EL TOTALITARISMO ISLÁMICO EN EL CORÁN.

por ramrock

¿Y esa consigna de no “demonizar” al Islam, como si los atentados del 11 de septiembre no hubieran sido realizados en su nombre? ¿No es Ben Laden y sus sahid quienes lo demonizan ofreciendo una imagen de salvajismo e inhumanidad? Arma suprema de los islamo-fundamentalistas, lo islámicamente correcto sitúa como postulado que el ‘verdadero Islam’ no puede ser más que ‘tolerante’ y ‘pacífico’ puesto que el Corán es un ‘texto de paz y amor’. Muhamad Alí, el boxeador Casius Clay, lo proclamó en el homenaje a las víctimas: “el Islam es la paz”. Esta especie de consigna rechaza cualquier análisis argumentado para desentrañar las raíces coránicas y teológicas del islamismo radical, del terrorismo suicida, como “intolerancia racista”. En vez de exorcizar el desviacionismo de los terroristas suicidas se sataniza la crítica. Los atentados se convierten en un acto de propaganda de ¡un Islam limpio de todo pecado! El fanatismo y el oscurantismo islámico justifican por tanto, en el nombre de Dios, la lapidación de las mujeres en Irán, Sudán o Mauritania, el exterminio de los cristianos en Indonesia, la degradación de las mujeres en Afganistán o la liquidación de los blasfemos y los católicos en Pakistán, muestras todas ellas de tolerancia, paz y amor, hasta el punto de que lo coherente sería pedir la aplicación de la sharia en nuestras naciones occidentales. ¿Por qué tanto silencio ante las flagrantes lesiones a los derechos humanos en las naciones islámicas “moderadas”? ¿Es una excepción cultural, una manifestación de una cultura distinta, satanizar el sexo, hasta lapidar a las adúlteras? ¿La no discriminación por razón de sexo es acaso una costumbre occidental? Afganistán, ese “régimen vomitivo” donde la mujer ha de morir sin recibir atención sanitaria, y ¿Arabia Saudí, donde tienen prohibido conducir? ¿Estaba entonces bien aquello de la mujer con la pata quebrada? El imán de Fuengirola publicó un libro recomendando los castigos corporales a la mujer, como, por otra parte, recomienda el Corán. ¿Dónde queda lo del terrorismo doméstico? ¿Alguien se imagina la justa indignación nacional si un párroco católico saliera por donde el imán de Fuengirola? Pues ese señor es quien selecciona a los profesores y profesoras, nunca los sexos juntos, de las clases de musulmán en los colegios de Málaga. La postmodernidad, el estructuralismo y los ‘políticamente correcto’ han acostumbrado a las gentes a esa doble moral, a ese relativismo ético, consecuencia directa del cultural. Al margen de tanto tópico, las razones de la violencia tienen raíces muy profundas en El Corán. Es un texto asequible, de fácil estudio, ¿por qué mantener que el Islam es la paz cuando una de cada dos azoras chorrea sangre?.

MAHOMA, CAUDILLO MILITAR

Mahoma fue al tiempo un líder espiritual y un caudillo militar. Bajo su mandato, los islamitas fueron perseguidos y perseguidores. De forma similar al pueblo hebreo en su éxodo y su toma de posesión de la tierra prometida, los islamitas combatieron y se impusieron sobre sus adversarios por las armas. Ese ambiente bélico, de violencia y propaganda, impregna el Corán.

Exiten sobre Mahoma prolijas biografías en donde se reseñan sus hechos más notables y sus cualidades de estadista, pues en la última etapa de su vida fue básicamente un organizador. Dotó a las tribus de la península arábiga de una férrea unidad y una misión, que se tradujo a las pocas décadas de su muerte en una impresionante expansión por Asia y África del Norte hasta la península ibérica. Mahoma, “el alabado”, nació alrededor del año 580. Huérfano desde joven, casó con la rica Jadicha, que lo doblaba en edad y a quien ayudó en la administración comercial de sus bienes. Del matrimonio nacieron cuatro hijas y varios hijos varones, muertos a corta edad. A Mahoma no le sobrevivió ningún hijo varón de sus quince mujeres, como reseña El Corán. La actual Arabia Saudí era entonces una fragmentada colección de tribus –él pertenecía a los hachemitas, un clan prestigioso, pero de poder reducido-, con religiones politeístas relacionadas con cada clan, con centro religioso y comercial en La Meca, donde se veneraba la Kaaba, una piedra negra a la que se supone un aerolito, rodeada de ídolos de las numerosas divinidades adoradas por los beduinos. Convivían también comunidades de dos religiones monoteístas, la hebrea y la cristiana, y había seguidores de credos asiáticos como el de Zoroastro.

Fue en el año 610 cuando recibió su primera revelación en el monte Hira. Según Tabari, historiador musulmán (839-923), comunicó a su mujer “Oh Kadija, temo volverme loco. ¿Por qué?, preguntó ella. Porque veo en mí los signos de un poseído: cuando camino oigo voces que vienen de cada piedra y de cada colina, y por la noche veo en sueños un ser enorme que se presenta ante mí, un ser cuya cabeza alcanza al cielo y cuyos pies tocan la tierra”. Un lunes se le apareció un ángel de Dios, Gabriel. “Se presentó ante él y le dijo: ¡La bendición sea contigo, oh Mahoma, apóstol de Dios! Mahoma se asustó y se puso de pie pensando que había perdido el juicio. Se dirigió hacia la cumbre para matarse arrojándose desde lo más alto. Pero Gabriel le tomó entre sus alas, de modo que no podía avanzar ni retroceder. Y entonces le dijo: ¡Oh Mahoma, no temas, porque tú eres el profeta de Dios, y yo soy Gabriel, el ángel de Dios!. Mahoma permaneció inmóvil entre las dos alas, y Gabriel continuó: ¡Oh, Mahoma recita: en nombre de tu Señor, que ha creado todo, que ha creado el hombre a partir de un coágulo de sangre!”. Gabriel le entregó la primera sura del Corán, denominada Iqra, el credo musulmán: “La alabanza a Dios, Señor de los mundos. El Clemente, el Misericordioso, Rey del Día del Juicio. A ti adoramos y a ti pedimos ayuda. Condúcenos al camino recto, camino de aquellos a quienes has favorecido, que no son objeto de tu enojo y no son los extraviados”.

“Mahoma descendió de la montaña. Fue invadido de un fuerte temblor y volvió a casa, repitiéndose a sí mismo las palabras del ángel. Estas le daban confianza, pero temblaba con todo el cuerpo debido al temor y al terror que le había inspirado Gabriel. Ya en la casa dijo a su mujer: el mismo que se me había aparecido de lejos se me ha presentado hoy delante. ¿Qué te ha dicho?, le preguntó Jadicha. Me ha dicho: Tú eres el profeta de Dios y yo soy Gabriel, y me ha recitado esta sura. Jadicha, que había leído viejas escrituras y conocía historias de profetas, sabía también el nombre de Gabriel. Mahoma fue dominado acto seguido por un agudo frío, inclinó la cabeza y dijo a su mujer: ¡Cúbreme, cúbreme!. Ella le cubrió con un manto, y él se durmió”[1].

El Corán prácticamente no da detalles de las revelaciones de Mahoma, luego enriquecidas literariamente por sus seguidores. Con frecuencia se trataba de locuciones intelectuales difíciles de determinar, acompañadas por fenómenos físicos descritos por la tradición: palidecía, su frente se llenaba de sudor y entraba en un estado de semiinconsciencia. A veces caía en tierra, como fulminado de una irrupción que no se juzgaría natural. “Para Teófano todos estos síntomas no eran más que el reflejo externo de un ataque de epilepsia”[2]. “Quienes consideran los hechos desde fuera de la tradición musulmana mantienen, como es de esperar, una postura escéptica sobre el origen último de las iluminaciones experimentadas por Mahoma. Ha habido autores que las han atribuido a un psiquismo patológico, pero de gran brillantez y originalidad. Otros han hablado de alucinaciones, mientras que algunos piensan que estamos ante una mente que no consigue siempre distinguir entre lo imaginario y lo real”[3]. En cualquier caso, Mahoma siempre creyó con gran fuerza en su misión y en la veracidad de los mensajes.

En un primer momento, “no quiere crear una nueva religión”[4], sino lanzar un mensaje monoteísta, llamando a pedir perdón por los pecados mediante letanías cristianohebreas, denunciando algunas prácticas aberrantes como el asesinato de niñas recién nacidas. Todo ello para volver a la antigua pureza del hombre piadoso o hánif, cuyo primer representante es el profeta Abraham. Los primeros seguidores en su círculo familiar pronto fueron objeto de amenazas, ridiculizaciones y persecuciones. Mahoma llegó a temer por su vida, volviéndose a la intercesión de algunos ídolos, de lo que pronto se arrepintió, no volviéndose a separar del monoteísmo. La muerte de su esposa y de su protector Abu Talib, le sumió en una situación de desaliento de la que salió tras “la visión del viaje nocturno”, que la tradición musulmana sitúa en Jerusalén.

