La princesita Rania, tan mona y delicada, ha decidido que su librito de cuentos, “The Sandwich Swap” (el intercambio de sandwiches) no sea traducido al hebreo. Esta mujer, presuntamente culta, educada, que ha visto mundo y se le supone cierta amplitud de miras, decide que los niños judios no tengan acceso a su librillo.
Logicamente no podemos llamarla antisemita, merced al veto de la progresia politicamente correcta
Tampoco creo que se pierdan mucho, el cuentecito en cuestion narra la siguiente historia : dos niñas pijas en un colegio privado de alto nivel discuten y pelean por los ingredientes de un puñetero sandwich, una (la pro occidental) lo prefiere de mantequilla de cacahuete y mermelada (joder, lo que comen los estadounidenses) y la otra (la potencial terrorista) lo prefiere de humus.
Cuanto daño ha hecho la ausencia de chorizo en Oriente Medio.
AL final acaban haciendo las paces (justo antes de que la del humus pensase en enviar unos cuantos jihadista a autoinmolarse en los servicios de transporte publico de Tel Aviv siguiendo instrucciones de Teheran) y siendo tan amigüitas como antes, trincandose un bocata de Nocilla enviado por la ONU y con el premio nobel de la paz para esta fulana.
Enternecedor ¿Verdad?
Al parecer, esta joya de la literatura universal, es autobiografica, pues narra la desoladora impresion, que tuvo la pija de Rania, cuando vio a su compañera de clase trincarse un bocadillo de mantequilla de “cacahueses” con mermelada, esto es: gritar Ala Akbar y rebanarle el gaznate
Esta obra, comparable a la Iliada, por su complejidad argumental y recursos literarios debe figurar en un lugar preferente en el ideario de la Alianza de Civilizaciones, y por supuesto en la biblioteca personal de cualquier giliprogre, si la tuvieran
En fin, debe ser muy duro para esta “penca” estar casada con el enano de su marido

Hay que reconocer que la “penca” en cuestion esta para untarla de crema de “cacahueses” con mermelada
Fuente: Libertad Digital