El chiste de la ONU

por jabotito

La vergüenza de Ban Ki Mun

Pilar Rahola

¿Cómo es posible que el hombre que ha organizado un congreso para negar el holocausto de millones de personas, que amenaza a otro país con destruirlo, y que es abiertamente antisemita, tenga la palabra en un foro sobre racismo, el mismo día en que justamente se conmemora la tragedia del holocausto? ¿Es cinismo? ¿Es maldad? ¿Es atontamiento? ¿Es apaciguamiento chamberliano? ¿Es inconsciencia?

Estoy por pensar que ha sido una broma monumental, uno de esos happenings que tanto color pusieron a la adolescencia flower de muchos de nosotros. Es decir, estoy por querer pensar que todo lo que ha ocurrido en Ginebra no ha sido la consecuencia inevitable de una cadena de monumentales irresponsabilidades por parte del alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, sino un inocente desliz, tintado de humor negro. Estoy por querer pensar todo ello, porque no quiero pensar que la ONU se haya convertido en una caricatura tan lamentable de sí misma.

¿Qué diría Eleanor Roosevelt de la ONU actual, ella que tanto luchó por conseguir un organismo que preservara el derecho internacional, y que incluso presidió el comité que redactó la Carta de Derechos Humanos? ¿Qué dirían todos aquellos que, al albur de una nueva era, creyeron que este organismo ayudaría a consolidar la libertad y la democracia en el mundo?

Si ese fue el objetivo, se ha hecho añicos durante décadas de dar voz a dictaduras feroces, demostrar una absoluta incapacidad para defender a las víctimas, e incluso enseñar la patita antisemita. Hace años que la ONU no es la esperanza blanca del derecho internacional, sino el altavoz privilegiado, desde donde sátrapas de cualquier pelaje proclaman sus delirantes ideas. Atrapada en una Asamblea General repleta de dictaduras, sus intentos por parecer neutral no llegan ni a simulacros. A pesar de todo ello, a pesar de haber llegado a tener al mismísimo Gadafi de presidente de la Comisión de Derechos Humanos, y a pesar de otras tantas alegrías parecidas, aún sorprende que se puedan cometer estas irresponsabilidades en una cumbre contra la intolerancia. O es una broma de mal gusto, o sencillamente la ONU ha perdido completamente el rumbo.

¿Cómo se explica, si no, que a una cumbre para luchar contra el racismo y la intolerancia, se invite al presidente de una dictadura fanática, que condena a muerte a homosexuales y a disidentes, que esclaviza a las mujeres, que ha sido señalada por la justicia como responsable del atentado de Amia, en Buenos Aires, que causó la muerte de 85 personas, y que financia grupos terroristas? ¿Cómo es posible que el hombre que ha organizado un congreso para negar el holocausto de millones de personas, que amenaza a otro país con destruirlo, y que es abiertamente antisemita, tenga la palabra en un foro sobre racismo, el mismo día en que justamente se conmemora la tragedia del holocausto? ¿Es cinismo? ¿Es maldad? ¿Es atontamiento?

¿Es apaciguamiento chamberliano? ¿Es inconsciencia? ¿Qué pensaba la ONU que ocurriría si se daba la palabra, en plena Europa, en el mismísimo día del Holocausto, a un islamofascista responsable de los discursos judeófobos más malvados de la actualidad? ¿Qué pensaban los países que acudieron a la cumbre? ¿Que el hombre se portaría bien, plancharía su camisa y su conciencia, hablaría de forma razonable y se volvería un demócrata de toda la vida? ¿Que las mujeres iraníes ya no sufrirían ningún apartheid? ¿Que estaríamos ante el milagro de Fátima, en versión reloj de cuco? ¿Que Ahmadineyad no se llevaría un éxito de propaganda para su casita? ¿Qué pensaba el bueno de Benedicto XVI, dando la bendición a una cumbre donde ideólogos de la intolerancia tendrían altavoz de lujo?