En medio del fracaso de su predicación, fue reclamado por los habitantes de Medina “para que fuese a vivir entre ellos como árbitro supremo de las tribus de Aws y Jazrach, divididas por viejas rivalidades que dos años antes habían conducido a la guerra”[5]. Su posición monoteísta le hacía también un interlocutor respecto a importantes clanes judíos como los Banu Qurayza, Qaynuqa y Nadir. Esto marca un cambio radical en Mahoma, de predicador religioso a figura política. Según Vernet, “Mahoma, que hasta entonces jamás había pensado que su doctrina pudiera teñirse de un matiz político cualquiera, cambió de opinión ante la contumacia de sus compatriotas”. La huida o hégira de La Meca, con alrededor de ciento cincuenta seguidores, a Madinat al-nabí (la ciudad del profeta) se produjo el 16 de julio del año 622, donde se sitúa el origen del calendario musulmán.

La introducción en la política de Mahoma dio un giro importante en su mensaje y en sus revelaciones, pues estas no sólo se refieren a aspectos religiosos sino también a la justificación de las decisiones como dirigente político y como jefe militar. Primero sigue una estrategia conciliadora. Fue aceptado por las diversas facciones, aunque con reservas por los que denominará hipócritas. Buscó el acercamiento a los judíos. Para ello situó como día de ayuno de sus seguidores el mismo que el del yom kippur o de la purificación hebraico y prescribió la orientación en las oraciones hacia Jerusalén, aunque mantuvo la oración pública el viernes. Pero entraron en una intensa polémica. Mahoma siempre tuvo un conocimiento de segunda mano de la Biblia y no fue aceptado como profeta. La disputa derivó en un odium theologicum, una de las formas históricamente más intensas de repulsa.

Mahoma culpó a los judíos de haber suprimido fragmentos de las escrituras y haber añadido otros. Por otra parte, esta serie de diálogos habían dado lugar a formas sincretistas de religiosidad. Procedió a incrementar la diferenciación y a reforzar su poder. En el plano religioso tomó decisiones fundamentales. Intensificó el carácter nacional de su mensaje. político. Sustituye el ayuno de la asurá (yom kippur) por el del mes de ramadán. Las oraciones pasaron a orientarse hacia La Meca, considerada ciudad sagrada, cuyo santuario –supuestamente fundado por Abraham y su hijo Ismael- debía ser purificado de los dioses idólatras, pero había de ser objeto de peregrinación de los musulmanes. Rompió, de esa forma, uno de los motivos de oposición a su mensaje, pues los comerciantes de La Meca veían en peligro su influencia y su fuente de ingresos. Al tiempo marcó un objetivo político: la comunidad de creyentes o umma pasa a ser ejército. Mahoma se presentó desde entonces como el último Profeta, tras Moisés y Jesús, y al tiempo resaltó una relación directa con Abraham, que no fue “ni idólatra, ni judío, ni cristiano”.


LA VERDAD SE JUSTIFICA POR LA GUERRA

“La guerra –según explica Julio Vernet- constituía el ideal supremo de Mahoma, puesto que con ella iba a infligir a los incrédulos mequíes, por propia mano, el tormento con que reiteradamente les había amenazado”[6]. Sin embargo, “sus partidarios se mostraban reacios a admitir la predicación por medio de la espada” pues representaba “luchar contra hermanos”. Mahoma reforzó su poder personal, haciéndose jurar fidelidad, y el providencialismo. La desobediencia a sus mandatos lo es al propio Alà. Así en la azora II 212 señala “se os prescribe el combate, aunque os sea odioso”[7]. Primero sus seguidores desarrollan operaciones de estricto pillaje poniendo en riesgo el comercio de La Meca. Una operación de castigo fue enfrentada por Mahoma consiguiendo la victoria de Badr, cuyo botín mejoró la posición de los musulmanes hasta entonces dependientes de la generosidad de los habitantes de Medina. “El alabado” presentó el éxito militar como una prueba del poder y la supremacía de Alá. Tras ello pasó a eliminar disidencias atacando a los hipócritas y a los clanes judíos. Al año siguiente, contra otro ejército superior en número, sufrió la derrota de Ohod. Desde el creciente providencialismo, la interpretación se establece en una prueba de Dios, que premia a los constantes, en términos de triunfo y aniquilación[8]. “Estos días los hacemos suceder entre los hombres, a fin de que Dios sepa quiénes creen y escoja, entre vosotros, testigos -¡Dios no ama a los injustos!-, con el fin de probar a Dios a quienes creen y aniquilar a los infieles”. Esta derrota dio alas a los descontentos en Medina, pero Mahoma cortó la rebelión –expulsando a los judíos- e intensificó las medidas diferenciadoras de sus seguidores estableciendo barreras de comunicación con otras comunidades: prohibió la bebida y el juego.

Como jefe político y militar demostró una voluntad de poder y de dominio que no existía en sus adversarios, dispersos y divididos. Los comerciantes de La Meca se mostraron a favor de terminar con una guerra que sólo les causaba perjuicios. Además, el giro nacionalista de Mahoma les permitía mantener su posición. Tuvo, sin embargo, que vencer en la batalla de Hunayn para ser el señor de la Arabia central, pero no consiguió dominar la norte al ser derrotado en Muta. En esta etapa, cuando empezó a vislumbrar el triunfo, intensificó los elementos teocráticos, y estableció la imposibilidad de pactos salvo entre iguales, o sea entre los creyentes, mientras que los miembros de las religiones del libro –judíos y musulmanes- podían ser tolerados en situación de inferioridad con impuestos especiales.

En el año 10 tras la hégira hizo la peregrinación solemne a La Meca, presentándose al tiempo como el profeta de una nueva religión para los árabes y “como restaurador de la religión de Abraham”[9]. En el año 11 diversas tribús se sublevaron afirmando contar entre sus miembros a nuevos profetas. Preparando la campaña de castigo murió Mahoma de fiebres el 8 de junio de 632.

El lenguaje bélico de El Corán es de inusitada violencia, establecida como voluntad de Alá. “Yo estoy con vosotros. ¡Consolidad en sus puestos a quienes creen! Arrojaré el pánico en el corazón de quienes no creen! ¡Golpeadlos encima del cuello! ¡Golpeadlos en la yema de los dedos!”[10]. Hay un ensañamiento genocida: “No es propio de un Profeta tener prisioneros hasta que haya encubierto la tierra con los cadáveres de los incrédulos” [11]. Hay con frecuencia una exaltación de la venganza y escasos sentimientos humanitarios como cuando exclama “¡Dios los mate!” con referencia explícita a los judíos y los cristianos[12]. “¡Profeta! ¡Combate a los infieles y a los hipócritas! ¡Sé duro con ellos”[13]. Todo en una ambientación de subido tono providencialista: “si cesáis en la lucha, será mejor para vosotros; si la reanudamos, la reanudaremos; no os servirá de nada vuestro número aunque sea grande: Dios está con los creyentes” [14].

EL EXTERMINIO O LA CONVERSIÓN UNIVERSALES

El Antiguo Testamento está lleno también de batallas y de intervenciones bélicas providencialistas con exterminio como contra los moabitas. Hay una diferencia en esa violencia divinal –execrable en cualquiera de los casos-, pues en el caso hebreo está relacionada con la tierra, con una promesa, restringida a un territorio, y como preservación del pueblo elegido, pero en el caso de Mahoma está relacionada con la fe. Apenas si contempla otra forma de conversión que a través de la imposición violenta y se trata de un designio universal: “¡Combatid a quienes no creen en Dios ni en el último Día ni prohiben lo que Dios y su enviado prohiben, a quienes no practican la religión de la verdad entre aquellos a quienes fue dado el Libro! Combatidlos hasta que paguen la capitación personalmente y ellos estén humillados”[15]. “No hay ciudad a la que nosotros no aniquilemos o atormentemos con terrible tormento antes del día de la Resurrección. Eso está en el Libro, escrito” [16]. La santificación de la guerra, en el sentido comúnmente entendido, es un estado permanente.

¿Sobre qué sustenta Mahoma la autoridad de su posición religiosa? Sobre la violencia. La suya es una teología de la guerra: es ésta la que justifica en sí el mensaje y es, a la vez, lo fundamental de él. Alá es grande y Mahoma su profeta, porque dan la victoria final sobre los incrédulos. Al contrario que los profetas anteriores, en cuya estela se sitúa como culminador, Mahoma no hizo milagros. De alguna manera asume los de sus predecesores, pero en su caso las pruebas de la fe son la espada y el libro.

