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Si el asesinato selectivo del líder de Al-Shabaab, Ahmed Abdi «Godane» 1 de septiembre, a 170 kilómetros al sur de la capital de Somalia, Mogadiscio, fue ejecutado por uno o más aviones no tripulados estadounidenses dirigidos desde una base en Djibouti, los elementos precisos para esta operación – a saber, la identificación precisa de su camioneta y la ruta que debía tomar – fueron acilitados al Pentágono por la DGSE siguiendo órdenes explícitas del presidente de la República Francesa.
Godane alcanzó la jefatura de los Shabaab («jóvenes») en 2008, después de que su predecesor Ashi Aden Ayro fue eliminado por un ataque estadounidense.
En un acuerdo secreto a finales de 2012 entre Barack Obama y François Hollande, se acordó que Estados Unidos ayudaría a los franceses a eliminar al sanguinario jefe de los jihadistas somalíes considerado como «HVT» (High Value Target – objetivo de alto valor) de acuerdo con el término que calificó, en su momento a Osama bin Laden. El apoyo de la aviación estadounidense durante la incursión fallida del 11 de enero 2013 en Mulo Marer, que condujo a la muerte del rehén y dos de sus compañeros CPIS (Centro de instrucción paracaidista especializada) en Perpignan, había sido negociado directamente entre la Casa Blanca y el Elíseo.
Después de esta operación, el presidente dio unas órdenes muy firmes a la DGSE. Él había pedido personalmente que el servicio «liquidase» a Godane, lo que una fuente calificada traduce así: «dio instrucciones precisas sobre las consecuencias de la muerte de los tres agentes. Mensaje: Francia no se olvida de los que la atacan. «Con los recursos técnicos y humanos nacionales, la DGSE nunca ha dejado durante un segundo de buscar a Godane, desde la fallida incursión de 2013 Muchas veces en los últimos meses, los franceses encontraron al líder terrorista y transmitireon sus coordenadas al Pentágono, como a finales de 2013, en que fue culpable de la muerte de dos franceses en la masacre de Westgate Mall, en Nairobi, Kenya.
Sin embargo, según nuestras fuentes, el Pentágono se había negado en cada ocasión a actuar, debido a las protecciones con que se aseguraba Godane. Este hombre, que nunca usó un teléfono o medios electrónicos, evitaba sistemáticamente estar en una zona aislada. Su protección efectiva debido a la presencia de muchos civiles a su alrededor duró 21 meses.
El único fallo que cometió durante este largo período se produjo el 31 de agosto, el día antes de su muerte. Pensando pasar desapercibidos y probablemente teniendo en cuenta que se habrían olvidado de él, organizó el desplazamiento entre su santuario en el sur de Somalia, y un nuevo lugar de residencia. Mala suerte para él, ese movimiento fue detectado.
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