El Cairo deja a Hamás en Gaza sin energía

La única central eléctrica de la Franja de Gaza ha dejado de operar debido a la escasez de combustible – una medida que podría aumentar las ya muchas horas de apagones en Gaza y que aumenta la presión sobre el grupo militante islámico y gobernante de Gaza, Hamás.

La Autoridad de Energía de Gaza ha dicho que el cierre de la planta de energía implica que los palestinos podrían sufrir un apagón diario de hasta 12 horas, cuatro veces más de lo habitual.

La escasez de combustible se debe en gran parte a la campaña de Egipto de demoler túneles de contrabando en su frontera con Gaza, una importante ruta de importación de combustible ilegal.

Hamás está actualmente rodeado de dilemas, desde que los gobernantes islamistas de Egipto fueron derrocados por un golpe militar en julio. El gobierno de los Hermanos Musulmanes de Mohammed Mursi tenía estrechos lazos con Hamás y durante el año que Mursi ejerció como presidente, el grupo militante se benefició de un fuerte apoyo diplomático y financiero por parte de El Cairo.

Decenas de túneles de contrabando que conectan Gaza con la península del Sinaí de Egipto estaban siendo utilizados constantemente para abastecer al empobrecido enclave costero con todo tipo de bienes, desde comida y bebida hasta combustible y armamento.

Sin embargo, desde que el Ejército expulsó a los islamistas del poder, los disturbios en el Sinaí se han transformado en una sangrienta insurgencia, enfrentando a grupos islamistas y yihadistas de la península contra un Ejército que intenta erradicarlos. El Cairo dice que Hamás es un grupo terrorista que estaba en connivencia con los Hermanos Musulmanes y que juntos fomentan la insurgencia en el Sinaí.

Al demoler los túneles y cerrar su frontera, El Cairo le ha dado un mazazo a Hamás – que está contando los costes de sus errores, a través del menguante apoyo político que recibe de los palestinos de a pie.

Cada vez más aislados e impotentes, los palestinos de Gaza están perdiendo progresivamente la fe en Hamás. Sin embargo, es poco probable que el grupo, que fue elegido democráticamente en 2006, pero clasificado como organización terrorista por la UE y EE.UU., ceda el poder sin luchar.