AUTORITARISMO EXTREMO

Por supuesto el argumento fundamental es que se trata de una verdad revelada. El principio de la existencia de una revelación se acompaña con frecuencia del criterio de que esa verdad es manifiesta, de manera que la ausencia de reconocimiento –la falta de fe, la incredulidad- constituye un pecado, una perversión, un yerro moral que con frecuencia es consecuencia de una depravación de la conducta. A esa cuestión apunta la diferencia establecida por San Pablo entre el hombre viejo y el hombre nuevo, o la aseveración de que el hombre carnal no puede conocer las verdades divinas. La consideración de la incredulidad como una especie de ataque al contenido de la fe es habitual en las religiones, pues se considera que pone en cuestión el carácter manifiesto, obvio, de la verdad en sí. Este argumento ha llevado con frecuencia a fórmulas autoritarias por las que se trata de someter al incrédulo o de eliminarlo, considerando que la unidad en la creencia confirma su veracidad. Ese fue uno de los resortes con los que funcionó durante siglos la Inquisición de la Iglesia católica o en nombre del que se llevaron a cabo las guerras de religión europeas en los siglos XVI y XVII. También ha sido el principio de persecución de los disidentes en los países comunistas, considerando, por ejemplo, que quienes rechazaban el marxismo eran dementes, pues su verdad era manifiesta, una forma de revelación secular, y aún de mayor fuerza que las de las religiones, pues se trataba de una verdad científica.

Sin embargo, a título de ejemplo, la apologética cristiana establece tres pruebas en su favor, a modo de principios de contrastación: milagros, profecías y belleza moral del mensaje. Los milagros, como suspensiones momentáneas de las leyes de la naturaleza, manifiestan el poder divino y respaldan la revelación. Son observados por testigos. En el mismo sentido funciona el cumplimiento de profecías, de augurios establecidos sobre sucesos futuros. Estas pruebas, incluida la belleza moral del mensaje, buscan una armonización entre fe y razón. No resultan concluyentes para quien no tiene fe, pero implican, en su misma enumeración, un respeto a la autonomía de la racionalidad, un principio de tolerancia. Por supuesto, esa tolerancia se ha roto con frecuencia a lo largo de los siglos, pero el cristianismo, por muy diversas, curiosas y extravagantes que sean las costumbres de sus diversas corrientes y sectas, ha demostrado ser compatible con la tolerancia.

TEOCRACIA ABSOLUTA, SIN DIFERENCIA ENTRE FE Y RAZÓN

Esa diferencia entre fe y razón no existe en el texto canónico islámico. Aunque El Corán abunda en dicotomías excluyentes, sin zonas intermedias de neutralidad, casi todas ellas se basan precisamente en el hecho de que la única razón posible es la fe. De forma poética y algo elíptica el arabista francés Louis Massignon decía que al judaísmo le caracteriza la esperanza, al cristianismo la caridad y al islamismo la fe. La fe lo es todo. Entendida como obediencia. De hecho, no hay humanidad fuera de la fe. El no musulmán no pertenece a la especie humana. “La idolatría es peor que el homicidio”[17]. “Matadlos hasta que la idolatría no exista y esté en su lugar la religión de Dios”[18]. La apologética de Mahoma se basa en la violencia y en la belleza del Corán. Es una religión cuya coherencia es un autoritarismo circular, no deja resquicio para la tolerancia. Ibn Warraq describe bien este blindaje hacia la crítica que fundamente el totalitarismo islámico: “La verdad ha sido revelada de una vez por todas, imposible discutirla, relativizarla o incluso reflexionar sobre ella. El Corán se pretende eterno. Cada uno debe obedecer con cuerpo y alma, pues por el contrario las sanciones serán terribles. En estas condiciones, intentad exponer la menor ironía, el menor espíritu crítico, la menor puesta en duda de orden histórico o filológico…”[19].

Mahoma y el Corán rechazan cualquier contrastación. Por de pronto rechazan, contra la evidencia, cualquier historicidad. El libro santo del Islam no es obra de Mahoma, sino recopilación posterior. Está formado por ciento catorce azoras o capítulos, dividido en aleyas rimadas o versículos. Los capítulos están ordenados de mayor a menor número de aleyas, sin orden cronológico. En vida de Mahoma los comentarios de sus revelaciones eran aprendidos de memoria por sus seguidores. Con el tiempo, la muerte de estos recitadores hizo ver la conveniencia de poner por escrito esos pensamientos. Esa labor fue encargada por el siguiente califa, Abu Bakr a Zayd b. Tabit. Se trata, pues de una recopilación. En ese sentido resulta acumulativa. Incluso resulta piadoso el comentario de que “hay en el libro mucha palabra superflua, así como innumerables reiteraciones”[20]. La historia de Moisés está contada más de cincuenta veces, sin variaciones resaltables. La de Noé, veinticinco. Y eso sucede con numerosos sucesos del antiguo y del nuevo testamento. La eliminación de las reiteraciones reduciría de manera sensible el Corán. La regulación de la vida de los musulmanes es incoada, pero sobre todo se encuentra en los hadiz o dichos, por los que mediante la fórmula alguien dijo que había escuchado al Profeta se concreta un contenido que en el Corán es vago. De hecho, la sharia, el código penal islámico, principal reivindicación integrista, vigente en numerosos países, no se encuentra en el Corán sino en tales comentarios recopilados por generaciones posteriores.

LA TOLERANCIA, EL PEOR PECADO

La tradición musulmana con base en el propio Corán ha deificado el libro situándolo como la copia del que se encuentra en el paraíso. Es decir, mientras judaísmo y cristianismo consideran sus libros inspirados, a través de autores humanos, causas segundas, la autoría del Corán se establece directamente divina. Con estos precedentes, es de todo punto lógico que el texto coránico resulte obsesivo respecto a la incredulidad. Como si se sintiera amenazado sobre bases débiles, toda disidencia pone en riesgo a la verdad manifiesta y al edificio de los creyentes. Ese sentido de la verdad manifiesta, sólo negable por una depravación moral, está llevada hasta el extremo: “Las peores bestias, ante Dios, son los infieles”[21]. Negada la racionalidad de los discrepantes, la verdad resulta incuestionable. Conviene precisar que, según ese esquema, los preceptos morales islámicos quedan reducidos a los límites de los creyentes. Por ejemplo, por supuesto la vida es sagrada, como en las otras religiones monoteístas. Así: “no mataréis a una persona si no es como justicia. Dios os lo ha prohibido”[22], pero bien entendido que sólo es persona el creyente y sólo hay vida en la fe.

El Corán muestra una constante obsesión de Mahoma por no ser creído, e incluso un intenso resquemor por ser ridiculizado. En estos puntos es muy explícito. Son frecuentes las referencias a quienes le acusan de hacerse eco “de leyendas de los antiguos” o de “haber recibido la revelación de un mortal”. Esa obsesión va pareja al odio contra los incrédulos y un insano deseo de venganza. Las referencias ofrecen, de esa forma, verosimilitud al mensaje de cara a los creyentes, pues resultan la explicitación de una conjura o de una mentalidad conspirativa. Esto es frecuente en la idea de la verdad manifiesta, pues la increencia es el fruto de una maldad congénita. Quienes no creen no son, en ningún caso, neutrales, sino que se oponen a la fe y conspiran contra ella. La justificación de la fe en Mahoma es la guerra, la eliminación del infiel o el impío, pues sólo de esa forma puede ponerse fin a tal conspiración. Si todos creen, la verdad es, en sentido pleno, manifiesta. La ausencia de todo disidente es, de hecho, la parusía islámica, cumplida por el Madihd, personaje que vendrá al final de los tiempos, y que algunos musulmanes especulan con que será Jesús, conjuntando de esa forma la profecía evangélica del segundo advenimiento.

Conviene precisar que tal grado de autoritarismo se compagina con una teología sencilla de cuerpo doctrinal escaso. La unicidad de Dios es prácticamente el único dogma. Es una reafirmación del monoteísmo hebraico. No hay novedad, ni creatividad religiosa, tampoco en las postrimerías, bien explícitas en el cristianismo, salvo en la descripción de un paraíso sensual, con jardines recorridos por ríos subterráneos, donde son lícitos algunos placeres prohibidos en la tierra, como licores que no embriagan, y donde hay mujeres de ojos rasgados, vírgenes, no tocadas por hombres ni demonio. En el Corán en sí no queda claro si las mujeres se salvan, pues las huríes parecen fruto de una creación ulterior no bien explicada.

