a un estúpido presidente que con una estúpida política exterior ha dejado la imagen de Estados Unidos a la altura del betún, siendo objeto de burla por parte de los paises totalitarios que basan su estabilidad en el sometimiento a capa y espada de sus pueblos. Ya es habitual la imagen de los ahorcamientos en Irán y las noticias de asesinatos legales en Arabia Saudí por motivos religiosos de gentes que llevan a cabo prácticas no ortodoxas del tipo de magia y similares. Los habituales farsantes y estafadores, pero que no por ello merecen la pena tan grave que se les aplica.
Hablan de que un ataque a Irán sólo retrasaría seis meses alcanzar la posesión del arma atómica. Y con eso, ellos mismos dicen sin quererlo que esta va a ser una guerra larga. Porque no sólo se trata de abortar su capacidad de exterminara Israel y al mundo libre, sino de cambiar ese gobierno satánico que domina desde hace treinta y tres años un país como es Irán.
Será una guerra dificil, pero no imposible. Será una guerra que ya tiene su «quinta columna» en Irán, país abrumado por el satánico dominio de esos ayatollahs de negras almas y oscuras intenciones. Una quinta columna que lo tiene muy dificil poder salir a la luz, y que tardará en poder hacerlo. Pero que stá ahí a la espera de que se produzca el milagro que los libere.
Estados Unidos está faltando a su compromiso de defensa del mundo libre. Las deficientes actuaciones de un presidente claramente inferior a cualquiera de todos los habidos desde George Washington han puesto al mundo de rodillas ante la espada del islam. Y algo debe suceder, porque no se puede esperar a un nuevo presidente… amén de todo el tiempo que falta con Obama en el poder, también es preciso un tiempo de aclimatamiento al poder… un presidente no puede acceder al poder y en dos semanas llevar a su país a la guerra. Estamos hablando de un año más. Y para dentro de dos o tres años, Irán tendrá decenas de armas atómicas. Y las utilizará contra Israel. Y luego contra Estados Unidos. Y luego… será el final. Sólo el final del mundo libre, pero para mí y muchos como yo, el final de lo que apreciamos… la vida en libertad y en una sociedad civilizada y desarrollada.
Por más difícil que sea para mi corazón, no puedo más que expresar mi convicción de que llegamos tarde a una guerra que es para el mundo importantísima. Porque la disyuntiva es que o son algunos de sus hijos que puedan caer como consecuencia de daños colaterales que indudablemente habrán, o son todos los nuestros que pasarán a vivir como esclavos de quienes a lo largo de toda la Historia sólo han escrito páginas de maldad, guerra y crímenes, pese a que a muchos cretinos les de por decir que son la cuna de la Civilización, del Conocimiento y del Arte.
Y quienes más tienen que perder son las mujeres.