
La República de Serbia es un país del sudeste de Europa, uno de los seis resultantes de la desmembración de la antigua Yugoslavia. Su capital es Belgrado. Limita con Hungría, Rumanía, Bulgaria, Macedonia, Albania, Montenegro (país con el que hasta 2006 formó un estado confederado), Bosnia-Herzegovina y Croacia.
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Historia
El Reino de Serbia fue establecido en el siglo XI, y en el siglo XIII se convirtió en el Imperio Serbio. A partir de 1918 Serbia, como fundadora, formó parte de Yugoslavia en sus diversas formas. Desde 1992, tras la independencia de Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y la República de Macedonia, de la República Socialista Federal de Yugoslavia, y hasta febrero de 2003, Serbia y Montenegro integraron la República Federal de Yugoslavia. Entre 2003 y 2006, se formó la confederación de Serbia y Montenegro, finalmente disuelta el 3 de junio de 2006.
Los serbios entraron en su actual territorio a principios del siglo VII d.C., instalándose en seis formaciones tribales distintas: Rascia/Raška, Bosnia, Neretva/Pagania, Zachumlie/Zahumlje, Trebounia/Travunija y Zeta.
El primer estado serbio surgió bajo Caslav Klonimirovic a mediados del siglo X en Rascia. La primera mitad del siglo XI vio alzarse a la familia Vojislavljevic en Zeta.
Finalmente, a mediados del siglo XII se produjo una vez más la ascensión de Rascia con la dinastía Nemanjic. Los Nemanjic condujeron a Serbia a una edad de oro que produjo un estado poderoso con apogeo durante el gobierno del Zar Stefan Dusan a mediados del siglo XIV, antes sucumbieron al Imperio Otomano (con Zeta, el último baluarte, que finalmente cayó en 1499).
Serbia ganó su autonomía al Imperio Otomano en dos levantamientos en 1804 y 1815, aunque las tropas turcas siguieran en la guarnición militar de la capital, Belgrado, hasta 1867. Serbia fue un principado entre 1817 y 1882, y un reino entre 1882 y 1918, tiempo durante el cual la política interna giró, en gran parte, alrededor de la rivalidad dinástica de las familias Obrenovic y Karadordevic.
El asesinato en la capital bosnia, Sarajevo, el 28 de junio de 1914, del Archiduque Francisco Fernando, heredero del trono de los Habsburgo, por Gavrilo Princip, un joven serbo-bosnio, motivó un ultimátum de Viena demandando a Serbia que le permitiera una investigación austrohúngara del complot sobre el suelo serbio. A pesar de la aceptación de Serbia (el 25 de julio) de casi todas las demandas, el Imperio Austrohúngaro le declaró la guerra el 28 de julio. La movilización de Rusia en apoyo de Serbia, por su parte, provocó un ultimátum alemán demandando la retirada de sus fuerzas, y la declaración de guerra entre las grandes potencias durante la primera semana de agosto.
Después del final de la Primera Guerra Mundial, Serbia unió los Reinos de serbios, croatas y eslovenos, y cambió el nombre a Reino de Yugoslavia en 1929. Después de la Segunda Guerra Mundial, Serbia era parte de la República Socialista Federal de Yugoslavia. Desde 1992 Serbia formaba parte de la República Federal de Yugoslavia junto con Montenegro y desde 2003, miembro de una unión con Montenegro, unión que fue disuelta, tras ser aprobada por la mayoría de los montenegrinos en referéndum, el 3 de junio de 2006.
Geografía
Serbia está ubicada en los Balcanes, una región histórica y geográfica del sudeste de Europa. Comparte fronteras con Albania, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Hungría, Macedonia, Montenegro y Rumania. No tiene salida al mar. El río Danubio proporciona navegación al interior de Europa y al Mar Negro.
El terreno de Serbia se extiende por ricas y fértiles llanuras de la región norte de Vojvodina, zonas de piedra caliza y cuencas en el este, y en el sudeste antiguas montañas y colinas. El río Danubio domina el norte. Un afluente, el río de Morava fluye por las regiones más montañosas del sur.
El clima serbio varía entre un clima continental boreal con inviernos fríos y veranos calientes y húmedos, con precipitaciones bien distribuidas, y un clima más Adriático en el sur, con veranos calientes y secos, y otoños e inviernos relativamente fríos con fuertes nevadas en el interior.
División administrativa
Serbia está dividida en 29 distritos (5 de los cuales están en Kosovo, fuera de la administración gubernamental) y la ciudad de Belgrado. Los distritos, por su parte, están divididos en 108 municipalidades. Hay dos provincias autónomas: Kosovo y Metohija en el sur (con 30 municipalidades), actualmente bajo la administración de las Naciones Unidas, y Vojvodina en el norte (con 54 municipalidades).
La parte de Serbia que no es ni Kosovo ni Vojvodina se denomina Serbia Central. Serbia Central no es una división administrativa, al contrario que las dos provincias autónomas, y no tiene gobierno propio.
Cultura
Serbia es uno de los países con más diversidad cultural de Europa, merced a la existencia de fronteras entre grandes imperios, que pasaron por el territorio de la Serbia actual durante largos períodos históricos: entre el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Romano de Oriente, primero, y entre el Imperio Otomano y el Imperio Austrohúngaro, después. Como resultado, mientras que el norte es culturalmente centroeuropeo, el sur es más bien oriental. Por supuesto, ambas regiones han recibido influencias mutuas, por lo que en cualquier caso la distinción entre el norte y el sur es puramente artificial.