Aunque los politeístas son blanco de las iras, y si bien el Corán ni contempla ni se plantea la increencia agnóstica o el ateísmo, el pecado mayor es la apostasía. Lógico desde el autoritarismo extremo de la verdad manifiesta en el que se sitúa Mahoma. No tanto, como suelen decir algunos de sus seguidores, porque rompa la fortaleza interna (la solidaridad se diría ahora) de la umma, sino porque rechaza la verdad. Ésta es tan manifiesta que después de haberse sostenido el daño producido por la negación sólo puede resolverse con la muerte. Aunque para cualquiera de los impíos (la impiedad es sinónimo de incredulidad) las penas del infierno serán dolorosas, la apostasía ha de ser perseguida con preferencia mediante el ajusticiamiento o asesinato del apóstata. Algunos escritores e intelectuales de naciones musulmanas conocen bien los efectos prácticos de este designio en nuestros días. Ese fue el sentido de la fatwa contra Salman Rhusdie o la persecución de la escritora pakistaní Taslima Nasrin. Como resalta Ibn Warraq, “el problema de la ley divina es que excluye toda aproximación serena y racional. Donde la sharia encuentra su aplicación, sea donde sea, dos grupos son sistemáticamente las víctimas: las mujeres y los no musulmanes. Estos últimos son considerados como inferiores y los apóstatas merecedores de la muerte”[23].

La idea de tolerancia es por completo extraña al Corán. Es, de hecho, su negación. Un pecado. “No hay tolerancia islámica: cuando el Islam ha crecido lo ha hecho a través de la espada, destruyendo la cristiandad en Oriente o la cultura persa secular, no dejando del pasado otra cosa que ruinas”. Ese es el sentido de la destrucción de los Budas de Bamiyan por la tiranía talibán. ¿No hay tolerancia, como se repite en abundancia, hacia las religiones del Libro, hacia judíos y cristianos? No, salvo que se entienda por tal la obligación de llevar vestimentas distintas, de pagar impuestos especiales y de no poder tener bajo su mando a musulmanes. Esas medidas tratan de resaltar la superioridad del creyente y forzar la conversión, pero en cualquier caso están justificadas porque la verdad es manifiesta, y por ende los infieles han de ser infelices y tener un status inferior.

Mahoma trata más de vencer que de convencer. La suya es una teología de la guerra. Pues la verdad es manifiesta, debe imponerse. Pues la verdad es manifiesta, la existencia de una sola persona que la niegue representa la negación absoluta de su contenido. La eliminación de los infieles por los creyentes está presente de continuo en el Corán. La venganza es una virtud, de la que participa Dios: “Han considerado falsa la verdad cuando ésta les ha venido; les vendrán noticias de lo que se han burlado. ¿No han visto a cuántas generaciones hemos aniquilado antes que a ellos?”[24]. La tolerancia contradice el principio musulmán y su finalidad.

La argumentación, en ese sentido, es circular, cerrada. El Corán no acepta la crítica, porque niega la posibilidad de yerro, incluso cuando cae en contradicción. Contradicciones prácticas como el cambio de la alquibla cuando de la orientación hacia Jerusalén se pasó a La Meca. La explicación es meramente voluntarista y se remite a Dios: “Dirán los insensatos: ¿Qué les hizo girarse respecto de su alquibla, aquella que tenían? Responde: Oriente y Occidente pertenecen a Dios; Él guía a quien quiere hacia el buen camino (…) Fue grande la perplejidad excepto para aquellos a quienes Dios guía, pues Él no os haría perder vuestra fe”[25]. Las contradicciones entre las propias aleyas del Corán es resuelta mediante la ley del abrogante y el abrogado, de forma que la última aleya tiene validez sobre la anterior. Hay una contradicción esencial. En principio Mahoma predica una religión nacional para un pueblo elegido, los árabes. Como señala V.S. Naipaul, premio nobel de Literatura 2001, “en sus orígenes, el islam es una religión árabe. Cualquiera no árabe que sea musulmán es un converso. El islam no es simplemente una cuestión de conciencia o de creencias, pues tiene exigencias imperiales. Cambia la visión del mundo del converso. Sus lugares sagrados están en tierras árabes; su lengua sagrada es el árabe. La idea sobre la historia cambia también para el converso. Rechaza la suya, y le guste o no, pasa a formar parte de la historia árabe. Las sociedades experimentan un enorme trastorno, que puede seguir sin resolverse incluso al cabo de mil años; la separación tiene que renovarse una y otra vez. Las personas construyen fantasías sobre quiénes y qué son, y en el islam de los países conversos existe un elemento de neurosis y nihilismo. Estos países pueden entrar en ebullición fácilmente”[26]. Y, sin embargo, esta esencia árabe se hace compatible con el principio universalista de los hanif, los hijos de Abraham, por el que todos los seres humanos nacen musulmanes, pero son luego educados como infieles. Esto, en el fondo, implica un principio larvado de apostasía y justifica el designio de dominio completo.

LA GUERRA ES SANTA

La jihad no es contemplada como un esfuerzo o en el sentido de la ascesis cristiana de perfeccionamiento interior, sino en el bélico, tal como se entiende comúnmente. La financiación de la guerra está bendecida. La muerte en ella es premiada con el acceso al paraíso. Hay, sin embargo, apuntes en la dirección de contemplar, al menos como posibilidad, una coexistencia pacífica, entre comunidades, no dentro de la musulmana, que situaría la jihad en términos de respuesta a agresión externa, caso en el que concurrir a la guerra santa es una obligación para todos los varones. La idea de concordia se encuentra en la azora 60: “Es posible que Dios establezca la concordia entre vosotros y quienes son vuestros enemigos. Dios es poderoso, Dios es indulgente, misericordioso. Dios no os ha prohibido el ser buenos y equitativos con quienes no os han combatido ni os han expulsado de vuestras casas por causa de la religión. Dios ama a los equitativos. Dios sólo os ha prohibido, respecto de quienes os combatieron en la religión, os expulsaron de vuestras casas y cooperaron en vuestra expulsión, que los toméis por amigos. Quienes los tomen por tales, éstos son los injustos”. En algunos momentos se anima a la predicación –“Llama a la senda de tu Señor con la sabiduría y la bella exhortación. Discútelos con aquello que es más hermoso”-, pero siempre desde la preeminencia del Islam y sin descartar nunca la guerra y la violencia como el camino de ganar adeptos: “Cuando llegue el auxilio de Dios y la victoria y veas entrar a las gentes, a bandadas, en la religión de Dios, entona el loor de tu Señor y pídele perdón. Él es remisorio”[27].

La negación de toda discrepancia sitúa al islamismo originario, desde su texto canónico, en un fanatismo estricto. Entonces, ¿en dónde sostener ese mito de la tolerancia islámica? Hay de nuevo que referirse al choque de tiempos. El estatuto de dinim, el impuesto de capitación de judíos y cristianos, podía ser comprensible, y aún avanzado, en los siglos primeros de la Edad Media. En la España cristiana los judíos venían obligados a pagar un impuesto por persona y en algunos lugares uno recordatorio de las treinta monedas cobradas por Judas a cambio de su traición. Pero no puede hablarse en términos de tolerancia, tal y como la concebimos desde la Ilustración hasta nuestros días. Como recuerda el historiador César Vidal[28], la principal fuente de ingresos de los Omeyas de Córdoba, tenidos por el sumum de la tolerancia, era la trata de esclavos. En las conquistas nunca se respetaron, como hemos visto recordar a Naipaul, las culturas anteriores. Por el contrario, Amin Maalouf recuerda la impresión de fanáticos que dejaron los cruzados. Por ejemplo, en la toma de Jerusalén en la primera cruzada reseña la escena narrada por comentaristas musulmanes: “es cierto que los caballeros de Occidente son famosos por su bravura, pero su comportamiento ante los muros de Jerusalén es algo desconcertante a ojos de un militar avezado. Iftijar espera verlos construir, nada más llegar, torres móviles y diversos instrumentos de asedio, y cavar trincheras para precaverse de las salidas de la guarnición. Sin embargo, lejos de dedicarse a estos preparativos, han empezado por organizar en torno a los muros una procesión encabezada por sacerdotes que rezan y cantan a voz en grito, antes de lanzarse como posesos al asalto de las murallas sin disponer de la menor escala. Por más que al-Afdal le ha explicado que estos frany querían apoderarse de la ciudad por razones religiosas, un fanatismo tan ciego lo sorprende”[29].

