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Arabia Saudita ha entrado en un cabeza a cabeza con Rusia, aliado de Irán en Yemen.
Moscú dice haber evacuado a centenares de ciudadanos rusos de Yemen por un puente aéreo en el aeropuerto de Saná, pero fuentes de inteligencia y fuentes militares de Debkafile revelan que ni un solo avión ruso ha despegado desde ningún aeropuerto de Yemen desde el 27 de marzo, cuando Arabia Saudí lanzó su ofensiva militar contra los rebeldes Houthi pro-iraníes.
El Saudies advirtieron a Rusia de que no serían responsables de la seguridad de los vuelos que aterrizaran en los aeropuertos de Yemen o los pasajeros reunidos allí para su evacuación, mientras que su fuerza aérea lanzó ataques contra los rebeldes. Al tener el control de los cielos de Yemen en las primeras etapas de su intervención, los sauditas declararon su espacio aéreo como una zona de exclusión aérea.
Esta advertencia ganó sustancia cuando, el 1 de abril, aviones de guerra F-15 de Arabia, bombardearon el consulado ruso en la segunda ciudad más grande de Yemen, Aden. Un testigo ruso dijo que ni una sola ventana en el edificio quedó intacta y todos los ciudadanos rusos tuvieron que salir de la ciudad.
Según fuentes de Debkafile, el edificio fue de hecho completamente demolido con el fin de desmantelar un centro regional de recolección de inteligencia rusa, que operaba en el edificio del consulado y que alimentaba a la inteligencia iraní con datos sobre los movimientos militares en el barrio.
Funcionaba con el mismo sistema que las estaciones espías rusas en Siria, que mantienen rutinariamente a sus colegas iraníes al tanto de las actividades militares, incluidos los movimientos del ejército israelí.
Habían dudas de si la información recopilada en la instalación de Adén fue transmitida por agentes iraníes a los comandantes Houthi, sin duda después de que las Brigadas Al Qods con su jefe el general Qassem Soleimani llegó a Sanaa para dirigir la ofensiva rebelde después del lanzamiento de la ofensiva de Arabia.
En tiempos normales, la instalación espía rusa habría sido responsable de la vigilancia sobre la navegación a través del estrecho de Bab el-Mandeb y los buques de guerra que navegan entre el Mar Rojo, el Golfo de Adén y el Océano Índico.
El siguiente capítulo de la historia de la evacuación de los ciudadanos rusos, se desplegó el jueves 2 de abril, el día después de que el consulado fue arrasado: Los rusos intentaron activar sus conexiones en El Cairo para obtener el permiso de Arabia Saudita para aterrizar un avión en Saná, donde cientos de rusos habían concurrido a la espera de su seguridad.
Los saudíes transmitieron su negativa a Moscú por medio de El Cairo.
Luego, el viernes 3 de abril, un vuelo aterrizó en el aeropuerto de Moscú Chkalovsky llevando a evacuados rusos desde Yemen, seguido de un segundo vuelo que aterrizó en un aeropuerto militar ruso no identificado.
Fuentes de Debkafile informan de que a ninguno de esos aviones en realidad se le permitió despegar desde Sanaa, pero volaron desde El Cairo. Después de la prohibición de Arabia a los vuelos en los aeropuertos yemeníes, Moscú no tenía más remedio que rescatar a sus nacionales del país asediado por mar a bordo de barcos que los llevarían a Egipto.
Fuente: Debkafile
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