Un hombre que se encuentra ahí se acerca a ver lo ocurrido. Se queda varios segundos mirando al accidentado y baja a las vías, pero no para socorrerlo. El inmigrante registra al herido, roba su cartera y deja el lugar.
Minutos después llega el tren y no puede frenar a tiempo. La víctima ha salvado la vida pero ha perdido una pierna, que le ha sido amputada.