La Menorá, el candelabro de siete brazos es el distintivo judío más antiguo; simboliza el esplendor del pueblo y sus elevadas cualidades.
Cuando los fundadores de Israel eligieron la Menorá como emblema del nuevo Estado, decidieron adornarlo con ramas de olivo, simbolizando el anhelo de paz. El olivo se considera, además, una de las siete especies con que fue bendecida la tierra de Israel.
La forma del candelabro que simboliza al estado fue copiada del candelabro que está tallado en el arco del triunfo de Tito en Roma. Existe en ello un gran simbolismo: Esa Menorá que los romanos tallaron como símbolo de la destrucción del Estado Judío de entonces, representa hoy la soberanía e independencia de este renovado Estado Judío.