En Europa, los barrios con una población musulmana significativa pronto se convierten en una zona de «NO GO» para los no musulmanes, donde guetos de inmigrantes se han convertido en guetos delictivos. La policía se niega a entrar en estas áreas a menos que estén en grupos, a menudo armados. Los Musulmanes disfrutan de incendios provocados deliberadamente, y cuando llegan los bomberos, los atacan.