La influencia del Imperio Bizantino en Serbia fue quizás la más importante. Los serbios son cristianos ortodoxos, no católicos, y poseen su propia Iglesia nacional (la Iglesia Ortodoxa Serbia). Utilizan, asimismo, el alfabeto cirílico, si bien en el último siglo la utilización del alfabeto latino ha crecido considerablemente. Los monasterios de Serbia, construidos durante la Edad Media, son algunas de las pruebas más visibles de la asociación medieval de Serbia con Bizancio.
Belgrado – capital de Serbia
En la Constitución de la Serbia Belgrado ha sido declarada capital y centro administrativo, cultural, económico, científico y de comunicaciones de la República de Serbia.
Por esta ciudad transcurren las rutas que llevan desde la Europa Central hacia el Mar Egeo, el Mar Negro, el sur del Adriático y el Oriente Próximo. Su singular ubicacián en la desembocadura del río Sava al Danubio siempre le ha otorgado un papel singular en las relaciones entre los estados y los pueblos del continente europeo, porque el dominio sobre esta ciudad proporcionaba el camino abierto hacia el sur, a las profundidades de los Balcanes, mientras, por otro lado, ofrecía protección de las incursiones del norte.
Por eso la historia de Belgrado representa 2.000 años de sucesivas destrucciones y reconstrucciones. En la época de su fundación, esta zona estaba habitada por los celtas. Durante el Imperio Romano la ciudad recibió el nombre de Singidunum. En el período de las grandes migraciones la ciudad fue destruida y volvió a ser levantada en el siglo VI, durante el reinado del emperador bizantino Justiniano. Los ávaros y los eslavos, que en aquella época llegaron a las orillas de los ríos Danubio y Sava, la quemaron en el siglo VII pero, gracias a su gran importancia estratégica, la ciudad volvió a ser reconstruida.
El nombre eslavo de la ciudad, Belgrado (Ciudad Blanca), aparece por primera vez en el año 878 y se mantuvo hasta la actualidad, aunque habían aparecido sus distintas variantes en los idiomas de los pueblos que la conquistaban en los períodos de grandes revueltas (bizantinos, búlgaros, húngaros y, más tarde, turcos). La ciudad sufría grandes destrozos con cada invasión y volvía a levantarse de sus cenizas, cambiando de gobernantes y de ejércitos que la invadían.
Por ahí pasaron en varias ocasiones los cruzados en su campaña en el Este. Los serbios ocuparon Belgrado por primera vez en 1248. Luego la ciudad volvió a las manos de los húngaros, que en 1402 la entregaron al príncipe serbio Stefan Lazarevic, quien la renovó, fortificó y la proclamó su capital. Después de su muerte, la ciudad volvió a los húngaros que la utilizaron como el principal baluarte contra los turcos. Para los historiadores de ese período, Beograd era el «bastión de la cristiandad» y la «llave de Hungría». Después de la caida de Serbia, en 1450, Soleimán el Magnífico conquista la ciudad en 1521 y la convierte en el alcázar fronterizo turco y en base de las incursiones bélicas al norte.
En aquella época la ciudad se desarrolla en un gran centro comercial y puerto, por lo que, según los historiadores, alcanza una población de entre el 50.000 y 100.000 habitantes. La ciudad vuelve a ser destruida en 1688 cuando la atacan los austríacos. En su retirada los turcos la saquean e incendian. En el siglo XVIII Belgrado pasa sucesivamente de los turcos a los austríacos, por lo que en la ciudad se construyen simultáneamente casas de estilo oriental y europeo. A principios del siglo XIX la ciudad es ocupada por los jenízaros que someten a la población a una gran tiranía, que culmina con la sanguinaria decapitación de dignatarios serbios y la exibición en las murallas de la fortaleza de Kalemegdan de 72 cabezas serbias clavadas en estacas. Esta tiranía fue el motivo directo de la rebelión contra los usurpadores jenízaros y del Primer Levantamiento Serbio en 1804. En aquella ocasión los sublevados conquistaron Belgrado, donde se quedaron hasta 1813, cuando volvieron los Turcos. Con el Segundo Levantamiento los Serbios consiguieron numerosos privilegios y el autogobierno local. En 1830 el sultán turco dicta un acto que preveía que los turcos abandonasen Belgrado, por lo que su numero empezó a disminuir paulatinamente. En 1867 los turcos entregan las llaves de la ciudad al príncipe Mijail, hijo del lider del Segundo Levantamiento Serbio, y desde entonces Belgrado se convierte en la capital, primero del Principado y luego del Reino de Serbia, y más tarde del estado yugoslavo.
Belgrado sufrió una nueva destrucción durante la Primera Guerra Mundial cuando la conquistaron los austríacos, pero fue liberada en 1918. Entre ese año y 1940 llegó a tener unos 430.000 habitantes.
El 6 de abril de 1941 la ciudad vuelve a ser bombardeada brutalmente por orden directa de Hitler, furioso por el derrocamiento del gobierno profascista del 27 de marzo de 1941. Los Aliados también bombardearon la ciudad en varias ocasiones durante la guerra, intentando destruir los objetivos militares alemanes, y provocaron nuevos grandes daños. Finalmente, el 20 de octubre de 1944, Belgrado es liberada definitivamente en la última de las 114 grandes batallas que se han librado alrededor y dentro de sus murallas. En esas batallas Belgrado ha sido destruida o quemada hasta los cimientos 38 veces, pero siempre volvía a ser levantada y actualmente es una de las ciudades más antiguas del continente europeo.

Slovodan Milosevic,Héroe de la Patria
serbia.Asesinado por envenenamiento
en una cárcel de Holanda