(Parashá: Matot-Masei Bemidbar-Números; 30:2-36:13)
Matot
Si cumples lo que dices, lo que dices se cumple
“Moshé habló a los jefes de las tribus de los hijos Israel, diciendo: ‘Esto es lo que Hashem ordenó: Si un hombre expresa un voto a Hashem o un juramento para obligarse a cumplir una prohibición, no profanará su palabra; conforme a lo que dijo, hará’” (Bamidbar 30:2-3).
Entendidos literalmente, estos versículos hablan acerca del mandamiento de cumplir las promesas y que está prohibido faltar a ellas. Además de este mandamiento de cumplir con lo que uno promete, la Torá enuncia una prohibición que Loyajeldebaró, que literalmente significa ‘No profanará su palabra’, lo cual implica, tal como Rashí lo señala, que no debemos traicionar nuestra palabra convirtiéndola en julín, en ‘algo profano’.
Si bien es cierto que en general uno debe cuidar el habla y mantener la pureza, el versículo señala que si uno no cumple con su palabra, la palabra se profana. Por supuesto que uno no debería utilizar el habla para pláticas banales y mucho menos para palabras prohibidas como chismes, ofensas u obscenidades, pero es específicamente cuando uno no cumple lo que promete que la palabra se vuelve julín. Si, por el contrario, la usa adecuadamente y cumple sus promesas, la santifica.
Hay individuos que poseen enorme poder en su palabra, a grado tal que muchos los buscan para pedirles bendiciones que, con frecuencia, se cumplen. Por eso encontramos largas filas de personas que piden una berajá a algún tzadik, ya sea para mejorar su situación económica o para curarse de alguna enfermedad o buscar algún shiduj. Muchas de esas personas acuden porque sus bendiciones se cumplen y por lo tanto van a pedir alguna bendición. ¿De qué depende que las bendiciones de esas personas se cumplan? ¿Por qué sus bendiciones sí dan frutos, mientras que las de otras personas no tanto?
Indudablemente el mérito de estas personas es importante y, al ser personas con un elevado nivel espiritual, es decir, por el gran mérito que tienen, Dios hace que se cumplan sus bendiciones. Los sabios afirman: “El tzadik decreta y el Santo, bendito sea, lo cumple”1. Las palabras de una persona justa tienen un impacto en el Cielo; sus rezos son aceptados y sus bendiciones se cumplen. El habla de los tzadikim es especial porque todo lo que dicen da frutos, pues ha logrado conservar el gran poder que el habla tiene.
Este versículo nos dice que también el hecho de cumplir la palabra es lo que hace que su palabra sea sagrada y, al contrario, cuando uno falla su palabra, su hable se profana. El Séfer Jasidim señala que cuando una persona cumple lo que dice, lo que dice se cumple. Por eso las bendiciones de los tzadikim se cumplen: cuando ellos cumplen lo que dicen, Hashem hace que lo que ellos dicen se cumpla
Debemos estar atentos a lo que decimos y cumplir con lo que prometemos. Ya sean votos, nedarim o promesas, debemos ser cuidadosos y cumplir con lo que decimos. De esa manera lograremos conservar la santidad que tiene la palabra y mantener así la fuerza que D.os le dio. Al fin y al cabo, D.os creó el universo con palabras: las palabras tienen el poder de crear y modificar la realidad física.
El peligro de la adulación
Masei
“Y no impurificarán (tajanifú) la tierra en la que están, pues la sangre impurifica (yajnif) la tierra y la tierra no expiará la sangre que se derramó en ella…” (BeMidbar 35:33).
Pese a que estos versículos se refieren literalmente a la prohibición de aceptar un soborno de aquella persona que mató accidentalmente para así evitar que reciba las consecuencias que la Torá establece para él, los sabios1 aprenden de aquí la prohibición de adular a alguien.2
No confundamos adular con halagar. Halagar a alguien es positivo: no tiene nada de malo elogiar las características positivas de aquellos que nos rodean y que merecen esos elogios. La prohibición de adular (janifut) se refiere a halagar interesadamente a una persona que no merece esos elogios. Más aún, la adulación está prohibida cuando uno elogia a una persona malvada o a alguien cuyos actos son contrarios a la Torá y uno desea quedar bien con él y por eso lo halaga.
La razón detrás de esta prohibición de adular a una persona malvada es clara: cuando uno la adula con la intención de buscar sus favores, uno termina aceptando sus malos actos e incorpora dentro de sí mismo esos valores que la persona malvada profesa.
En otras palabras, no sólo le da legitimidad a aquellos actos que la persona malvada lleva a cabo, sino que además la adulación provoca que sus actos le parezcan menos graves de lo que son y de esa manera se abre la posibilidad a que él también los lleve a cabo en el futuro. La adulación te lleva a imitar a aquella persona a quien adulas. Mientras más trato de quedar bien con alguien, más tiendo a imitar sus actos.
En la sociedad contemporánea prevalecen valores y costumbres que moralmente dejan mucho que desear. Si en nuestra interacción social es inevitable tener contacto con personas cuya forma de vida es moralmente cuestionable, debemos ser precavidos en no adularlos para así evitar dejarnos influenciar por ellos.
