¿Por qué Irán no aceptará un acuerdo favorable?

por edwin2295

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Los mulás nos están salvando de nosotros mismos. O, más concretamente, el ayatolá Jamenei nos está salvando de la desesperación del presidente Obama por alcanzar un acuerdo en materia nuclear.

La desesperación de Obama es evidente para todos: necesita algún logro en política exteriorque pueda compensar todo un rosario de fracasos (Irak, Siria, el Estado Islámico, Ucrania, Yemen, Libia, las conversaciones de paz palestino-israelíes…) que está llevando su política exterior a cotas dignas de Carter, o incluso más allá, hasta niveles desconocidos de fracaso. Por eso ha estado dispuesto a concederle a Irán un acuerdo en materia nuclear bajo condiciones tan generosas e, incluso aunque los iraníes no acepten esos términos tan favorables, está dispuesto a seguir prorrogando el plazo de negociación una y otra vez.

Como explica muy claramente Michael Gordon, del New York Times:

Hace tiempo que Estados Unidos abandonó el objetivo de eliminar la capacidad de Irán para enriquecer uranio, una exigencia en la que Israel lleva tiempo insistiendo como forma más segura de garantizar que Irán no mantenga una opción para tratar de desarrollar armas nucleares.

El objetivo, más modesto, que las negociaciones estadounidenses trataban de alcanzar era un acuerdo que “ralentizara el programa nuclear iraní lo bastante como para que Irán tardara al menos un año en fabricar material suficiente para una bomba nuclear en el caso de que decidiera ignorar el acuerdo”.

Seguro que convenía a los intereses iraníes firmar un acuerdo semejante, en el que los mulás se comprometerían a dejar fuera de servicio algunas de sus 19.000 centrifugadoras (actualmente son operativas unas 10.000 de ellas) y, a cambio, recibirían miles de millones de dólares gracias a unlevantamiento de sanciones, lo que salvaría de la ruina a la economía del país y, asimismo, libraría a los dictadores de la teocracia iraní de ser derrocados por su cada vez más insatisfecho pueblo. Entonces, una vez firmado el acuerdo, Irán podría proceder tranquila y secretamente a hacer trampa, tal vez construyendo una bomba de plutonio merced a su nuevas instalaciones de agua pesada de Arak.

Eso es, en buena medida, lo que hizo Corea del Norte tras firmar el Acuerdo Marco de 1994. La Administración Bush, que no estaba tan entusiasmada con dicho acuerdo como Bill Clinton, se enfrentó a Corea del Norte presentándole pruebas de sus incumplimientos en 2002. Entonces, los coreanos se dejaron de subterfugios e hicieron pruebas con un arma nuclear en 2006. Para entonces era demasiado tarde para que Estados Unidos hiciera algo al respecto.

Irán ha tenido un año entero para firmar un acuerdo así de favorable y, sin embargo, se niega a cerrarlo. ¿Por qué? ¿Y qué va a cambiar en los próximos siete meses?

Mi teoría, y admito que no es más que una teoría, es que el ayatolá Jamenei simplemente no puede aceptar hacer un trato con el Gran Satán por muy favorable que sea, porque con ello socavaría la legitimidad revolucionaria de su régimen. Desde la crisis de los rehenes en 1979, la teocracia iraní se ha definido como opuesta a Estados Unidos. Gracias en no poca medida a la falta de respuesta por parte de Obama, Teherán está más cerca que nunca de hacer realidad su ambición de dominar toda la región que se extiende hasta el Mediterráneo, incluidos Irak, Siria y el Líbano. Ah, e Irán también está avanzando en Yemen. Puede que no sea más que que Jamenei no puede digerir la idea de alcanzar cualquier tipo de acuerdo con Estados Unidos, porque ello obstaculizaría la ofensiva iraní en el exterior y debilitaría su propia legitimidad para gobernar el país.

En resumidas cuentas, quizá Jamenei esté más comprometido con su destructiva ideología de lo que Obama lo está con la suya. Y puede que eso sea lo único que nos está salvando de un acuerdo catastrófico con Irán, aunque no nos libre de que las negociaciones se prolonguen de forma interminable.

Fuente: Commentary

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