El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que ninguno de los dos iba a ganar la guerra civil en Siria, y que China y Rusia no podrían persuadir al presidente Bashar Assad ni siquiera a dejar de fumar incluso si lo intentaran.
En los comentarios del sábado,en su viaje de vuelta de la reunión con la U.E y Rusia, Lavrov también dijo que las armas químicas de Siria se habían concentrado en una o dos áreas y estaban “bajo control” por el momento.
Esta fue la segunda declaración de Lavrov con respecto a Siria en 24 horas. El Viernes, comentó: “Algunos actores en Oriente Próximo habían pedido a Moscú para instar a Assad a retirarse de Siria. No somos su “chico de los recados”, dijo, y les aconsejó que hablaran directamente con Assad ellos mismos. También criticó a “nuestros colegas occidentales del Consejo de Seguridad” por negarse a condenar los actos terroristas cometidos por los rebeldes sirios, y los acusó de que los “terroristas se dividen en malos y algunos aceptables”