En Eretz Israel Hashlemá
De su vuelta de España,en la que le arrojaron un zapato los kurdos airados ,se encuentra en Turquia el sr.Erdogan con una situación muy complicada.
La prensa turca,y de ello se hace eco hoy todo el mundo «árabe»,publica que el lider de la Oposición en el Parlamento,sr. Bahceli,pide unas elecciones anticipadas para poder hacer «limpieza y cuenta nueva»y,entonces,sacar al pais de la crisis.»Todo el futuro de Turquia está en juego…»y añade»solo queda hacer elecciones ya..»
¿A qué son debidas tales palabras?
Según se dice,los militares(algunos)habrian fraguado una conspiración llamada «Martillo de Forja», construida sobre el siguiente escenario:ellos mismos derribarian un caza de su propio ejército, acusarían a los griegos del hecho y tras colocar unas bombas por las mezquitas,etc…darían un golpe de estado .Justificado ,claro,por los hechos bélicos que se producian.
.Al menos ocho altos oficiales han sido detenidos en Estambul.Hay más,dos almirantes en servicio activo,tres almirantes ,un general y cuatro oficiales en retiro asi como dos coroneles han sido inculpados de pertenecer a organizaciones clandestinas.Son datos de la TV y Agencia Anatolia de ayer.Pero están siendo detenidos o interrogados muchos más oficiales del ejército turco,acusados de complot contra el AKP gubernamental.
Todo este asunto supone el ataque mayor contra el ejército de Turquia hecho por el Gobierno actual.Los militares de este pais,que recordemos,ya derrocaron tres gobiernos desde 1960. son considerados «intocables».En la Agencia Anatolia se comenta que hoy habrá reunión extraordinaria del presidente Gül, el premier Erdogan y el Jefe del estado mayor Basbug.
. En España se escuchan aun las palabras de Zapatero sobre la candidatura de Turquía a entrar en la Unión Europea;el Gobierno español socialista se ha convertido en su principal valedor, al afirmar ZP que la UE necesita a los turcos para lograr la «proyección y el protagonismo estratégico que hoy, en algunos casos, le faltan». Una visión que (con más cordura) no comparten ni el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ni la canciller alemana, Angela Merkel.