Al principio, el nombre era «Al Ilah», que significa «el dios» en la lengua árabe. Luego este nombre cambió a Alilah, y más luego cambió a Allah.
Para la tribu de Mahoma, los Qurays, el nombre Allah significaba abiertamente «el dios luna«. Este era su dios, y convenientemente era el «jefe de los dioses», la familia de Mahoma adoraba a por lo menos otros 360 dioses adicionales.
Para lograr el objetivo de unificar a esos dioses en uno solo, Mahoma dijo que recibió ese mandato «divino» de un ángel [Gabriel], y que debía destruir a todos los demás, e instaurar la adoración al dios luna.
En base a este sencillo argumento histórico podemos ver dos cosas claras: El Islam es una religión «monoteísta», pero de una base idolátrica. Hoy más de un billón y medio de musulmanes adora a una demoniaca creación llamada Alá, el dios luna.
Hasta el día de hoy, incluso los símbolos patrios de los países dominados por esta peligrosa ideología religiosa, muestran en sus banderas y emblemas el símbolo de la luna. Sin mencionar sus templos: Domos con la forma y color lunar.
Los miembros del Islam se identifican a sí mismos como «islámicos«, que significa «aquellos que se someten» a Allah. Esta ideología religiosa y su dios Alá, es equivocadamente relacionada con el Dios Abraham, Isaac y Jacob, es decir con Hashem.
Lo que el vulgo desconoce es que el Islam fue confeccionado recién 600 años D.E.C.como un intento de unificar a los árabes con un «dios único» o «jefe» de la tribu de Mahoma, el dios luna.
Esta misma luna creciente usada hoy por la religión islámica es la misma usada por los Sumerios, y que era adorada como el «dios luna».
Los arqueólogos han encontrado envases y vasijas de cerámica usada por los antiguos Sumerios en sus templos, zigurats en Ur y en Babilonia, que eran ciudades importantes del Imperio Persa, donde también se desarrolló el culto a la luna.
¿Puede notar alguna relación entre el Islam y la luna?
Los árabes no eran los únicos en considerar a la luna como un dios. Muchos de los pueblos que rodeaban a Israel también lo creían.
Los israelitas fueron advertidos por D”S que tenían que cuidarse de no dejarse influenciar con la práctica abominable de sus vecinos que adoraban al Sol y a la Luna.
«No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo, no te dejes seducir, no te inclines ante ellos y no los sirvas, porque el Eterno, tu D”s, Los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.» Devarim-Deuteronomio 4:19
Por: Estado De Israel