El Consejo Mundial de Iglesias, arrodillado ante el Islam

por edwin2295

CMI

El  maniqueo y falaz documento recientemente elaborado en El Líbano por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), organización  ecuménica oscurantista apegada al Medioevo, que agrupa a 350 iglesias protestantes y ortodoxas, sobre “Presencia y testimonio en el Medio Oriente cristiano”, ha sido pergeñado con la  aviesa premisa  de atacar al Estado judío de Israel, nación donde la grey cristiana goza de plena  libertad de culto, e ignorar paradójica y vergonzosamente, como si padeciera el “Síndrome de Estocolmo”, los horrendos crímenes y los ataques de los que son objeto los cristianos por parte de los extremistas musulmanes en casi todos los países islámicos de la región.

Procediendo igual que  el primer Sínodo de los Obispos de Medio Oriente, convocado en el Vaticano por el Papa Benedicto XVI el 10 de octubre de 2010  para discutir los ataques a la Iglesia Católica y a sus feligreses en tierras musulmanas, que le dio más preponderancia a la critica a Israel por su intención de imponer a sus ciudadanos un  controvertido juramento de lealtad a un “Estado judío y democrático”, que al  excluyente motivo de la reunión, discutir la huida y persecución de los cristianos de sus hogares en Medio Oriente, para el CMI, “Palestina” -estado aún inexistente- sigue siendo el tema central en la región.

La transcripción de algunos párrafos del documento, corroboran el carácter tendencioso del mismo. “La solución del conflicto entre Israel y Palestina, de conformidad con las resoluciones de la ONU y el derecho internacional, será de gran ayuda en la resolución de los demás conflictos en la región. La persistencia, después de sesenta y cinco años de continua desposesión de los palestinos cristianos y musulmanes por igual de sus tierras por la ocupación israelí, el asentamiento permanente de la tierra dentro de las fronteras de 1967 por una nación facultada por el abrumador poder militar y las alianzas externas e influencia, es central para la agitación en la región y ha exacerbado por la duplicidad de las políticas de las potencias occidentales, especialmente Estados Unidos. Los cristianos han sido llamados a condenar y actuar en contra de esta injusticia continúa, afirmando la voz y las demandas de los cristianos palestinos, incluyendo como se escucha en el documento Kairos Palestina”.

En 2009,  coincidiendo con el primer día de la festividad judía  Januca, un grupo de cristianos palestinos difundieron el documento Palestina de la organización Kairos, publicado inmediatamente por el sitio del Consejo Mundial de Iglesias, llamando  al boicot general de Israel y sosteniendo que, la fe cristiana, les exige  posicionarse junto a los “reprimidos”, es decir, los palestinos. Habla de la injusticia de la “ocupación” israelí pero guarda oprobioso silencio en lo referido a los palestinos, incluidos los terroristas de Hamas que controlan la Franja de Gaza.

El documento Kairos describe la relación judía hacia Israel sólo en términos de la Shoá, absteniéndose de mencionar los 3000 años de historia hebrea muy anteriores al cristianismo y mucho más al Islam. “Nuestra presencia, en esta tierra, como cristianos y musulmanes palestinos, no es casual sino enraizada muy bien en la historia y en la geografía de este lugar”, dice el documento. “Occidente pensó en indemnizar a los judíos por lo padecido en los países de Europa  pero lo hizo a nuestra cuenta y sobre nuestra tierra”. Más aún, líderes palestinos de esas Iglesias declararon que estaba prohibido que exista un Estado judío dado que, todo estado religioso, es racista en su base. Mencionaron, en ese contexto, solamente a Israel por supuesto y evitaron pronunciarse acerca de todos los países musulmanes y otros, que sostienen  una religión oficial del Estado.  En el punto 1.1.1  el infame y mendaz documento dice: “El muro de separación, que ha sido construido sobre las tierras palestinas, que ha confiscado una gran parte de las mismas y que ha convertido nuestras ciudades y nuestros pueblos en prisiones y ha hecho de ellos cantones separados y dispersos. Gaza, después de la guerra cruel instigada por Israel en diciembre de 2008 y enero de 2009, continúa viviendo en condiciones inhumanas, bajo embargo permanente y permanece aislada geográficamente del resto de los Territorios palestinos”. Cabe recordar que Israel se retiró voluntariamente de Gaza en 2005 y desde entonces cientos de cohetes y proyectiles de mortero fueron lanzados por el grupo terrorista Hamas- los reales instigadores de la guerra- contra objetivos civiles israelíes.

