¿QUIERES HACER TU PROPIA MATZÁ?
Solo necesitamos Harina y Agua… También puedes añadir especias / sal / aceite… Pero lo básico es Harina y Agua. Pero no cualquier agua: ésta debe ser recogida con anticipación; si es posible de una fuente natural y sin ningún aditivo, agua pura. La guardamos toda la noche. Esta será “mayim shelanu”.
Lo ideal sería utilizar harina que hubiese sido supervisada desde el terreno en donde se plantó el trigo y durante la cosecha de los granos.
Guardamos la harina que vamos a usar en el “jeder kemach”, la habitación de la harina. La tamizamos para evitar bichos o impurezas.
Ponemos la harina y añadimos agua poco a poco. Movemos, juntamos y amasamos por un período máximo de 18 minutos. El tiempo empieza a correr desde que se une el agua con la harina.
Cuando terminan los 18 minutos, todos los que intervienen en la elaboración exclaman “I’shem matzat mitzah”, significando que se ha hecho bien el trabajo para que la matzá puede ser empleada perfectamente para cumplir las mitzvot de Pésaj.
Todos los utensilios son limpiados a fondo de todos restos de masa.
dejamos descansar la masa un ratito y luego llega el momento de aplastar, amasar.. Y se hace a «golpes». Golpeamos el bollo hasta aplastarlo. Estiramos el bollo y luego la perforamos con el tenedor.
El horneado es rapidísimo. Una persona pone al horno la masa y otra la saca. Y no puede hornearse más de 2 minutos (En realidad como veremos en el vídeo son segundos). Algunas veces el éxito no es total: la matzá puede llenarse de globos, puede arrugarse demasiado o estar blanda, es decir, no se ha cocinado totalmente. Todos estos defectos hacen no apta a la matzá y hay que empezar de nuevo. Si todo va bien la matzá está lista para comer.