jun 1, 2015
El finado vicepresidente de FIFA,el argentino Julio Grondona, provenía de una cloaca futbolística llamada Independiente de Avellaneda.La Justicia de EEUU lo acusa post-mortem de haberse robado 12 millones de dólares en coimas.Solo recibió de ellos tres,ya que los nueve restantes que debía recibir los perdió al morir repentinamente.
El escándalo de la FIFA ha puesto en primera línea de fuego a una decena de países de Latinoamérica y el Caribe. Hasta Uruguay, en una posición envidiable en el índice de corrupción de Transparencia, tiene su representante, con Eugenio Figueredo, en el equipo de altos cargos que tuvieron la mano más cerca de “la caja” que del balón.
En la lista de los corruptos también figura Eduardo Li como titular de la federación de Costa Rica, Julio Rocha, con el mismo cargo representa a Nicaragua, Nicolás Leoz lo hace por Paraguay, Costas Takkas en nombre de las Islas Caimán y Jack Warner por Trinidad y Tobago.
Concentrados en Sudamérica, Brasil aportó al equipo de imputados, detenidos o similar de la FIFA, a José Margulies (ejecutivo de medios) y aJose María Marín, ex titular de la Federación de su país. Venezuela a su homólogo Rafael Esquivel y Argentina a tres figuras del marketing y la televisión como Alejandro Burzaco (CEO del canal Torneos y Competencias), Mariano Jinkis y Hugo Jinkis (Grupo empresaria Full Play). Estos, sin contar al difunto Julio Grondona, presidente de la Federación argentina hasta el último día de su vida y gran capo del fútbol desde finales de los años 70 hasta su muerte hace apenas un año.
Los cuatro sudamericanos argentinos (incluido el difunto) baten récords en el número de representantes corruptos por país. Por ahora, Argentina supera, al menos en número, a todos los del mundo (Estados Unidos tiene al ejecutivo Aaron Davidson).
El mundo del fútbol no huele bien en Argentina desde el siglo pasado. No es ningún secreto la complicidad entre la mafia de los “barras” y los clubs. Tampoco es novedad el uso político del fútbol durante los Gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y por todos es conocido la habilidad que demostró Julio Grondona al mantenerse 26 años en la Fifa y 35 en la AFA (aterrizó con los militares) pese a las acusaciones de corrupción y embestidas que tuvo en su contra.
Con todo esto, quizás, habría que preguntarse por qué Argentina, gana este Mundial de corrupción de la Fifa 2015. La Auditoria General de la Nación que preside Leandro Despouy tiene alguna pista pero mucho me temo que el partido no ha hecho más que comenzar.
Nota basada en otra publicada en ABC de España