No obstante,  el manifiesto Kairos obtuvo elogios por parte de grupos religiosos, incluidas las iglesias presbiterianas en Estados Unidos, que contiene 2.3 millones de creyentes y en 2004, fue la primera Iglesia Protestante norteamericana que llamó a la desconexión de Israel. Precisamente en ese año se produjo una declaración que constituyó un verdadero mea culpa  sobre antisemitismo por parte de la  Comisión Luterana Europea Iglesia y Pueblo Judío  (LEKKJ): Con gran preocupación observamos diversas expresiones de animosidad contra los judíos en nuestros países. Nuestros interlocutores judíos en el diálogo describen un aumento del antisemitismo, bajo muchas formas: pintadas en sinagogas y cementerios judíos, ataques verbales, amenazas telefónicas, e incluso violencia física.
Informes como el estudio del EUMC (European Monitoring Centre on Racism and Xenophobia) “Manifestaciones de antisemitismo en la UE 2002-2003”, confirman ese aumento del antisemitismo, y exigen medidas para combatirlos: Los líderes políticos europeos deben dejar muy en claro que consideran inaceptables el antisemitismo y el racismo, tomando una inequívoca posición sobre el tema, que tenga consecuencias en el nivel político”.
También esperamos una inequívoca posición por parte de los dirigentes y de todos los miembros de las Iglesias, ya que desde el punto de vista teológico, el antisemitismo es un pecado contra Dios y contra la humanidad” (Primera Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, Amsterdam, 1948). La actitud cristiana hacia los judíos”. También expresa la Carta ecuménica: orientaciones para una creciente cooperación entre las Iglesias de Europa” (Conferencia de las Iglesias Europeas y Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas”, 2001): Nos comprometemos: a combatir todas las formas de antisemitismo y antijudaísmo en la Iglesia y en la sociedad; a buscar e intensificar el diálogo con nuestros hermanos judíos en todos los niveles”.
Como cristianos luteranos, tenemos una responsabilidad especial, por los elementos antijudíos existentes en la tradición luterana. En los últimos años y décadas, este tema se presentó una y otra vez en las conferencias de la LEKKJ. La Declaración de Driebergen de la LEKKJ, de 1990, manifiesta: Instamos a las Iglesias luteranas no sólo a reparar los ataques antijudíos de las últimas expresiones de Lutero, con sus desastrosas consecuencias, en el sentido indicado por la Declaración Luterana de Estocolmo de 1983, sino también a replantear los patrones fundamentales de la teología y la enseñanza luteranas… a la luz de sus efectos sobre el diálogo entre cristianos y judíos”. Lamentamos que este criterio todavía no sea compartido por todos los miembros de nuestra Iglesia. Este desafío sigue siempre vigente. Actualmente, vemos que el antisemitismo aparece frecuentemente en forma de antisionismo. En cuanto Iglesias, tenemos lazos duraderos con el pueblo judío y con Israel. Al mismo tiempo,  tenemos relaciones con los cristianos palestinos. Pese a los esfuerzos por encontrar una posición equilibrada, a menudo observamos en el contexto cristiano una toma de posición no equilibrada a favor del punto de vista palestino.
En los debates públicos sobre estos temas, oímos con frecuencia alusiones antisemitas, como, por ejemplo, la inadmisible comparación entre la actual política israelí con la política de aniquilamiento de los nazis. La crítica a la política del Estado de Israel no es en sí misma antisemita. Pero se vuelve antisemita cuando se cuestiona la existencia misma del Estado de Israel.  En las discusiones públicas siempre vuelven a surgir clichés antijudíos como “venganza” y “ojo por ojo, diente por diente”.
Debemos subrayar que los desacuerdos políticos no justifican ningún ataque contra los judíos. Por otra parte, afirmamos que el Estado de Israel tiene el derecho y la obligación de defenderse y defender a sus ciudadanos del terror.