La verdad es que la situación es tan disparatada, que sólo cabe dar la razón a Martin Luther King cuando dijo aquello de que «nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda». En este caso, además, se trata de una estupidez reiterada, porque el primer Durban, en el 2001, ya fue un auténtico festival antisemita, denunciado por muchas organizaciones de derechos humanos, como el Centro Simon Wiesenthal, absolutamente escandalizado por el odio antijudío que pudo respirar en la cumbre. Repetir Durban con los mismos esquemas, y además invitando a algunos de los dictadores más notables del planeta, sólo podía llevar al fracaso de la cumbre y al ridículo de la ONU. Y el fracaso es lo mejor que podía pasar, porque la otra opción habría implicado que se dieran por válidos este tipo de interlocutores, y este tipo de discursos. Es decir, o el ridículo y el fracaso; o el éxito de la intolerancia. Realmente la ONU se ha cubierto de gloria.

Capítulo aparte merece la actitud de España, país que promueve una pomposa alianza de civilizaciones y que está en la cumbre, sin dar muestras de querer abandonarla. En este caso, ninguna sorpresa, porque el Gobierno español participa de la delirante idea de pensar que la alianza entre civilizaciones es una alianza entre gobiernos democráticos y algunas bonitas dictaduras, cuyo carácter islámico les da la pátina multicultural. Es decir, lejos de entender que la civilización islámica está entre las mujeres y hombres musulmanes que luchan por sus derechos, y que ellos son los interlocutores válidos, nuestra Moncloa se dedica a hablar con aquellos que los oprimen. ¿Es eso la civilización? ¿O es la enésima empanada mental del muticulturalismo mal digerido? La misma indigestión que inspiró la vergüenza de Durban, el fracaso de Durban II y el ridículo de la ONU. Así les va a los derechos humanos.

Pilar Rahola

La Vanguardia. Barcelona.

22/04/2009

Reenvia: www.porisrael.org

6 comentarios to “El chiste de la ONU”

  1. lo que goin y gentiles del planeta necesitan para poder seguir eliminandose entre si, es olvidar lo sucedido..

    SOMOS NOSOTROS LOS QUE A LAS GENERACIONES LES ESTAMOS LEGANDO ESTA CONCIENCIA DE HUMANISMO Y RESPETO A LOS DDHH,.
    los occientales no deben muchas cosas entre ellas el lavarse las manos antes de sentarse en la mesa o servirse viandas sobre un mantel…

    el olvido, la memoria debil, es como la maldad y el marketing tipo morabita justificarian otra nueva Shoa…

    qu h´shem guie la mira del tavor de jaboito mi hermanito menor, y la jericoh fs de bajur, y el galil 5.56 de galili mis hermanos mayores…

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  2. Lo que pasa es que el Goin de ahjmadinad se olvido de decirles a los goi que floten en la extratoposfera…
    Que el shen guie el tavor de janoitn, la deserto eagle de galili, el avion kfir de noralicia y el cuchillo comando de bajurtov..

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  3. ha..!! se me olvido..

    y el retrato del Santo de todos los de mi generacion San General Videla.. le prendo una velita siempre que puedo.. gracias a él, mi familia y mis hermanos pudimos escapar a Israel antes que nos procesaran por desa humanidad por alfonsin el 85..

    saludos

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  4. Videla ya te queda chico,Sergia,ahora te gusta Demjanuk

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  5. Bien por Pilar Rahola,Aun que creo que no es tan ignorante.Ban Ki Mun,pues esto hasta un niño podría haberlo intuido.Más bien creo que este personaje,es tan antisemita,y antisionista como lo es Ahmadineyad,y esta era la ocasión perfecta,para que otro expusiera lo que el no se atrevió a decir.En cuanto a Benedicto XVI, De este no se puede esperar otra cosa que lo que hizo,pues ,si ya de jover fue de la juventud Hitleriana,las gente no cambian ha si como así.Ya las tropa de Hitler fueron bendecidas,por Pio XII,¿y por que este tiene que ser distinto?

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