La última demostración de fuerza aérea de Netanyahu llega demasiado tarde como para detener a un Irán nuclear

Escuadrones de aviones de combate F-15 y F-16 de la Fuerza Aérea de Israel han llevado a cabo esta semana ejercicios de entrenamiento de su capacidad para llevar a cabo misiones a larga distancia, ha informado el ejército israelí este jueves. Los ejercicios incluyeron repostaje en pleno vuelo y combates aéreos contra aviones de combate extranjeros. 

Estos ejercicios se llevaron a cabo junto con aviones de la Fuerza Aérea Helena y unidades navales en el Peloponeso occidental y el Myrtoon Pelagos de Grecia, poco antes de que las conversaciones de las seis potencias sobre el programa nuclear de Irán comiencen en Ginebra.

Comentaristas israelíes señalaron que las maniobras transmitían un mensaje a Teherán de que de la opción militar de Israel de bombardear su programa nuclear está vivo y coleando. El primer ministro Benjamin Netanyahu bombardeó los medios televisivos europeos con entrevistas advirtiendo a sus líderes de que los iraníes están engañando al mundo sin dejar de desarrollar la capacidad para desarrollar armas nucleares. «No digan que no se lo advertí», dijo.

El Primer Ministro Netanyahu está actuando como si creyera que todavía tiene tres claves para lanzarse contra el programa nuclear de Irán:
1. Los militares israelíes que se concretan en su fuerza aérea.

2. Los líderes europeos, que están consternados por el precipitado acercamiento del presidente Barack Obama hacia Teherán. Dirigiéndose a ellos, Netanyahu advirtió: «Mejor ningún acuerdo que un mal acuerdo».

3. El Congreso de EE.UU., en el que cuenta para bloquear aplicaciones presidenciales futuras para aprobar el levantamiento de las sanciones contra Irán, simplemente mediante la retención de la aprobación de sus acuerdos con Teherán.

Sin embargo, la verdad que todo Oriente Medio y los líderes occidentales saben a estas alturas, es que se ha perdido la batalla contra un Irán nuclear.

El presidente Obama ha terminado sus negociaciones secretas con Irán y ha pedido a los delegados de Estados Unidos poner en la mesa de las negociaciones de Ginebra el 15 de octubre los acuerdos u ofertas a los que halla llegado con los líderes iraníes.

Esos acuerdos están a punto de ser aprobados por el P5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania) para su implementación en etapas. Dejarán a Irán con una capacidad reducida, pero intacta, para seguir enriqueciendo uranio, junto con su capacidad para utilizar los sitios clandestinos para albergar las armas nucleares que son capaces de producir.

Netanyahu puede seguir llamando a este un mal trato. Pero después de todo, fue tomando forma durante su mandato como primer ministro. Y después de que Barack Obama se convirtiera en presidente en 2009, Israel no pudo detener la carrera de Irán para fabricar una bomba nuclear – no en Parchin, Arak ni Fordo – sino en la Casa Blanca.

El primer ministro organizó el simulacro de la fuerza aérea de larga distancia más para consumo interno que para su uso como un elemento de disuasión para impresionar a Teherán. Los iraníes han conseguido demasiado bien que a sus maniobras diplomáticas se les preste gran atención. Están seguros de que el gobierno de Netanyahu se cansará de su campaña, terminará alineándose una vez más con la administración Obama y tragará sus acuerdos con el presidente Vladimir Putin sobre Irán, tal como lo hizo con las armas químicas de Siria.

Fuente: Debkafile