Separación entre Ec. y Estado: mi opinión personal

Es indudable que este mundo y esta sociedad nuestra se han vuelto un auténtico desastre. Alguien debería «poner orden en la casa», y enseñar de una vez por todas a la gente, a ser mejores: más buenos, más altruistas, más solidarios, etc. Entonces, la solución de muchos problemas llegaría por sí sola.

–

En esta tarea, creo que las religiones tradicionales tendrían mucho que hacer. Pues salvo contadísimas excepciones (como es el caso del Islam, p. e., del que realmente no parece que se pueda esperar gran cosa), la mayoría de las religiones tradicionales procuran enseñar al ser humano a perfeccionarse como individuo. El gran problema surge cuando la religión (que sea) se aproxima demasiado al poder político-estatal. Por eso pienso también que será muy importante conseguir una genuina separación entre Ec. y Estado.

–

Con «Genuina», quiero pedir que:

–

1) Ninguna Ec. o Religión Oficial reciba un solo centavo de las arcas del Estado.

2) Ninguna Ec. o Religión Oficial reciba preferencia sobre otras.

3) Que la jerarquía de ninguna Ec. o Religión tenga autoridad para inmiscuirse en los asuntos de Estado.

4) Que las jerarquías de cualquier Ec. o Religión tengan exactamente los mismos derechos y obligaciones que el resto de los ciudadanos civiles.

5) Que el Estado no tenga autoridad ni poder para inmiscuirse en los asuntos internos de ninguna Ec. o Religión, mientras dichos asuntos internos no impliquen una violación de las leyes vigentes.

–

Así desprovistas de cualquier poder «terrenal», quedaría eliminada de raíz la que ha constituido la mayor tentación y causa de tropiezo de las religiones a lo largo de la Historia. Y simultáneamente, independizados de cualquier manipulación estatal interesada, podrían enseñar lo que consideran ético y moral sin necesidad de doblegarse continuamente a las ambiciones mezquinas de los políticos. Entonces podrían dedicarse a lo que realmente debieron hacer siempre, que es procurar el perfeccionamiento espiritual de la feligresía. El resultado, espero, será beneficioso para todos.