Aisha no puede con su vida americana

- Sufre trastorno de la personalidad y aún no está lista para otra operación
El nombre de Aisha quizás no traiga ningún recuerdo. Su imagen sí. La joven afgana con la nariz desfigurada por culpa de un episodio deviolencia doméstica fue portada de la revista ‘Time’ en 2010 y dio la vuelta al mundo. Tras someterse a una cirugía para reconstruir su nariz se quedó a vivir en Estados Unidos, pero poco se sabe de su nueva vida allí.
Los miembros de la organización Mujeres por las Mujeres Afganas, que cuidan de ella, la alejan de la prensa. No quieren someterla a ninguna presión. Bastante tiene ya con su proceso de adaptación, mucho más difícil de lo previsto.
«Estamos esperando a que extienda sus alas», dice Esther Hyneman, de 73 años y miembro de la organización a la CNN. «Pero cuando tienes 20 años, vienes de una villa talibán del sur de Afganistán, no has ido nunca al colegio ni has aprendido a leer ni a escribir, nunca has escuchado hablar de lugares como Francia o Italia y no hablas el idioma del país que te acoge los días son un infierno. Es un poco duro desplegar las alas así, aunque quieras», añade la que se ha convertido en su mentora.
En la organización, Aisha aprende inglés, matemáticas, música y otras materias. Escribe en el ordenador y viste con ropa occidental. Y, muchas veces, no lleva la prótesis nasal que le pusieron. «Se siente incómoda, es como si no fuera ella misma», explican desde la organización, que ha atendido a más de 4.000 mujeres afganas. Debe someterse a una operación definitiva, pero aún no está lista.
Shiphra Bakhchi, psiquiatra que ha estado trabajando con Aisha, la describe como una mujer «extremadamente inteligente pero con dificultades para el aprendizaje. Hiere a las personas antes de salir herida y vive en una especie de ‘modo de supervivencia’«. Su madre murió cuando ella era muy joven y su padré la dio a otra familia que la torturó. Las consecuencias de toda esa tragedia es que ha desarrollado un «trastorno de la personalidad».
Según cuenta el reportaje exclusivo de la CNN, que ha seguido sus pasos durante varios meses, Aisha vive ahora con una familia, que dice de ella que es «muy cariñosa». Pero aún tiene problemas para aceptarse a sí misma. Envidia a las chicas que visten bien y van maquilladas. Ella también va así, pero no se ve guapa.
«Saluda a los extraños con la mano, pero teme salir herida de las relaciones. Por eso se protege y actúa a la defensiva», explican sus allegados, quienes confían en que su adaptación a la nueva vida es cuestión de tiempo. «Quiero ser agente de policía», reconoce la propia Aisha.