La fantasía de Abbas en la ONU

por Jaime

23.09.2011 10:00  | 

La fantasía de Abbas en la ONU

 

Por Ron Prosor*.

En “Alicia en el País de las Maravillas” de Lewis Carroll, la heroína cae en la cueva de un conejo a un mundo confuso de fantasía. Si hubiese escribido hoy, Carroll podría haber puesto a Alicia en la Asamblea General Nº66 de las Naciones Unidas, donde el líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, planea buscar mañana el reconocimiento de un estado. Si Alicia quedó perpleja por el Sombrero Loco o la Reina de Corazones, sería interesante ver su reacción ante un presidente cuyo mandato ha expirado hace rato para conseguir un estado en territorios de los cuales, en parte, tiene miedo de visitar. Su confusión podría verse agravada al descubrir que la mayoría de los estados están felices en complacer esta fantasía.

Es probable que la propuesta de la Autoridad Palestina pase en la Asamblea General, donde las dinámicas de votación aseguran efectivamente casi cada capricho palestino. La verdad es que el jefe de la Autoridad Palestina no tiene ninguna autoridad en la Franja de Gaza. Abbas no ha puesto pie allí desde que la organización terrorista Hamas llevó a cabo un sangriento golpe de estado y tomó control del área en el 2007. Es como si Nueva York eligiera un alcalde que no puede viajar a Brooklyn.
Cada estado reconocido por las Naciones Unidas tiene la obligación de estar dispuesto y capaz de tener autoridad sobre su propio territorio. ¿Está Abbas dispuesto a controlar a Hamas? Quizás los ciudadanos del sudeste de Israel, residentes semi-permanentes de refugios anti bombas, podrían ofrecer una respuesta informativa. La continua lluvia de cohetes de Hamas, proyectiles de morteros y misiles en hogares israelíes, hospitales y colegios provee una ilustración vívida de que la Autoridad Palestina no está dispuesta ni capacitada de mantener este requerimiento básico.
Al apoyar esta iniciativa, muchos de la comunidad internacional parecen dispuestos a barrer temas del terrorismo palestino, la incitación y la falta de gobernanza coherente bajo la alfombra. Solo están cayendo en una marcha hacia la locura. La Asamblea General no puede crear un estado palestino, y una acción unilateral sería mala para la paz, mala para la región y, sobre todo, mala para avanzar en las aspiraciones de los palestinos de tener un estado genuino.
Muchos líderes palestinos, incluyendo el primer ministro Salam Fayyad, lo han reconocido. Entienden que como resultado directo de la cooperación económica y de seguridad israelí-palestina, la economía palestina experimentó un crecimiento del 10% en el 2010. El único banco del mundo para aumentar esas figuras es Cisjordania. Aquellos que comprendan el trabajo duro y necesario para un estado real no desean poner en peligro este progreso con una declaración prematura y caprichosa de un estado imaginario.
¿Qué hará una votación de la Asamblea General?
Primero alimentará la fantasía de que compromisos alcanzados en negociaciones pueden ser traspasados. John F. Kennedy describió una vez la imposibilidad de trabajar con aquellos que dicen “lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable”. La premisa básica del proyecto palestino en las Naciones Unidas es este: Dennos todo sin negociaciones, y luego negociaremos sobre el resto.
Los verdaderos amigos de los palestinos en la comunidad internacional deberían pedirles que vuelvan inmediatamente a las conversaciones directas con Israel. Nadie más que los israelíes y los palestinos, por su propia cuenta en la mesa, pueden enfrentar el mayor desafío que debe ser ocupado si se debe alcanzar la paz. Esta acción unilateral hace lo opuesto, permite que la Autoridad Palestina de pasos sin negociaciones, mientras está en una postura que viola todos los acuerdos bilaterales entre los líderes palestinos e Israel desde los Acuerdos de Oslo.
También incentiva la conducta irresponsable de una región ya frágil. Votar por este proyecto unilateral es una receta para la inestabilidad, un quiebre en la cooperación y, potencialmente, violencia. La aprobación de resoluciones en la Asamblea General no requiere concesiones, ni liderazgo, ni responsabilidad de los palestinos. Las conversaciones inevitables con Israel no serán fáciles. Implicarán un duro trabajo, frustración y muchas noches sin dormir, pero las negociaciones son el único camino hacia adelante.
Mientras que los líderes palestinos lloran por el reconocimiento unilateral, aquellos que apoyan esta medida estarán pronto llorando por las consecuencias.
La búsqueda de un estado virtual cae en el mismo reino de fantasía que Alicia descubre en el Mundo de las Maravillas, todos conejos blancos y arenques rojos. Solo en el mundo real, en un diálogo directo lleno de verdades difíciles y compromisos serios, los israelíes y palestinos pueden alcanzar una paz viable, segura y duradera.

*Ron Prosor es el embajador de Israel en las Naciones Unidas.

FUENTE: ITONGADOL
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5 comentarios to “La fantasía de Abbas en la ONU”

  1. Al fin y al cabo eso es lo que terminará siendo: una simple fantasía. HO HO HO

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  2. jejejejej tienes razon este tipo es loco no tendra nada

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  3. en pedir no hay engaño…dicen….ahora que esperen sentaditos para que no se cansen de esperar… digo yo.

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  4. O mas bien deberìan de comenzar a tocar las puertas de los de sus clase. Que vayan a Jordania, a arabia saudita o a cualquier otro paìs musulmàn a ver si depronto les abren las puertas; aun que para serles sincero, creo que lo mas seguro es que los recibiràn asì:

    musulmanes

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  5. ¿Volver a las negociaciones? ¿Para qué? Los okupas han dejado muy claro que no se consideran comprometidos para nada, con nada de lo que se haya negociado. ¿Que es lo que Israel va a negociar con tales fulleros?

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