Aunque algunos de los elementos básicos de la cocina en Israel siguen siendo los mismos que hace siglos -del aceite de oliva a la miel, de la leche a los cereales-, desayunar o almorzar en los tiempos bíblicos era un asunto diferente y, aseguran algunos expertos, mucho más sabroso
Es por ello que, mientras todavía se discute cuál es el «platillo nacional» del país, algunos chefs, restaurantes y hasta antropólogos están liderando en Israel un regreso gastronómico a las raíces de las sagradas escrituras y sus épocas.
En el centro de esta tendencia se encuentra una conocida «arqueóloga» de la alimentación, Tova Dickstein, una de las encargadas de la reserva natural Neot Kedumim, ubicada entre Tel Aviv y Jerusalén y que reproduce precisamente un ambiente bíblico, incluyendo árboles de cedro y recreaciones de prensas antiguas de vino y aceitunas.
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