VICTORIA TORO
nueva york / corresponsal 14 de junio de 2014 05:00
. Visita con Michelle una reserva para explicar próximas medidas del Congreso
Barack Obama se convirtió ayer en el tercer presidente estadounidense que entraba en una reserva india en los últimos ochenta años. Pero, además, el que fuera en compañía de su mujer, Michelle, hizo de esta visita un acontecimiento histórico, porque fue la primera vez que una primera dama pisaba territorio indio. Los Obama viajaron hasta la reserva de los siux que se encuentra en Cannon Ball, en la frontera entre las dos Dakotas. Allí, el presidente celebró el Día de la Bandera y anunció varias medidas que el Gobierno de Washington adoptará para mejorar la vida de los nativos americanos, como se los conoce en su país.
La de ayer no era la primera visita de Obama a una reserva. En el 2008, en plena campaña electoral, cuando todavía no era presidente, visitó uno de estos territorios y prometió impulsar profundas reformas que, según explicaban ayer algunos de los siux que esperaban su llegada, en su mayoría nunca cumplió. Sin embargo, esos incumplimientos no han supuesto que el recibimiento fuera peor porque, como aseguraban algunos de los pobladores de la reserva, a pesar de ello «ha sido el mejor presidente desde Nixon».
La vida en las reservas de los indios americanos es muy complicada. El desempleo es muy elevado: en la de Cannon Ball el paro entre la población útil es del 63 %. Muchos de los habitantes de estos territorios viven en infraviendas: son típicas las caravanas sin agua corriente.
Y los datos de la educación de los niños son dramáticos. Hay 48.000 niños indios en edad escolar que estudian en 183 escuelas de 23 estados. Esas escuelas son las que obtienen los peores resultados de todo el país y donde la tasa de abandono escolar es mayor. Además, en las comunidades indias están más presentes que en otros colectivos lacras como la violencia machista y un alto consumo de alcohol y drogas.
Las medidas que promete
Sobre todo ello habló ayer Obama con un grupo de jóvenes habitantes de la reserva con los que se reunió. Los programas que presentó para mejorar la situación consisten en una inversión de 70 millones del Departamento de Vivienda destinados a regenerar las condiciones de habitabilidad de las viviendas y un proyecto educativo para luchar contra las malas calificaciones y el abandono escolar. También presentó los planes para luchar contra los traficantes de drogas y los programas de creación de nuevos mercados con los que se pretende dar salida a los productos y servicios que ofrecen los indios, como fórmula para mejorar su situación económica.