LAS GUERRAS DE TODA LA VIDA. Sionismo y nacionalismos. Por Horacio Vázquez-Rial
Esta nota se origina en la pregunta de un amigo acerca de cómo conciliar nuestros reclamos sobre el derecho a existir y a defenderse del Estado de Israel con una consecuente crítica de los nacionalismos periféricos en España. Libro: En defensa de Israel
…….como compensación por largos siglos de gueto, se encuentra con que el mundo levanta murallas a su alrededor para mantenerlo aislado. Los judíos jamás levantaron un muro para separarse de los demás, pero siempre encontraron quien lo hiciera por ellos. Procuraron adaptarse a todas las sociedades, sin que ninguna se lo permitiera realmente, salvo, tal vez, la estadounidense, donde, sin embargo, tampoco faltan judeófobos. No fue sino tras dedicar sus mejores esfuerzos a asimilarse que Herzl descubrió que tal cosa era imposible y empezó a agitar para que los judíos poseyeran un hogar nacional.
Nada poseían los judíos antes de 1947. Por poseer algo, muchos, incluso Herzl, hubiesen aceptado un rincón de la Patagonia, Madagascar o Uganda. Dice Bashevis Singer que Herzl murió «siendo un convencido ugandista». Al final triunfó la tesis del retorno a Judea, que los romanos habían llamado Palestina en memoria de los filisteos, o contra la memoria de los judíos. Triunfó porque Gran Bretaña cedió finalmente, y porque se había hecho allí un largo y duro trabajo de conquista física de un desierto hostil…..
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