Desde entonces, sin embargo, han cambiado poco las cosas en el Islam. Como apunta el filósofo Javier Hernández Pacheco, no hay en el islamismo un proceso similar a la Ilustración: “Hay en el Islam múltiples valores religiosos y humanos que se podrían incorporar a una comprensión compartida del mundo tan pronto el oriente islámico realice históricamente la depuración humanista de su ideal religioso. Eso fue para Occidente la Ilustración, desde la que el atentado terrorista es un horror incomprensible, mientras que es pura lógica para una comprensión religiosa que tiene esa Ilustración todavía pendiente”[30]. La cuestión no es transferir la voluntad de cambio, sino interrogarse y buscar explicaciones para el inmovilismo. La proscripción de todo debate, la exigencia de “sumisión” no favorece, podría decirse que imposibilita, la evolución en el mensaje, anquilosado en el tiempo. El Corán no es un libro para meditar, sino para recitar. No se reflexiona sobre él, se memoriza. Hay por supuesto escuelas y tendencias diversas, como los sunníes y los chíies. O la extinguida tendencia jarachí, que sólo concede validez al Corán, negándoselas a los hadiz. Los sufíes, llamados así por las gruesas chaquetas de lana que vestían, desarrollaron una tendencia mística y espiritual, a la búsqueda de un trato personal con Dios, en una religión en que la unicidad de Alá tiende a situarlo como una abstracción. La tendencia sufí ha sido prácticamente sofocada. Es hoy en día cuestión literaria occidental, más que realidad musulmana. Averroes, el racionalista aristotélico, de tanta influencia en el cristianismo medieval, cuyos Comentarios dominaron por siglos la Sorbona y fundamentaron la escolástica, es considerado un simple hereje.

El Corán tiene un contenido consuetudinario, relacionado con el contexto de la época. La esclavitud o la poligamia podrían ser interpretadas como meros criterios de tolerancia a instituciones preexistentes, pero tal criterio, sostenido por algunos autores musulmanes, no se tiene en cuenta, porque el texto coránico pretende ser asumido por completo sin evolución posible. Las interpretaciones alegóricas o analógicas, tan fundamentales en la teología cristiana, son consideradas heréticas, y han sido condenadas por sistema por la universidad de Al Azhar. La falta de una autoridad central ha tenido, en ese sentido, un efecto perverso pues cualquier grupo o ulema se ha sentido con capacidad en las últimas décadas para emitir fatwas con declaraciones de kafir o impío, reclamación directa al asesinato. Fue el caso del intelectual egipcio Farag Foda por oponerse a la imposición de la sharia[31], o de Nasr Abu Zeid, profesor universitario que se vio obligado a refugiarse en Europa cuando fue “divorciado” por un tribunal, pues un “apóstata” no podía seguir casado con una musulmana. O del premio Nobel de Literatura, Naguib Mahfuz, apuñalado, tras numerosas amenazas, por considerar sus novelas indecentes.

El fundamentalismo está seriamente instalado en el Corán. La insistencia en la verdad manifiesta y la justificación de la violencia abren un riesgo permanente de intensificar el rigorismo de la ortodoxia y emprender el camino de las armas, o a través del terrorismo o de la guerra. La idea integrista de que “el Islam es un sistema completo y total” no se compadece mal con el texto coránico en el que no existe diferenciación ninguna entre política y religión.

La concepción de la verdad manifiesta no sólo legitima el autoritarismo, lo precisa. Esa verdad ha de imponerse por el poder político, sin resquicios para la autonomía personal, ni espacio para la discusión, mediante la adhesión a la ortodoxia. De esa manera, una de las materias tradicionalmente prohibidas en el mundo islámico es el derecho político. Ya hemos visto como la escisión chíi se produjo por una discusión sobre la esencia del poder islámico, por considerar necesario la continuidad carismática de los herederos del Profeta. La concepción del poder islamista es teocrática. Pero si los chíies resolvieron su derrota y contradicción mediante la curiosa forma mesiánica de que Alí y aún más su hijo Husein, se “ocultaron” en vez de morir, y reaparecerán en otro momento de la historia, el islamismo en su conjunto vive en una contradicción más profunda, intensificada desde la desaparición del califato otomano en 1924, último vestigio de poder central. La idea de Hutginton de un Estado central capaz de aglutinar a la “civilización islámica” no es musulmana, pues el poder ha de ser personalizado, como lo fue la relación de Mahoma, jefe político y religioso, con Alá. Ese vacío enervante alimenta las fantasías de los islamistas. Tahar ben Jelloun, escritor marroquí, ganador del Premio Goncourt, en relación con la situación actual, afirma: “es verdad que los árabes, que los musulmanes están a la búsqueda de un líder”[32]. La recreación en el integrismo de la umma como proyecto político comunitarista no ha resuelto, en ningún caso, el problema ni la contradicción. Ha producido dictaduras como la sudanesa. Pero el misticismo islamista, político-religioso, alimenta las expectativas del surgimiento de un califa, un líder carismático, señor de la guerra, tras cuyo imaginario no es difícil percibir el sueño iluminado de Osama ben Laden.

-.-

AUTOR: Enrique de Diego

[1] Citado por José Morales, El Islam, Ediciones Rialp, pp.22-23
[2] Juan Vernet, introducción a El Corán, Plaza y Janés, p. 11.
[3] José Morales, El Islam, p. 24.
[4] Juan Vernet, p. 11.
[5] Juan Vernet, p. 12.
[6] Julio Vernet, op. cit. p. 17.
[7] El Corán, azora 2, 18
[8] Azora 3, 134-135
[9] Julio Vernet, p. 23
[10] Azora 8, 12
[11] Azora 8, 68
[12] Azora 9, 30
[13] Azora 8, 74
[14] Azora 8, 19
[15] Azora 9, 29
[16] Azora 16, 60
[17] Azora 2, 187
[18] Azora 2, 189
[19] Ibn Warraq, autor de Pourquoi je ne suis pas musulman, Editorial L’Age d’homme. Entrevista en Le Figaro Magazine, 6 de octubre de 2001.
[20] José Morales, op. cit. p. 139
[21] Azora 8, 57
[22] Azora 6, 152
[23] Entrevista en Le Figaro Magazine, 6 de octubre de 2001
[24] Azora 6, 4-6
[25] Azora 2, 136-138
[26] V. S. Naipaul, Exigencias imperiales del islam, en ABC, 12-10-2001
[27] Azora 110, 1-2
[28] En Libertaddigital, 2 de octubre de 2001
[29] Amin Maalouf, Las cruzadas vistas por los árabes, Alianza Editorial, pp. 80-81
[30] Javier Hernández Pacheco, En Época, nº 865, 14 de septiembre de 2001
[31] Gilles Kepel, La Jihad, Ediciones Península, p. 453
[32] Entrevista en El Mundo, 14 de octubre de 2001

23 comentarios to “EL TOTALITARISMO ISLÁMICO EN EL CORÁN.”

  1. «Mohamé» era un enfermo mental o tomaba drogas sicotrópicas, no tiene otra explicación lógica. Lo que no es normal es que millones de personas se traguen el Corán al pié de la letra.

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  2. Echaba de menos un artículo de este calibre, sólo una puntualización: el corán se reescribe a posteriori basándose en los textos recogidos en el primer califato, pero alterándolos a conveniencia política de el califato posterior,es una invención más tardía, y de qué calibre hablamos que para que no quedara constancia de lo que realmente dijo mahoma se queman todos los textos recogidos de sus primeros oyentes. Así que queman los textos «originales» y construyen un volumen sin que quede posibilidad jamás de volver a los escritos originarios. ¡Muy conveniente! ¡De esta manera el texto ya no es palabra revelada sino que viene del mismo cielo! ES INCREIBLE !!!!!! Ya no se puede probar la capacidad o incapacidad de mahoma, todo está atadito para siempre, todo inamovible ad eternum

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  3. Chronique d’une dhimmitude choisie Conférence-débat par Louis Chagnon Professeur d’Histoire Il présentera et dédicacera son ouvrage L’islamisation de l’Occident et nos élites Chronique d’une dhimmitude choisie Ed. Godefroy de Bouillon (2010)
    Jeudi 3 mars 2011 à 20h30 Salon Amphi Pereire 100 bld Pereire 75017 PARIS Métro : Pereire – ligne 3 – RER : Ligne C

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  4. algo extraño pasa, porque los comentarios de este post me aparecen distintos desde mi movil a los que salen en la pc.

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  5. ya con calma borre el cache del movil y ahora si coincide lo que aparece en ambos lados, la primer vez que vi este post fue mientras esperaba en un centro comercial y no lo lei todo (es bastante extenso), luego en un cafe continue leyendo y llegue al final y ahi aparecia un comentario que no vale la pena hacer mencion, y queria responderle, pero no soy muy paciente con este juguetito y preferi esperar a llegar a mi pc, ahi fue donde vi que no aparecian los comentarios anteriores, asi que supongo que fueron borrados al no aportar nada util (exepto por las respuestas de los administradores), comento esto solo por aclarar el comentario anterior.
    Este articulo esta muy completo y muy ilustrativo, se saco un 10 sr Ramrock

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  6. Excellent l´article javer Ramrok!!!
    maintenant ,pour vous :

    La dhimmitude, les dhimmis, les gens de la dhimma… C’est le deuxième successeur de Mahomet, Omar (634-644), qui édicte pour les “gens du Livre” une charte qui les enferme dans un statut de sous-hommes, d’Untermenschen, juridiques et sociaux : pas de droits autres que concédés et révocables, de nombreuses interdictions et humiliations… et un impôt spécial, ils seront appelé les dhimmis.

