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Egipto, en directo | El presidente de Egipto, Mohamed Mursi, ha rechazado renunciar a su cargo y ha ofrecido un gobierno de consenso que dirija el país hasta las próximas elecciones legislativas como medida para acabar con la crisis que se ha acentuado en el país en los últimos días, aunque no ha ofrecido nuevos compromisos. Un asesor de seguridad nacional ha señalado que golpe de estado ya está en marcha, apunta Reuters y solo queda la declaración militar. Los vehículos blindados del ejército se han desplegado por las calles y puentes de El Cairo para evitar que partidarios del presidente marchen hacia el palacio del Gobierno.
Además, según informa ABC News, Mursi se encontraría en arresto domiciliario, al igual que los líderes de Hermanos Musulmanes, aunque la versión de los militares niega este hecho y señala que Mursi es un «invitado» -fuentes no confirmadas apuntan a que también se les habría prohibido abandonar el país-. Por su parte, Hemanos Musulmanes ha negado esta información pero trabajadores del aeropuerto de la capital han confirmado tener la orden de impedir que los líderes islamistas salgan del país.
El asesor de comunicación de Mursi, Yasser Haddara, asegurabao que el presidente ha trabajado este miércoles de forma habitual en una oficina presidencial, situada en unas instalaciones de la Guardia Republicana en las afueras de El Cairo pero reconocía que no estaba claro si Mursi podría abandonar las oficinas libremente para regresar al palacio en el que ha pasado la noche. El Ejército egipcio ha levantado alambradas y barreras en torno al cuartel, según testigos mencionados por EP.
Asimismo, ha afirmado que el presidente egipcio no ha mantenido ningún contacto con los altos mandos del Ejército del país.
El comunicado, hecho a través de Facebook y firmado por el asistente de relaciones exteriores de Presidencia, vienen después de que se agotaran las 48 horas de ultimátum que el Ejército impuso.
Derramamiento de sangre
En el comunicado desde Presidencia, se destaca que la legitimidad «es la única garantía para la estabilidad y contra la violencia». El consejero de seguridad nacional advertía de que un golpe militar conlleva un «considerable» derramamiento de sangre.
«La Presidencia renueva su adhesión a la ‘hoja de ruta’ propuesta a la que todas las fuerzas nacionales fueron invitadas en nombre de una reconciliación nacional que satisfaga las reclamaciones de la población», dice el citado texto, donde también se recuerda que el segundo punto del proyecto es la creación de un comité independiente que se encargaría de proponer enmiendas constitucionales que serían presentadas al Parlamento una vez éste fuera elegido.
Mursi recordaba esta mañana que su elección fue democrática y se negaba a marcharse. El acuerdo no ha sido viable y ambos bandos declaraban que estaban dispuestos a dar la vida antes que ceder posiciones.
Despliegue armado
El portavoz del presidente egipcio declaró que para Mursi es mejor morir antes que quedarse «de brazos cruzados», en defensa de la legitimidad de su elección. Pero las Fuerzas Armadas también reconocieron estar dispuestas a derramar sangre contra «los terroristas y necios».
Este clima de tensión ha llegado a su grado máximo ahora que el tiempo impuesto a Mursi se ha agotado. El Ejército egipcio ocupó el edificio de la televisión estatal y desplegó sus acorazados por El Cairo.
Desgaste en el poder
El presidente, perteneciente a la organización islamista de los Hermanos Musulmanes, ganó las elecciones el 24 de junio de 2012 y se convirtió en el primer presidente egipcio elegido democráticamente. El 30 de junio asumió el poder, cuando se cumplía más de un año de la primavera árabe, que se basó en protestas y movilizaciones sociales en Egipto durante meses.
Pero el desgaste de Mursi ha sido evidente. Él mismo reconocía este lunes que había cometido errores y abogaba por el «diálogo nacional».
El ‘giro islamista’ de su programa gubernamental ha desatado las protestas al cumplirse el primer año de su mandato.
Desde que las plazas volvieron a llenarse, al menos 20 personas han muerto en enfrentamientos entre opositores y partidarios del Gobierno, según datos oficiales.
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