“El dirigente terrorista de Al-Qaeda, Anwar al Awlaki, fue abatido junto a miembros de esta organización que se hallaban con él”, anunció un portavoz del ministerio yemení citado por la televisión estatal.
Según un jefe tribal, Anwar al Awlaki y otras seis personas, murieron en el ataque que se produjo ayer por la mañana al este de Saná.
“Jamis Saleh Arfej, el anfitrión del grupo, y quien sobrevivió al ataque, nos aseguró que los muertos son Anwar al Awlaki, Salem Saleh Arfej, Mohammed Mosen al Naaj, el paquistaní Samir Jan, así como otras dos personas que serían de nacionalidad saudí”, declaró a el jefe tribal que pidió no ser identificado.
La séptima persona muerta pertenece a la tribu Obedia de Maarib, añadió el mismo jefe tribal, citando al anfitrión del grupo.
El ataque fue lanzado hacia las 10:00 horas, tiempo local. Un avión hizo un primer disparo contra los miembros del grupo que se disponían a comer en el suelo de la casa donde habitaban, según la misma fuente.

Todos salieron huyendo a bordo de un vehículo que fue pulverizado por un misil, añadió, precisando que su anfitrión, Jamis Saleh Arfej, que los seguía a distancia en otro automóvil, solo resultó herido levemente.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, rechazó ayer responder a preguntas sobre el asesinato del imán.
“No voy a hablar hipotéticamente. No voy a hablar sobre las circunstancias de su muerte”, dijo Carney en su comparecencia diaria ante los medios.
Su muerte supone ahora un éxito para Estados Unidos e igualmente para las autoridades yemeníes, que pueden así hacer valer su condición de socios de Washington en la lucha contra Al-Qaeda, en momentos en que el presidente Ali Abdullah Saleh lucha por mantenerse en el poder.
MUERTE DEL IMÁN GENERA POLÉMICA
Washington confirma que el estadunidense Anwar al Awlaki fue ultimado en Yemen, pese a que no existía ningún proceso en su contra.
Barack Obama afirma que el ataque contra el extremista es “otro significativo logro para derrotar a Al Qaeda”.
La muerte del estadunidense-yemení Anwar al Awlaki, imán extremista que supuestamente colaboraba con Al Qaeda, ha causado polémica en Estados Unidos sobre el derecho que puede conferirse el Estado federal de matar a sus nacionales en nombre de la lucha contra el terrorismo.
Washington confirmó la muerte de Awlaki, quien fue abatido ayer tras un ataque de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) con un avión no tripulado en Yemen, y calificó el hecho como “el mayor golpe” a Al Qaeda desde el asesinato en mayo de Osama bin Laden, pero el hecho hace surgir interrogantes que no se presentaron en los otros ataques como el que Al Awlaki fuera un ciudadano estadunidense que no había sido acusado oficialmente de crimen alguno.
“La muerte de Al Awlaki marca otro significativo logro en los amplios esfuerzos para derrotar a Al Qaeda y sus afiliados”, afirmó Barack Obama, tras destacar la colaboración de Yemen en este frente.
El presidente estadunidense dio órdenes de capturar a Al Awlaki vivo o muerto al vincularlo con un intento de hacer estallar un avión con destino a EU en 2009 y un ataque a una base militar en territorio estadunidense.

Sin embargo, el subdirector de Asuntos Legales de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), Jameel Jaffer , afirmó que “el programa de asesinato colectivo viola la ley de EU, y la internacional”.
Algunos grupos defensores de las libertades civiles también han cuestionado la autoridad del gobierno para matar a un compatriota sin enjuiciarlo primero.
Durante años, Al Awlaki fue un influyente difusor de la ideología de guerra santa esgrimida por Al Qaeda, y sus sermones en inglés, donde exhortaba a atacar a EU, circularon ampliamente entre los extremistas en Occidente.
Pero las autoridades estadunidenses creen que adquirió un papel operativo directo en orquestar ese tipo de ataques mientras se ocultaba con milicianos de Al Qaeda en las escarpadas montañas de Yemen.
El abogado Glenn Greenwald subrayó que no se intentó llevar a Awlaki ante la justicia y que su supuesta participación en atentados contra Estados Unidos no ha sido demostrada.
“Su eliminación fue simple y sencillamente decretada por el presidente, quien fungió a la vez como juez, jurado y verdugo”, denunció Greenwald.
La comunidad que asiste a la mezquita, situada en Falls Church (Virginia, este), donde Anwar solía predicar, ha declarado que lo apreciaba por “su compromiso cívico y su tolerancia”, hasta que se fue en 2002 a Yemen, en donde el imán fue “arrestado por las autoridades y habría sido torturado. A partir de entonces, Awlaki predicó la violencia”, afirmó el Centro Islámico Dar al Hijrá.