    C’est un fait : toujours et partout, le totalitarisme islamique asservit et détruit les autres civilisations. Les Croyants ne font d’ailleurs en cela qu’obéir à une injonction sacrée, énoncée dans le Coran, remplir un devoir conforme aux faits et dits du “beau modèle” (Coran : XXXIII. 21.). En revanche, on s’étonnera que, dans nos pays, des “élites” prennent le parti de se soumettre à un envahisseur avant même d’y être contraints, d’aller au-devant de ses demandes, de lui fournir des bases pour ses offensives à venir, des lieux de propagande, tribunes, centres de formation, des facilités financières et juridiques…

    Au fil de ses chroniques, Louis Chagnon a exposé longuement ce qu’il a appris sur ce phénomène de “trahison suicidaire”, sans précédent par son ampleur. Il l’a fait à sa manière, que nous avaient révélée ses précédents ouvrages : en homme honnête, informé, courageux. Par l’accumulation des faits qu’il a rapportés, par les explications, fort plausibles, qu’il en a données, ce professeur d’histoire a dressé un tableau dont ses collègues futurs lui sauront gré, sans aucun doute. Ce livre a une autre qualité, il est aussi un livre de combat, un livre utile.
    …….

    La crhonique de la conférence,avec debat, M. Louis Chagnon.professeur d´histoire spécialiste en l´islam

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    • El gran e INQUIETANTE problema, en todo caso, son la gran cantidad de ciudadanos normales, de los de a pié que se creen que actuan bien, que son humanitarios, actuando con esa palabra que se ha puesto tan de moda, «tolerancia».

      Pero la tolerancia, como todo, TIENE UN LÍMITE.

      Una cosa es acoger refugiados en tu país, recibir inmigrantes en busca de mejoras en su calidad de vida (siempre de forma legal, con papeles en regla) pero estos, a su vez, tienen la obligación, para obtener los mismos derechos que los demás, a integrarse al modo de vida de la sociedad que les recibe. Esto no quita que, en privado, sin molestar al de al lado, sin imponer nada a nadie y sin realizar prácticas delictivas (y resulta que EL ISLAM SI TIENE PRÁCTICAS DELICTIVAS EN NUESTRA SOCIEDAD, COMO LA DISCRIMINACIÓN DE LA MUJER), conserven costumbres y creencias propias, pero DE NINGUNA MANERA PUEDEN VENIR EXIGIENDO Y OBLIGANDO A LA SOCIEDAD QUE LES ACOGE A CAMBIAR SUS MODOS PARA «NO OFENDER».

      Si se sienten ofendidos por muchas de nuestras costumbres, QUE NO VENGAN, O QUE SE VUELVAN A SU PAÍS DE ORIGEN, ¿que entonces volverían a una vida de miseria e incluso hambre?, pues, como también dice un refrán castellano, «ESTO SON LENTEJAS, O LAS TOMAS O LAS DEJAS», es decir, SI ERES MUSULMÁN Y VIENES A OCCIDENTE, EL PUTO CORÁN DE MIERDA TE LO DEJAS EN EL DESIERTO, EN TU PAÍS, O BIEN LO PRACTICAS EN PRIVADO, SIN MOLESTAR Y SIN DELINQUIR (es decir, QUE AUNQUE ESTÉS EN TU DOMICILIO PRIVADO, EL PEGAR A UNA MUJER ES DELITO Y POR TANTO, TIENES QUE PAGAR POR ELLO), aguantando en todo momento, POR MUCHO QUE TE «OFENDA», EL MODO DE VIDA OCCIDENTAL y si no te parece bien, TE VAS POR DONDE HAS VENIDO.

      Y eso, algo tan sencillo y absolutamente RACIONAL es lo que se le tiene que meter en la cabeza también al ciudadano occidental que cree que, dejando a estos BÁRBAROS hacer de su capa un sayo, tener todos los derechos que tenemos los demás y que encima sean ellos los que nos quiten derechos a nosotros, están realizando UN ACTO HUMANITARIO, DE TOLERANCIA Y DE EJERCER LA VERDADERA DEMOCRACIA.

      NO SEÑOR, DEMOCRACIA NO SIGNIFICA SER «UN PRIMO», LA DEMOCRACIA ES PARA TODO AQUEL QUE SIGUE LOS PRINCIPIOS DEMOCRÁTICOS Y ESTÁ DEMOSTRADO QUE DEMOCRACIA E ISLAM NUNCA PODRÁN IR DE LA MANO. El Corán ES CONTRARIO A LA LIBERTAD INDIVIDUAL Y POR TANTO A TODO PRINCIPIO DEMOCRÁTICO.

      Por tanto ES LEGÍTIMO ILEGALIZARLO Y BUSCAR SU ERRADICACIÓN, IGUAL QUE ES LEGITIMO HACERLO CON CUALQUIER OTRO TIPO DE DELINCUENCIA.

      Y si los políticos, mandatarios, gobernantes, etc., no actuan, TENEMOS EL LEGÍTIMO DERECHO DE ACTUAR NOSOTROS INCLUSO VIOLANDO LEYES QUE NO NOS PROTEGEN SINÓ QUE NOS RECORTAN DERECHOS.

      Salud.

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  7. Creo que ha quedado claro por mi parte que opino y estoy convecido que el corán es un invento derivado de las ideas taradas que tenía un enloquecido vengativo y sus herederos políticos. Lo comento por si no me he explicado con claridad.

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    • Tengo entendido que la sífilis (estoy hablando en serio) entre muchas de las cosas nefastas que tiene es que puede atacar también al cerebro y no sería nada de extrañar que un sujeto como ese, que evidentementemente antes de empezar con todas estas mamarrachadas, debía ser un delincuente y un violador, la hubiese contraido y le afectara al cacumen.

      De cualquier forma, humor sarcástico y corrosivo aparte, si analizamos un poco las religiones, nos encontramos con que EL ÚNICO QUE ERA ANALFABETO PERDIDO era precisamente ese siniestro personaje.

      Podemos poner como ejemplo al mismo Moisés, Moisés no era un simple trabajador hebreo como había muchos otros en el Egipto faraónico, no, Moisés fué educado por la familia del faraón y ESTUDIÓ Y SE PREPARÓ EN TODAS LAS CIENCIAS POR ENTONCES CONOCIDAS, es decir que, haciendo un paralelismo con el mundo actual, sobre Moisés podriamos decir que fué una persona con varios DOCTORADOS UNIVERSITARIOS.

      Aprovechando también que he metido a los antiguos egipcios, se sabe a ciencia cierta que los sacerdotes de las distintas divinidades que estos tenian TENIAN TAMBIÉN UNA GRAN PREPARACIÓN SOBRE TEMAS TAN COMPLEJO COMO LA ASTRONOMIA, MATEMÁTICAS, etc..

      Y así todos. De Jesús se empieza a hablar sobre todo a partir de que ya tuviera unos 30 años (parece ser que murió a los 33 aunque esto ahora se discute y es muy posible que fuera algo mas tarde), y hay un gran vacio entre esta época y su primera niñez pero todo indica que TENIA ESTUDIOS TALMÚDICOS, que era un Rabino y no todo el mundo podía llegar a ello, no todo el mundo podía estudiar en el templo.

      PERO EL PEDÓFILO DE MARRAS NO, de el SE SABE A CIENCIA CIERTA QUE ERA COMPLETAMENTE ANALFABETO, UN INCULTO, UN BORRICO y su trabajo «oficial» era el de conductor de caravanas, estos sujetos, no eran precisamente personajes muy de fiar en cuanto a honestidad y buenas intenciones.

      Luego ¿que se podía esperar de un sujeto así?, pues precisamente algo tan ABERRANTE, CRIMINAL, SÁDICO, DESPÓTICO Y SALVAJE como el ISLAMISMO.

      Si es que BASTA CON RAZONAR.

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  8. Sifilítico no, porque esa enfermedad era endémica de América y no fue sino hasta el siglo XV que los europeos la repartieron al resto del globo, pero hay otras muchas causas de locura y taras mentales, entre otras el empobrecimiento genético y algunos de los sintomas que presenta parecen propios de un epiléptico.
    Mahoma pertenecía al clan hachemí de la tribu coraxí, que eran árabes del norte su genealogia por parte de padre es: Muhammad ben Abdellah ben Abdelmutaleb ben Hachim Abdelmanaf ben Kasi ben Quila ben Murra ben Caab ben Luai ben Galeb ben Fihri ben Malik ban Nadir ben Quinana ben Juzima ben Mudrica ben Iasa ben Mudri ban Nazar ben Maad ben Adnan. La de su madre es Amina hija de Uhab ben Abdelmanaf ben Zugra ben Quila ben Murra y a partir de este su árbol genealógico es el mismo que el de su esposo, Abdellah ben Abdelmutaleb.

