Cuidadora filipina, estrella truncada de la TV de Israel
La ganadora de la última edición del conocido programa televisivo “Factor X”, la filipina Rose Fostanes, no podrá ver cumplido su sueño de ser cantante en el país debido a un entramado burocrático que sólo le permite trabajar como cuidadora.
Un día después de bajar del escenario como vencedora del “show” musical presentado por la modelo Bar Rafaeli, Rose tuvo que hacer frente a la realidad que su condición de trabajadora extranjera le impone a través de su permiso de trabajo.
La aspirante a cantante llegó hace seis años al país y comenzó a trabajar como cuidadora de ancianos, que es la profesión que aparece registrada en su visa de trabajo, señala el diario Yediot Aharonot.
De acuerdo con la legislación nacional, un extranjero sólo puede obtener dinero mediante el desempeño de la
profesión por la que le fue autorizada su visa de trabajo, sin excepciones, lo que por el momento compromete la prometedora carrera de Rose como intérprete.
“Soy sólo una cuidadora que quiere ser una cantante”, confesó Rose al diario, “no sé qué pasará ahora”.
Sea cual sea su futuro, esta inmigrante filipina de 47 años se ganó la simpatía y el apoyo de los telespectadores y del jurado, gracias a su fortaleza dentro y fuera del escenario.
“No canta una sola palabra en hebreo, y aún así la nación entera la votó porque es simplemente una tremenda cantante con una tremenda personalidad”, enfatizó la cantante Shiri Maimon, jueza y mentora de Rose en el programa.
“Vino aquí para hacer lo que nadie quería hacer. Ha contribuido al país, se merecía ganar”, apuntó. EFE
Aurora Digital