Pardiss Kebriaei, abogado de la asociación Center for Constitutional Rights (Centro por los Derechos Constitucionales), argumentó que si EU participó directa o indirectamente en la eliminación de Awlaki, sería un acto ilegal.“Si esto fue hecho sin que existiera una amenaza inminente o un peligro de muerte, se trata de un asesinato ilegal según la Constitución estadunidense y el derecho internacional”.
En tanto, la Casa Blanca ha optado por el silencio, ya que su portavoz, Jay Carney, eludió ayer responder las insistentes preguntas sobre las implicaciones en el hecho, pese a haber confirmado que un avión no tripulado estadunidense estuvo involucrado en la operación.
NY se declara en alerta
La policía de esta ciudad informó ayer que se encuentra en estado de alerta tras el anuncio de la muerte de Anwar al Awlaki.
“Sabemos que Al Awlaki tenía seguidores en Estados Unidos, incluyendo la ciudad de Nueva York, y por esa razón permanecemos alerta ante la posibilidad de que alguien quiera vengar su muerte”, dijo el jefe de la policía neoyorquina, Ray Kelly, en un comunicado de prensa.
“Tras haber transformado a la regional Al-Qaeda de la Península Arábiga en una organización terrorista de alcance global, ésta apuntaba contra estadunidenses como ningún otro y era un poderoso reclutador de terroristas en Estados Unidos”, agregó Kelly, al referirse a Al Awlaki.
Transición ayudaría a extremistas
El presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, advirtió a los países occidentales que su dimisión podría favorecer las actividades de la red terrorista Al-Qaeda en su país, según una entrevista publicada ayer por el diario Washington Post.
El político de 69 años, acosado por un fuerte movimiento de protestas en Yemen que tan sólo ayer reunió a cientos de personas en una manifestación en su contra, se retrató a sí mismo como un socio fiable de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.

Saleh se dirigió directamente al público estadunidense: “Lo que vemos es que Estados Unidos y la comunidad internacional presionan para acelerar el traspaso del poder. Y sabemos a dónde irá a parar el poder. A Al-Qaeda”.
Viceministro sale ileso de un atentado
En Saná, el viceministro de Información de Yemen, Abdo el Yanadi, resultó ileso de un atentado.
Una bomba estalló en la entrada de su vivienda en el barrio diplomático de Hada, sede de varias embajadas.
La explosión hirió de gravedad a cuatro de los guardaespaldas del funcionario.
Tuvo contacto con tres atacantes del 11 de septiembre
Anwar al Awlaki, nacido en Estados Unidos, fue el primer ciudadano estadunidense en formar parte de la lista de enemigos públicos de su país.
Su vehemencia y su verbo cautivador, enraizado en la más profunda tradición poética de los primeros tiempos del islam, atrajo a musulmanes establecidos en Estados Unidos.
Entre ellos, tres de los 19 terroristas que el 11 de septiembre de 2001 estrellaron varios aviones en Washington y Nueva York: Jaled al Midhar, Nawaf al Hazmi y Hani Hanjour.
Los atentados pusieron los ojos de la CIA y el FBI sobre el Awlaki. Acosado por las autoridades, que no pudieron hallar una conexión directa entre Al Awlaki y la masacre del 11/S, en 2002 se trasladó al Reino Unido, y desde allí, dos años después, regresó a Yemen, donde se unió a la cátedra terrorista del imán radical Abdul-Majid al-Zindani.
Desde Yemen, Al Awlaki al parecer mantuvo contactos con el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, acusado de haber intentado en la navidad del 2009 detonar una carga explosiva en un avión con rumbo a Detroit.
Autoridades creen que Al Awlaki y otros líderes de Al-Qaeda se reunieron con el atacante en las montañas de Yemen para planear el atentado.
Además, al parecer estuvo implicado en el envío de cartas con explosivos a varias sinagogas de Chicago, que fueron interceptadas en Dubai y Europa en octubre del 2010.
Al Awlaki intercambió correos electrónicos con el mayor Nidal Malik Hasan, acusado de matar a 13 personas el 5 de noviembre de 2009 en la base militar de Fort Hood, en Texas. Hasan quedó prendado de los sermones en internet de Al Awlaki y le pidió asesoría.
Al Awlaki sostuvo que no ordenó a Hasan perpetrar el ataque, aunque luego lo tildó de “héroe” en su página de internet.
En Nueva York, el estadunidense-paquistaní que colocó un coche bomba en la plaza Times Square en mayo de 2010, dijo que fue “inspirado” por Al Awlaki tras contactarlo en internet.

Barack Obama celebra su muerte
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer que la muerte del imán radical Anwar al Awlaki en Yemen constituye “un golpe muy duro” contra Al-Qaeda, y aseguró que su país está determinado a destruir todas las redes terroristas.
“La muerte de Al Awlaki es un golpe muy duro contra el brazo más activo de Al-Qaeda”, dijo Obama durante la ceremonia de toma de mando del jefe del Estado Mayor Conjunto, en una base militar cerca de Washington.
Esta muerte “marca una nueva etapa importante en el esfuerzo global emprendido para vencer a Al-Qaeda y sus ramificaciones”, añadió el Presidente de Estados Unidos, al tiempo que destacó que la red terrorista “en la península arábica sigue siendo una organización peligrosa”, aunque esté “debilitada”.
“En el futuro, seguiremos atentos a las amenazas que se dirijan contra Estados Unidos, alguno de nuestros aliados o socios. Pero que quede claro, (la muerte de Al Awlaki) muestra que Al-Qaeda y sus ramificaciones no estarán a salvo en ninguna parte del mundo”, prometió Obama.
Londres aplaude ejecución
Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, consideró que Al Awlaki “demostró su intención y su capacidad para sembrar terror a gran escala” con acciones como el fallido atentado del 25 de diciembre de 2009 contra un avión norteamericano que iba de Amsterdam a Detroit.
“Su ideología asesina fue responsable de inspirar ataques terroristas en el Reino Unido y Estados Unidos”, agregó Hague.
Al Awlaki, considerado uno de los dirigentes de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), era considerado tan peligroso como el líder de la organización, Osama bin Laden, que murió en una operación estadunidense en Pakistán en mayo pasado.
FUENTE: BARENAKEDISLAM