Contribuyentes judíos se ven obligados a pagar los gastos de las «clínicas jurídicas» de las universidades que dedican su tiempo a ayudar celosamente a los terroristas asesinos de masas en la cárcel.
Karin Helharar Hartstein, actual miembro de la Knesset por el partido Yesh Atid (que forma parte de la coalición de gobierno de Netanyahu) fue una abogada en una de estas «clínicas jurídicas» defensoras de los «derechos» de terroristas árabes. Respecto al tema, la diputada dijo: «Si son perjudicados sus derechos (los de los terroristas) ellos serían perseguidos».
Seguramente esta mujer no tenga familiares que hayan muerto masacrados en atentados de esos «pobres perseguidos a quienes vulneraríamos sus derechos si no los atendiéramos con todas las garantías».