En 2007, el Consejo Mundial de Iglesias, organismo máximo que reúne en especial a liberales protestantes (580 millones de fieles), reunió a todas las iglesias en el Congreso, “A favor de la paz y la justicia en  Medio Oriente”. Del Congreso surgió un documento que condena la violencia e incentiva la solución de dos estados al conflicto, pero niega el derecho de Israel a continuar existiendo, en el futuro, como Estado judío. Lo hizo por medio de la obstinación a que, millones de palestinos, nietos de aquéllos que abandonaron o fueron expulsados, en 1948,  tienen “Derecho al Retorno” a Israel. Obviamente conceder esa aspiración a todos los hijos de tercera generación de palestinos, significaría para Israel ser fagocitada por los árabes y constituirse en minoría en su propio país.

El documento define el cerco de separación que Israel construyó a fin de alejar de su seno a terroristas suicidas (barrera que salvó, con eficacia,  muchas vidas judías, musulmanas y cristianas) como “grave violación de la ley internacional” que debe ser levantado.

En 2008  el Consejo Mundial de Iglesias reunió a un grupo de teólogos, protestantes y católicos, a fin de aclarar la tendencia cristiana hacia Israel (judíos no fueron invitados). El grupo difundió una propuesta en la cual,  entre otros, llama a los cristianos a considerar  las referencias bíblicas de Israel sólo como metáforas. Esa consideración rechaza la relación entre los judíos del presente y Moisés, Jeremías e Isaías. Señala el retorno a la “Teología del Reemplazo”, concepción de la Edad Media según la cual  la Iglesia reemplazó a Israel en el programa divino y todas las referencias bíblicas de Israel se relatan ahora al “Nuevo Israel”, es decir, a los cristianos. Durante cientos de años, esa concepción fue la base teológica para la negación de los derechos de los judíos en Europa, controlada por la Iglesia.

En ocasión de conmemorarse 50 años del fallecimiento del Papa Juan XXIII, el recordado Guiseppe Roncalli, el Papa más amado de la historia, el “Papa bueno”, propulsor del Concilio Vaticano II, que entre otros avances, exhortó a finalizar, con los siglos de persecución a los judíos, el Consejo Mundial de Iglesias (La Iglesia Católica no está adherida) omite decir entre otras cosas que a los musulmanes no se les permite convertirse al cristianismo y en muchos lugares hombres mujeres y niños cristianos son asesinados, rutinariamente secuestrados, violados y obligados a convertirse al Islam. Cada vez más, los cristianos son capaces de preservar su propia existencia sólo mediante el pago de grandes cantidades de rescate de dinero y son extorsionados en nombre de la Jihad, el  justificativo de “guerra santa”  del Islam, para someter o eliminar a  los “kafires”, infieles de cualquier otra confesión religiosa.

4 comentarios to “El Consejo Mundial de Iglesias, arrodillado ante el Islam”

  1. Algunos cristianos se dedican a criticar a Israel, cuando éste es el único país de Oriente Medio donde ellos viven libres y sin miedo.

    Que sigan defendiendo a los musulmanes, que luego se sorprenderán cuando sus nuevos amiguitos les decapiten gritando «allahu akbar!».

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  2. Un musulman puede odiar a un judio, pero nunca olvidara que los cristianos son su verdadero enemigo. Me canse de hablar con muslmanes, y todos me dicen los mismo. La historia lo ratifica, el enemigo del Islam es el cristiano. Pero, cuando el odio al judio es mayor que el amor a uno mismo, encontramos curas lamebotas del Islam, que no les importa desaparecer de la faz de la tierra, lo importante es que el judio tambien lo haga.

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  3. Exacto, Sergio.

    Mira lo que está pasando en Siria, donde estos mahometanos se están degollando, disparando y bombardeando entre ellos. Los terroristas chiies de Hezbollah e Irán, contra los yihadistas sunnitas.

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  4. Como cristiano evangélico protestante, repudio todo tipo de acuerdo que no lleva al bien común y en desmedro del pueblo de Dios. ni ayer, ni hoy ni nunca estaré de acuerdo que los cristianos tengamos «acuerdos de paz» con gente que no sigue al Señor y mucho menos busca nuestra extinción. Que El Señor trastorne los pasos de aquellos que odian al bendito pueblo de Israel!!!

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