    Son los antepasados varones, muy probablemente por parte de las hembras hubiese mas entrelazamientos, mas matrimonios consanguíneos.

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    • ¡¡¡ JODER que galimatias!!!, ¿cuantos son?, ¿no se pueden separar por comas?.

      De cualquier forma, si el era analfabeto, sus antecesores es evidente que también.

      Y si practicaban con gran frecuencia las relaciones incestuosas la cosa está bien clara, enfermos mentales por toneladas métricas.

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  9. Je, je, es solo hasta que le coges el tranquilo:
    Muhammad hijo de Abdellah hijo de Abdelmutaleb hijo de Hachim Abdelmanaf hijo de Kasi hijo de Quila hijo de Murra hijo de Caab hijo de Luai hijo de Galeb hijo de Fihri hijo de Malik ban Nadir hijo de Quinana hijo de Juzima hijo de Mudrica hijo de Iasa hijo de Mudri hijo de Nazar hijo de Maad hijo de Adnan. La de su madre es Amina hija de Uhab hijo de Abdelmanaf hijo de Zugra hijo de Quila hijo de Murra

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  10. Lo de la sífilis es de causa de los napolitanos ,que la difundieron por Europa,es el mal «de Nápoles».
    Lo de los nombres esos…bueno,es que…¿los islamistas se saben eso?…porque claro,así no les queda espacio libre en el cerebro para nada más…
    Waw!!!!

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  11. La ignorancia de casi todos los comentarios y del articulo como tal sorprende, pero yo les pregunto?

    No era acaso Musolinni, Hitler, Bush Padre e Hijio no fueron o son acaso Catolicos? Esto es solo para demostrarles lo ESTUPIDO que es es blasfemar una Religion o un Libro (que viene de Dios) basado en el comportamiento de los humanos.

    Quien enetreno a Osama Ben Laden? Mohamed o la CIA? Cuantas cosas terribles como las cruzadas, las quemas de bibliotecas, el oscurantismo, la misma persecucion a Judios y Musulmanes no ha hecho la Iglesia Catolica? Solo por nombarr algunas.

    Yo era Catolico conozco bien la Biblia y el Coran. Pero os aseguro que pocos de ustedes conocen…

    Es mas os reto publicamente ciotando la Biblia, a afirmar cualquiera de las elocuencias que creen los Catolicos? Pues considero inapropiado llamarlos Cristianos.
    Es Jesus Dios o un Mensajero de Dios? Jesus establecio una Ley o siguio la Ley de Moiese? Vamos los invito a leer y decirme en que les desagrada del Coran? Muestren su ignorancia sin pena, que con gusto y utilizando la Palabra de Dios y los libros que ha enviado les respondere…

    Y que Dios los guie y los bendiga.

    Efrain Campos

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    • Señor Efrain:

      YO ME CAGO EN ESA SUPERSTICIÓN DE ALLAH Y EN MAHOMA, SU PUTO PROXENETA, LADRÓN, MERCACHIFLE, EMBAUCADOR, LOCO, EXPLOTADOR, MALTRATADOR Y VIOLADOR DE NIÑAS.

      He blasfemado.

      ¿Que va usted a hacer al respecto, mierdecilla de medio hombre?.

      ¿Que que vemos mal en el corán?, TODO

      Y si aquí hay un IGNORANTE, ese es usted que, además, aparte de lo que ya le han dicho, OLVIDA USTED QUE TAMBIÉN EXISTIMOS LOS AGNÓSTICOS Y ATEOS y resulta que LA GRAN MAYORIA DE LOS AGNÓSTICOS Y ATEOS (es decir, menos los «lerdo-progres» y los izquierdistas marxistas o socialistas burgueses) RESPETAMOS EL CULTO, EN EL AMBITO PRIVADO DE CUALQUIER RELIGIÓN SIEMPRE QUE SUS PRECEPTOS NO SE IMPONGAN POR LEY.

      Y ESO NO LO HACE EL PUTO CORÁN DE LOS COJONES, EL CORÁN OBLIGA A TODOS A SOMETERSE.

      CRETINO ATONTOLINADO.

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  12. Efrain, veo que estas muy confundido, la pregunta es ¿que tiene que ver el tema catolico con este post? si te sientes agraviado con la iglesia catolica eso es problema tuyo, ve a desahogar tus rencores en otros lados en donde corresponde.
    y respecto a tu otro «reto», te ruego leas la publicación, no te limites a leer los comentarios.

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  13. Efraín Campos: No demuestra usted mucha cultura equiparando a esos personajes. Los dos primeros eran dos dictadores y los dos segundos dos presidentes democráticamente elegidos.
    Hitler, no era católico, Mussolini sí, los Bush si no me equivoco son protestantes.
    Los actos de gobierno mas destacables de cualquiera de ellos no tuvieron motivaciones religiosas pero si parece que eran religioso/racistas las motivaciones que tuvieron los musulmanes durante la Segunda Guerra Mundial para apoyar al lunático del bigote, aumente sus conocimientos con la biografia del criminal de guerra Amin el Husseini, entérese de quieens formaban la brutal división SS Handschar. En la actualidad el bodrio «Mi lucha» tiene múltiples reediciones al árabe, lo que es tanto mas significativo por cuanto no son los libros el artículo de mayor consumo de la población musulmana pero este al igual que otras selectas obras de la literatura antisemita es reproducido una y otras vez en medios islámicos.

    Si pudiera usted decirnos unos cuantos atentados cometidos en nombre de su religión desde pongamos los asesinatos del 11 de septiembre por personas no musulmanas y estos alcanzasen siquiera la milésima parte de los cometidos por musulmanes en nombre de su religión, consideraria que, a lo mejor tiene vd algo de razón. Según mis fuentes desde esa fecha ha habido 16915 (DIECISEIS MIL NOVECIENTOS QUINCE) ataques mortales obra de yihadistas, atentados llevados a cabo por no musulmanes en nombre de su religión UNO, en el mes de febrero hubo 134 ataques de la Yihad en 20 países contra persoans de cinco religiones, con un saldo de 565 muertos y 1058 heridos graves.
    Si, como dice conoce bien el Corán, sabrá que ese bodrio infumable predica el exterminio de cuantos no abracen el Islám, algunos colectivos disfrutarán de un cierto margen (hasta que el poder islámico esté consolidado) pero el destino final es la islamización (por las buenas o por las malas) o la muerte y algunos colectivos como apostatas, ateos, idólatras ni siquiera tendrán esa opción, así que el que alguien atribuya a esa religión los crímenes que en su nombre cometen sus seguidores no es nada descabellado. Sobre todo si se ve como ante las salvajadas islamicas el resto de los musulmanes calla, las minimiza o dice «y ustedes más», pero no las critica tan ferozmente como criticaron las caricaturas de Mahoma, que se hiciese una peícula denunciando la condición de la mujer en el mundo islámico (el director, el holandés Theo Van Gogh, fue degollado por un fanático musulmán, perdón por la redundancia) o simplemente por poner a una discoteca el nombre de «La Meca», los propietarios tuvieron que cambiar el nombre ante las amenazas recibidas.

    Bush padre era el presidente de los EE.UU. cuando el tirano Sadam se anexionó por la fuerza Kuwait, de donde fue expulsado por una coalición de diversos países, entre otros los musulmanes Afganistán, Arabia Saudí, Bangladesh, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Marruecos, Nigeria, Omán, Pakistán, Catar, Senegal, Siria. No sé si sabrá que Irak fue expulsado incendiando en su retirada los pozos petrolíferos y obtuvo un alto el fuego comprometiéndose entre otras cosas, como indemnizar por los daños causados a permitir que comisiones investigadores comprobasen que no tenía armas de destrucción masiva.
    Bush hijo era presidente de los EE.UU. cuando tuvo lugar el crimen masivo del 11 de Septiembre, expulsó de Afganistán a la organización criminal Al Caeda, autora del mencionado crimén y derrocó el regimen talibán. Ante la desafiante y equívoca actitud de Sadam que desestabilizaba la zona, financiaba el terrorismo y no permitía la actuación de las comisiones de investigación envió un ultimatum para que permitiese la actuación de las citadas comisiones. Sadam no lo hizo y pagó su prepotencia. Muchos ignorantes afirman que las guerras de Afganistán e Irak se debieron al petróleo pero en Afganistán no hay petróleo y la explotación del irakí se la quedaron rusos y chinos.
    Bush hijo llevó a cabo una enérgica labor antiterrorista aunque se quedó corto, debió haber incluido al autor de entre otros, el atentado de Lockerbie, Gadaffi, pero este se apresuró a mostrar arrepentimiento y propósito de enmienda y lo dejó estar, es lo único que se le puede reprochar

    ¿Lo del origen divino del Corán es un chiste? Es un refrito infecto y contradictorio (¿ha oído hablar de los suras abrogantes y abrogados, de los versículos satánicos?) del Judaísmo, Cristianismo y tradiciones paganas locales, el mismo término Alá es el nombre de una divinidad lunar pagana pre-islámica.

