El primer ministro, Biniamín Netanyahu, afirmó que no está interesado en lo que la ONU diga sobre la construcción en los asentamientos judíos, en medio de crecientes críticas por los últimos anuncios de edificación en Cisjordania (Judea y Samaria) y Jerusalén Este.
En una entrevista televisiva emitida por el Canal 2 de televisión, Netanyahu subrayó que Israel tiene el derecho de construir en Jerusalén y que la edificación es una cuestión de principios.
«Vivimos en un Estado judío y Jerusalén es la capital de Israel. El Muro de los Lamentos (Kotel Hamaraví o Muro Occidental) no es territorio ocupado. Construimos en Jerusalén porque es nuestro derecho. Lo que diga la ONU no me interesa», manifestó el jefe del Gobierno.
Tras el reconocimiento de la entidad palestina como estado observador no miembro de la ONU el pasado 29 de noviembre, en violación a los Acuerdos de Oslo, el Gobierno anunció planes para construir 3 mils nuevas unidades de vivienda en asentamientos judíos y hacer avanzar el
proyecto de edificación en la zona E-1, que conectaría el asentamiento de Maalé Adumim con Jerusalén.
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó a Israel por sus últimos anuncios de construir en asentamientos judíos, y en particular, por sus proyectos de seguir adelante con el proyecto E-1.
La condena siguió a una dura reacción por parte de Washington a Israel, considerado uno de sus principales aliados en Oriente Medio, al que acusó de seguir una «patrón de acción provocativa» en su insistencia de continuar con los asentamientos.
Interpelado sobre si los recientes anuncios son una maniobra electoral de cara a los comicios del 22 enero, Netanyahu aseguró que se trata de una cuestión de política de gobierno.
Los palestinos reclaman Jerusalén oriental como capital de Palestina y alegan que las políticas de construcción de Israel en torno a los barrios judíos en Jerusalén Este impiden la viabilidad de un estado con continuidad territorial.
La presidencia de la entidad palestina condenó las últimas acciones de Israel, alegando que «desafía a toda la comunidad internacional e infravalora los sentimientos de palestinos y árabes en general», indicó su portavoz, Nabil Abu Rudeina. EFE y Aurora