Células de ISIS llegan a América Latina
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Células del autoproclamado Estado Islámico (ISIS) podrían haber llegado al continente americano. Así lo aseguró el analista militar, Luis Alberto Villamarín, en entrevista con el periodista Carlos Montero este miércoles en el programa Café de CNN.
Alrededor de un millón de personas pudieron haber recibido entrenamiento político, militar y religioso por parte de Bina Laden para después crear células terroristas que se regaron por el mundo y que ahora han llegado a toda América Latina, dijo el analista.
Villamarín asegura que Estados Unidos debe utilizar todos los recursos necesarios para combatir células terroristas y desactivarlas. “La sociedad civil debe entender que se debe actuar e interceptar llamadas si es necesario”, agregó que esas llamadas son con fines de seguridad nacional y la sociedad debe entenderlo.
POR: universoparalelo14
Las facilidades para financiarse mediante el contrabando en los países latinoamericanos resultan muy atractivas para el Estado Islámico, que opera en Oriente Medio. El grupo yihadista Estado Islámico (EI, antes conocido como ISIS) está tan lejos y tan cerca de Latinoamérica, según sus propios intereses: en Oriente Medio encabeza una lucha sangrienta por imponer un califato, pero en América Latina las facilidades para fomentar su financiamiento pueden ser muy atractivas.

FILE – This file image posted on a militant website on Tuesday, Jan. 7, 2014, which is consistent with AP reporting, shows a convoy of vehicles and fighters from the al-Qaida-linked Islamic State of Iraq and the Levant (ISIL) fighters in Iraq’s Anbar Province. The Islamic State was originally al-Qaida’s branch in Iraq, but it used Syria’s civil war to vault into something more powerful. It defied orders from al-Qaida’s central command and expanded its operations into Syria, ostensibly to fight to topple Assad. But it has turned mainly to conquering territory for itself, often battling other rebels who stand in the way. (AP Photo/militant website, File)
En septiembre de 2014, la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, dijo que los países de América Latina tienen un rol que desempeñar en los esfuerzos contra el EI: asegurarse de que las redes de apoyo a los yihadistas no estén utilizando el territorio ni los sistemas bancarios.
El diario brasileño Folha de Sao Paulo aseguró en un reportaje que “Estados Unidos no tiene dudas de que grupos terroristas usan la Triple Frontera —ubicada entre Argentina, Brasil y Paraguay— para financiarse por medio del contrabando”.
La Subsecretaría de Antiterrorismo del Departamento de Estado de EU ha señalado que uno de los mecanismos concretos de que se valen los extremistas para recaudar dinero es “el uso de instituciones de caridad”.
Por su parte, el grupo de investigación InSight Crime sugiere que ante la amenaza global del terrorismo quizás sea más acertado apuntar a “los apoyos financieros e ideológicos” que grupos radicales como Hezbolá o el mismo EI podrían compartir con grandes organizaciones criminales en América Latina.
El analista político internacionalista Julián Schvindlerman dijo a Excélsior que “la presencia del EI en América Latina es entre inexistente y baja, o al menos el conocimiento sobre su presencia lo es, se sabe mucho más de la muy real presencia de Hezbolá, algunas células de Al-Qaeda e islamistas varios”.
“Puede haber individuos musulmanes que se identifiquen con el EI en la zona, pero en cuanto a grupos activos y operativos del Estado Islámico en Latinoamérica es en mi entender que no ha habido hasta el momento señales en el radar”, resaltó el analista argentino Schvindlerman.
El internacionalista argentino y especialista en Oriente Medio George Chaya señaló por su parte en una de sus columnas que“funcionarios de inteligencia occidental han revelado su preocupación por el avance islamista en el continente latinoamericano, los informes avanzan específicamente sobre personas de origen paquistaní, afganas e iraníes principalmente en Venezuela, Cuba y Nicaragua, quienes habrían establecido una base de operaciones en América Latina y cuyo centro operacional estaría ubicado en Venezuela”.
En este sentido, Schvindlerman señaló a este diario que “las chances (posibilidades) de que el EI gane una base en América Latina no son remotas, dada la existencia de núcleos islamistas radicalizados aquí. Si bien el EI es un desprendimiento de Al-Qaeda, hoy están enemistados, y si se sabe de la presencia de este último aquí, no sería descabellado suponer que sujetos que se identifiquen con el EI, emerjan.
“Pero en cuanto a que desde Oriente Medio el liderazgo del EI esté buscando ganar terreno aquí (América Latina), no parece ser el caso actual. Además, Hezbolá es enemigo del EI, lo combate en Oriente Medio, de modo que con seguridad este grupo chiita leal a Irán resistiría la infiltración de un grupo sunita hostil”.
En diciembre de 2011, Washington acusó a un hombre libanés de suministrar cocaína colombiana al cártel mexicano de Los Zetas, y poco después fueron acusados varios libaneses con lazos con Hezbolá en Venezuela y Colombia, por cargos relacionados con el blanqueo de dinero.
Según el experto en seguridad en Latinoamérica, Douglas Farah, entrevistado por Europa Press, los cárteles del narcotráfico y los grupos terroristas utilizan los mismos intermediarios para obtener armas, blanquear dinero y mover productos ilegales a través de las fronteras.