bajurtov
“Pedid la paz de Jerusalén” (Salmo 122:6), porque si una mano extraña intentara apoderarse nuevamente de ella, ciertamente ha de ser amputada. Orad por la paz de Sión, porque, si ha de haber guerra por ella, el mundo entero se precipitará en un holocausto –y al final Jerusalén permanecerá judía. A sangre y fuego se ha levantado nuevamente Sión –nunca más se postrará de rodillas. Esta es la promesa segura que damos al mundo, y los garantes que traemos como respaldo son los mismos que nuestros ancestros una vez trajeron frente al Todopoderoso en el Sinaí –nuestros hijos. Ellos andarán por las calles de Sión y de su Jerusalén y con la fuerza de su juventud y poderosas armas asegurarán que esas calles, piedras, colinas y hogares continúen siendo judíos por siempre.
Una cierta resolución sobre el sionismo ha sido aprobada en las Naciones Unidas. En realidad, es una resolución sobre el judaísmo. Es importante que una respuesta sea dada. Es importante que el mundo sepa precisamente qué es el sionismo y qué es el pueblo judío.
Es importante que las naciones oigan nuestra proclamación: “¡Escucha mundo; soy sionista, soy judío!”
Y escucha tú también, judío. Escucha para que entiendas por ti mismo quién eres, y qué, y por qué. Porque no hay escape de esto, incluso si uno fuese tan tonto como para desear escapar a la grandeza y majestad del destino judío. Escucha para que puedas erguirte con orgullo y sepas qué responder –con dignidad y no titubeante a la defensiva. Para que sepas de donde vienes y a donde vas, ya que sin lo primero es imposible conocer lo segundo.
Y así, escucha judío mientras le hablamos a un mundo que entiende tan poco como tú sobre la eternidad del pueblo judío. Escucha, mientras la idea judía es proclamada. Escucha y aprende. Escucha y retorna.
Escucha mundo, escucha judío.
(*) Isidoro Winicki es un renombrado periodista argentino radicado desde hace varios años en Israel.
PATRIA JUDÍA 