Acaso a Netanyahu le importa ?
Un israelí se quema a lo bonzo en una manifestación
Por que se instituyo el dia 7 de marzo como el dia del hincha ?
Racing celebra su día
Todo hincha tiene un calendario propio al margen del oficial. En España, por ejemplo, el verano no llega ‘oficialmente’ hasta que es 11 de julio e Iniesta ya ha ‘marcado’ el gol del Mundial. Algo parecido sucede con cada 7 de marzo entre el pueblo académico, con una salvedad: en lugar de recordarse un hito estrictamente futbolístico, se festeja, en palabras de Germán Florentín, socio 17.683 de Racing Club, “un partido de fútbol transformado en una ilusión”.
El origen está en el 7 de marzo de 1999. Como nos cuenta Alejandro Wall, cronista de la pasión académica en su novela ¡Academia, Carajo!, el Día del Hincha de Racing no puede entenderse sin Liliana Ripoll, y las palabras que pronunciara cuatro días antes de aquella fecha: “Racing Club Asociación Civil ha dejado de existir”. Una serie de desmanes institucionales dejaban al club al borde de la quiebra y la consecuencia inmediata era evidente: Racing no arrancaría el campeonato ante Talleres en el día programado: el 7 de marzo de 1999.
La reacción del hincha fue inmediata. Alejandro Wall lo recuerda como un “acto de amor y compromiso. Aunque Racing no estaría en la cancha, los hinchas no faltarían a la cita”. Claudio Pérez, hoy presidente de la Filial España de Racing Club, lo recuerda “como el partido más difícil de la historia del club. Había que demostrar”, revive Claudio, “que la hinchada estaba siempre en las malas y que no dejaría que Racing desapareciera”.
Germán destaca que aquella movilización por unos colores fue espontánea y “boca a boca. Sin buscarlo, sin quererlo, sin organizarlo, había nacido el Dia del Hincha de Racing”. Las imágenes hablan por sí mismas. 30.000 personas acudieron al Cilindro de Avellaneda para “cantar todo el partido”, para alentar de cara a un césped que ese día estaba vacío de protagonistas”.
Alejandro, Germán y Claudio estuvieron en el Cilindro aquella tarde de calor en la que la sensación era extraña “porque ir a la cancha”, como explica el primero de ellos, “siempre fue una fiesta hasta ese día, que fue una forma de resistir”. Racing resistió la quiebra, consiguió volver a jugar e incluso logró salir campeón dos años después. Pero el 7 de marzo de 1999 quedó en la memoria de todos.
“Nos abrió la cabeza”, concluye Germán, “nos enseñó a pelearla aunque te digan que ya está todo perdido”. El 7 de marzo se convirtió en su mejor tarjeta de presentación. “Ser hincha de Racing”, termina Alejandro Wall, “es un acto de fe y resistencia. Somos felices más allá de todo. Superamos la derrota con felicidad”. La misma felicidad con la que hoy celebran su día y con la que este 7 de marzo, trece años después, sus colores volverán a tomar la calle.
http://www.marca.com/blogs/de-la-cabeza/2012/03/07/racing-celebra-su-dia.html
Refutando las patrañas del negador del Holocausto judío Robert Faurisson
El historiador antisemita luego de haber recibido una paliza en el año ’89
El Holocausto
De una persona que niega el Holocausto tengo un folleto, escrito por los franceses “historiador” Robert Faurisson. Él es una de las figuras principales en el movimiento Revisionistic, que intenta demostrar que nunca hubo un Holocausto y que todo es parte de una conspiración planeada por los sionistas, que la intención de apoderarse del mundo. Después de pasar el verano de 1998, leído en alguna parte alrededor de 3 000 páginas sobre el Holocausto, escribí esta respuesta:
¿Y CUAL ES EL PROBLEMA?
Este articulo lo leí originalmente en una revista S del R D hace ya mucho tiempo, pero como decía su lema, son temas de interés duradero:
Por Robert Fulghum
CORRÍA EL VERANO de 1959. Yo trabajaba en cierto centro vacacional; mis obligaciones eran atender la recepción en el turno nocturno y ayudar con los caballos en el establo. No me llevaba bien con el propietario, que desempeñaba las funciones de gerente; lo consideraba un fascista que sólo quería tener campesinos dóciles como empleados. A mis 22 años, acababa de salir de la universidad y expresaba mis puntos de vista sin ambages.
Cierta semana, a los empleados nos dieron de comer todos los días lo mismo: dos salchichas, un montón de col agria y panecillos rancios. Para colmo, el costo de la comida se deducía de nuestra paga. Yo estaba indignado.