El icono de la «primavera árabe»: La Plaza Tahrir

por suso14

La violación de la periodista norteamericana Lara Logan o de la periodista francesa Caroline Sinz (denunciadas en su momento en «Patria Judía») aun siendo actos totalmente repugnantes, execrables y asquerosos, se dieron a conocer a la «mass media» internacional debido a la relevancia y a la profesión de sus víctimas. Lamentablemente, tan solo es la «punta del iceberg» de lo que a diario ocurre en esta plaza, icono de la «primavera árabe».

En el vídeo, una jauría inyecta de animales rabiosos violan a la periodista francesa Caroline Sinz

A plena luz del día y con impunidad, se repiten las violaciones y los ataques sexuales contra mujeres en la emblemática plaza de El Cairo

«Todo lo que sé es que había cientos de manos arrancándome la ropa y violando brutalmente mi cuerpo. No había escapatoria. Todos decían que me estaban protegiendo y salvando, pero todo lo que sentí del círculo (de hombres) que se cernía sobre mí, pegándose a mi cuerpo, era la violación (…); alguien incluso intentó besarme…».

Esta brutal asalto ocurrió el pasado 25 de enero en mitad de la plaza Tahrir de El Cairo, mientras miles protestaban contra el gobierno de los Hermanos Musulmanes.

No fue ni ha sido la única. Sólo en ese día se contabilizaron hasta 19 agresiones en la misma plaza, que acabaron con varias de las víctimas en el hospital. Desde la misma noche en la que Hosni Mubarak fue obligado a dimitir, los ataques sexuales contra mujeres en este ágora revolucionaria se han repetido con cierta frecuencia, pero se han intensificado en las últimas semanas.

Denuncian que el fin es crear pánico entre las mujeres para que dejan la protesta

Asociaciones de derechos humanos denuncian que se trata de ataques orquestados, protagonizados por grupos de hombres que saben cómo, cuándo y dónde llevarlos a cabo, y cuya finalidad es crear pánico entre las mujeres para que abandonen la protesta.

No todas las víctimas reúnen el coraje para relatar públicamente su historia, como ha hecho la joven que abre este reportaje y cuyo testimonio recoge el centro Nazra de Estudios Feministas. El estigma social es demasiado alto, y la reacción de muchos egipcios sigue siendo la de responsabilizar a las víctimas por encontrarse en la calle a esa hora o en ese lugar. Pero las experiencias que relatan estas mujeres, públicamente o a psicólogos de distintas ONG son muy similares.

«Empiezan a ser rodeadas de hombres, que consiguen separarlas de los amigos o familiares con los que van. El número de hombres aumenta rápidamente y empiezan a manosearlas», explica Engy Ghozlan, una de las activistas que participa en la Operación Anti Acoso Sexual, un grupo formado por voluntarios y organizaciones de derechos de la mujer que da apoyo a estas víctimas e interviene en sus rescates.

Desnudadas en público

Algunas de las mujeres consiguen ser sacadas del tumulto a tiempo, pero otras no, y acaban siendo desnudadas en público por esa turba de descontrolados, que en muchas ocasiones ha terminado por violar a estas mujeres hasta dejarlas inconscientes.

«En un momento escuché a un grupo de jóvenes a mi izquierda acordando trasladarme a otro lugar. Comentaban: «Nos la llevamos y después, uno a uno, chicos»», relata la joven que contó su testimonio al centro Nazra, después de ser arrastrada desnuda por varios callejones y pasar por delante de al menos dos comercios que no abrieron sus puertas para rescatarla.

Las ONG que siguen este terrorífico asunto aseguran que la violencia contra las mujeres ya era un arma utilizada para aterrorizar en la época de Mubarak. «Pero ahora se trata de un acto planificado. Estos hombres están entrenados, saben cómo acercarse a sus víctimas y en qué momento atacar, actúan siempre de la misma manera», reconoce Mona Hamid, del Centro Nadim para la Rehabilitación de Víctimas de la Tortura, organización que ofrece tratamiento psicológico y asesoramiento legal a mujeres que han sido víctimas de estas agresiones. «Lo que hay que preguntarse es quién se beneficia de que las mujeres dejen de ir a las manifestaciones en Tahrir», apunta Hamid.

Ni una detención

Estos grupos han documentado decenas de ataques, pero hasta la fecha no se ha producido ni una detención. La plaza que simbolizó el ansia de los egipcios por un futuro mejor se ha convertido en un lugar poco seguro para las mujeres. Los manifestantes se enorgullecían durante la revolución de que Tahrir era «el lugar más seguro de Egipto». Ese Tahrir hace mucho tiempo que dejó de existir y hoy en día, los ataques a mujeres quedan impunes.

Por primera vez la semana pasada, y después de que se denunciaran decenas de casos, el fiscal general de Egipto, Talaat Abdallah, ordenó una investigación por la violación de una joven de 19 años en Tahrir el mismo día que se cumplía el segundo aniversario de la revolución.

«Las autoridades no han hecho ningún tipo de esfuerzo por intentar investigar los casos o buscar a los culpables. No se ha producido ni una sola detención», denuncia Hamid, cuya organización está recopilando testimonios e información para presentar denuncia «contra el presidente Mohamed Mursi, el Ministerio del Interior y todos los que sean responsables de que esta violencia se repita impunemente en las calles de Egipto».

«No hay voluntad política para solucionarlo»

La denuncia de los movimientos que acuden al rescate de estas víctimas es siempre la misma. «Ni los partidos ni las autoridades hacen nada por solucionarlo», asegura Engy Ghozlan, de la Operación Anti Acoso Sexual, que considera que las formaciones que organizan las manifestaciones en Tahrir deberían ser responsables de asegurar el espacio público, ya que la presencia de la Policía, lo único que consigue es empeorar la situación. «Las violaciones son cada vez más violentas y organizadas, y no sabemos quién está detrás, pero podemos asegurar que no son arbitrarias», denuncia.

Fuente: Diario ABC

2 comentarios to “El icono de la «primavera árabe»: La Plaza Tahrir”

  1. Gracias Suso por sacarlo a relucir,

    qué asco dan estos hijos de la gran puta,les……….

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  2. De nada, Bakea!

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