    Por lo que yo sé la CIA no entrenó a Bin Laden para que cometiese actos terroristas, ni le dedicó mayor atención que la que pudo dedicar a cualquier lider de alguno de los grupúsculos que luchaban contra la presencia soviética en Afganistán, creo que las raices de su conducta criminal están mas bien en su wahabismo.

    La primera cruzada fue bastante salvaje, las otras bastante menos, y ni fueron todas dirigidas contra lo musulmanes ni estos aparte de la natural molestia de quien es victima de una matanza las encontraron particularmente insólitas, de hecho los musulmanes en cuanto tenían ocasión realizaban similares matanzas, ¿a que cree que se debe la expansión del Islam? pero estamos hablando de lo que ocurre ahora, no lo de hace varios siglos.

    Las quemas de bibliotecas también las han llevado a cabo los musulmanes que fueron los que destruyeron la Biblioteca de Alejandría ya que «si esos libros dicen lo mismo que el Corán, no hacen falta, si no hay que destruirlos» o la de Constantinopla

    No tengo la menor intención de involucrarme en discusiones entre distintas ramas del Cristianismo, ¡a evangelizar a otros foros! pero ¿De verdad quiere que diga por qué me repugna el Corán?

    Mientras lo piensa entretengase contemplando la decoración de esta catedral, son los 800 mártires de Otranto degollados por los turcos por negarse a convertirse al Islám, no es de lejos ni la primera, ni la mayor matanza llevada a cabo por musulmanes pero tiene un cierto punto estético…

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  14. Efrain majete, échale un vistazo a la noticia: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/09/internacional/1299658220.html?a=4b76076c21853eec2e0ceed082f3b459&t=1299661672&numero=

    «Varias personas murieron anoche en un barrio de El Cairo por un choque entre cristianos y musulmanes que tuvo que ser sofocado por fuerzas militares y policiales. La agencia Afp ha cifrado los fallecidos en seis y ha asegurado que todos son cristianos coptos. Respecto a los heridos, podría haber hasta 45.

    Los disturbios se registraron en el sector de Moqqatam, en el este de la capital, después de que grupos de cristianos cortaran una autopista en una nueva jornada de protestas por el incendio de una iglesia en el barrio de Heluan, en el sur del Gran Cairo.»

    Hala majete, véte con la milonga a otra parte!

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  15. Pero…no son necesarias tantas palabras de tan grueso calibre.un trabajo intelectual de la categoria del suyo no debe de ir rodeado de tales expresiones.
    No son necesarias,pensamos.La mente fria es mejor y más afilada que la que se deja dominar por el enojo.Es además más saludable para la cuestión cardiaca.
    Podemos decir algo más? Hay algo que siempre nos dice el rav que debería ser una máxima judia,y no es así que es Oriental y creemos que Zen:El árbol duro lo arranca el viento,la caña flexible se dobla y vuelve a enderezarse.

    No siempre logramos estar frios de mente;de hecho es nuestro gran fallo en AS…y pedimos disculpas.Luego ,cuando nos pasa el enfado,comprendemos que hubiese sido mejor guardar la cabeza de las pasiones.
    Bueno,no,uno de los del grupo boxeo en welter y es más frio que un hielo cuando se pone airado.

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  16. Bueno vamos por parte. Ojo lo que voy a emitir aquí es mi concepto personal y en ningún momento representa el pensamiento del resto de los administradores.
    Efraín tu has lanzado un reto y te voy a responder tus preguntas:
    Dices lo estúpido que es blasfemar contra un libro que viene de Dios (el Corán)
    Puede un libro que fue escrito por un pedófilo, asesino, violador y que además insta a sus fieles a asesinar a todo el que no pertenezca o se quiera convertir a esa religión provenir de Dios???
    Si será que Dios es un Dios de maldad y no de vida; de asesinatos y no de Bondad??
    Acerca de lo que dices que Osama Bin Laden fue entrenado por la CIA; no tiene nada que ver con su objetivo principal, el cual es la yihad, la revolución Islámica?? Eso no se lo enseñó la CIA
    En cuanto al reto que lanzas sobre Jesús:
    Preguntas: Es Jesus Dios o un mensajero de Dios??
    La Biblia en ningún momento afirma que Jesús sea Dios.
    Pero lo que si dice la Biblia (ojo no yo) es que Jesús era el Hijo de Dios y que tenía como objetivo el rescate para que todos pudiéramos tener la oportunidad de heredar la vida eterna en un paraíso futuro. Lo dice la biblia con mucha claridad, no lo digo yo.
    En cuanto a la pregunta sobre la ley de Moisés; la Biblia dice que no sólo siguió parte de la ley de moisés sino que le agregó otros mandamientos.
    Y en cuanto tu pregunta de que me desagrada del Corán, SUSCRIBO EL 100% DE LAS PALABRAS DEL SEÑOR RAMROCK. DEL CORAN NO ME GUSTA ABSOLUTAMENTE NADA.
    ES UNA PORQUERÍA DE LIBRO ESCRITO POR UN MALDITO ASESINO, PEDOFILO, VIOLADOR, LADRÓN LLAMADO MAHOMA.
    NINGÚN DIOS QUE HAYA CREADO LA VIDA; VA A INSTAR A SUS FIELES A MATARSE ENTRE SÍ. ESPERO QUE ESO TE QUEDE CLARO SABELOTODO

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  17. yo no se porque me detengo a opinar en una publicacion abiartamente racista e incuerente….en el holocausto muriEron menos de los que llevan los judios EN PALESTINA(sionistas aclaro no todos lo judios son asi)NO GENREALIZO SERIA IGNORANTE HACERLO O DECIR QUE ISRAEL a menos de susu 100 añosde existenca en este contexto contemporaneo existe por obra santa de todos lo buenos israelies…ese cuenot que se los creo a quien le fueron a chillar los inlgeses y los gabacho…solo porque no tenian aliado para la guerra fira..no nos hagamos…llamoa ala paz y ala cultura…llama ala educacion y ala documentacion…llamo a no ser borregos y tragarnos lo que el aparato sionista nos dice o queire hacer creer…mas de 1500 millones de personas practican el islam…y al final ni ustedes ni yo sabremos que quiere Dios de todos…si para los judios los demas somos viles gentiles….y a diferencia de tener cultura o no…yo si se como se llama ese profeta que difaman…el mensajero del islam que dicen es el anticristo…como va hacer el anticristo SI USTEDES NO CREN EN EL QUE VINO JAJAJAJ…..INFORMENCE SE LLAMA…MUHAMAD…MUHAMAD…OJALA EL DIOS EN EL QUE CREAN LES DE UNA CONCIENCIA LIMPIAN QUE PRESUMEN TENER TODOS AQUI Y LESBENDIGA SIEMPRE BOLA DE HIPOCRITAS…Y DIGANME SI ALGO DE LO QUE DIJE ES MENTIRA

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    • Cierto ALEJANDRO minimum, no se para que pierdes tu valioso tiempo cuando deberías estar con el orto en pompa para el buen aprovechamiento de tus hermanitos en la «fe», la fe del crimen, el asesinato, el latrocinio, el secuestro, el terrorismo, el mercadeo de esclavos/as sexuales y tantos y tantos delitos que cometéis en el nombre de un monigote que representaba a la Luna, y a tú Mahoma de mierda, el puto pedofilo ese al que tu llamas «profeta». ¿Dime imbécil, que profeta se dedico jamas en la historia de los profetas al crimen, la lascivia, la pedofilia el asesinato, el robo y un larguísimo etc?. Vuélvete a Quetzalcóatl, total de serpiente venenosa a serpiente venenosa. Una cosa que te quiero pedir… Cuando entres aquí a hacer el pedorro, por favor no entres borrachuzo y drogado, no se te entiende nada sabes. Deja el Mezcal, la coca, la heroína, la marijuana y la maripepa o lo que coño sea que te metes tío, tienes el coco achicharrado entre eso y el calor de Mex. Bueno… que te den analfabestia, a ver si aprendes primero a escribir idiota, como vas a saber pensar si no sabes ni leer ni escribir imbecilizado. Ve a dejar tus cagaditas de moscón (eso que tu llamas comentarios) en algún lugar de terrucos, seguro que te los aprecian mas. Aquí no vas a hacer carrera muchachito.
      Atte.: Goal.

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