Apreciando nuestros desafíos
Masei (BeMidbar-números 33-36)
Esta parashá recapitula las travesías del pueblo judío en el desierto. No hay nada que no supiésemos con anterioridad, y por tanto Rashi, el gran comentarista de la Torá, cita una parábola traída por nuestra Tradición Oral para explicar por qué la Torá está escribiendo sobre los viajes del pueblo:
Un rey tomó a su hijo enfermo y lo llevo en una larga travesía hacia el único doctor que podía curarlo. Superó muchos obstáculos y desafíos a lo largo del camino, pero finalmente logró llegar donde el doctor, quien fue capaz de curar a su hijo.
Dado que el hijo había estado delirando durante el viaje hacia el doctor, el rey volvió por el mismo camino por el que había viajado en un inicio, y en cada punto se detuvo para contarle a su hijo qué había ocurrido allí: aquí descansamos, aquí pasamos frío, aquí te enfermaste, etc.
Así mismo, en la parashá de esta semana, D.os recuerda, por decir de alguna manera, junto al pueblo judío, los 40 años que pasaron en el desierto. Y tal como cada parte de la travesía del rey fue necesaria para poder llevar a su hijo donde el doctor y para poder proveerle así de una cura, asimismo todo lo que ocurrió en el desierto, para bien o para mal, moldeó al pueblo judío y los llevó a ser una nación que estuvo lista para entrar a la tierra de Israel y para cumplir con su destino de convertirse una luz para las naciones.
Creo que el punto es como sigue: la vida es una travesía. Todos enfrentamos numerosos desafíos. Y cuando estamos pasando por aquellos difíciles tiempos, puede ser difícil apreciar su importancia y su valor. Nos vemos atrapados en la frustración del momento y no logramos entender por qué la dificultad es necesaria. Pero viendo las cosas en retrospectiva, todo se ve diferente. Pese a que en el momento puede ser difícil ver por qué algo es necesario, mirar hacia atrás siempre nos da una gran perspectiva.
Nunca es fácil entender por qué debemos atravesar determinadas experiencias mientras las estamos viviendo. Pero casi siempre, cuando miramos hacia atrás después de que ha pasado suficiente tiempo, podemos obtener un entendimiento más profundo de su razón de ser y de su propósito.
Siempre es provechoso volver a pensar en las travesías vividas en el pasado y apreciar cómo todas las cosas vividas nos han guiado hacia donde necesitábamos ir realmente. D.os siempre tiene planes, y esos planes siempre son buenos. Cuando miramos las travesías de nuestro pasado, somos capaces de ver cómo se han desarrollado esos planes, y nos sentimos agradecidos con D.os por habernos traído hacia donde estamos hoy.
Hablando desde mi propia experiencia, les puedo decir que el período anterior y posterior al fallecimiento de mi primera esposa a causa de un cáncer fue increíblemente desafiante, difícil y doloroso. Pero mirando en retrospectiva, a pesar de que yo y mis hijos la extrañamos inmensamente, sí somos capaces de ver que esa experiencia dio forma a quienes somos hoy en día, y de muchas formas nos cambió para mejor.
Hablando desde mi propia experiencia, les puedo decir que el período anterior y posterior al fallecimiento de mi primera esposa a causa de un cáncer fue increíblemente desafiante, difícil y doloroso. Pero mirando en retrospectiva, a pesar de que yo y mis hijos la extrañamos inmensamente, sí somos capaces de ver que esa experiencia dio forma a quienes somos hoy en día, y de muchas formas nos cambió para mejor.
Haciendo el Bien y Siendo Bueno
(Matot BeMidbar- números 30:2-32:42):
Cuando se le ordena al pueblo judío atacar a los Midianitas, no se hace alusión a los Moabitas, quienes eran sus socios en el crimen. Cabe recordar que estas dos naciones intentaron en primer lugar hacer que el pueblo judío fuese maldecido. Una vez que eso fracasó, enviaron a mujeres jóvenes para seducir a los hombres judíos y llevarlos así hacia un comportamiento indecoroso y hacia la idolatría. Si ambas naciones estuvieron involucradas en esto juntas, entonces ¿por qué D.os le comandó a Moshé atacar sólo a los Midianitas?.
Rashi, el gran comentarista medieval, responde que hay una diferencia fundamental entre ambas naciones. Mientras que los Moabitas atacaron al pueblo judío por miedo a que estos fuesen una amenaza militar, la tierra de Midián no estaba en el trayecto de los viajes que realizó el pueblo judío. Los Midianitas se involucraron solamente por odio. Lo que Moab hizo, a pesar de haber sido errado, era entendible. Lo que Midián hizo era simplemente malvado.
En el judaísmo, la motivación lo es todo. Hay pocas cosas peores que matar a alguien por odio. Pero si matas a alguien porque él iba matar a otro, ¡se te atribuye el hecho de haber salvado una vida!
Si das caridad porque te importa profundamente la otra persona, entonces eres un buen hombre. Si das caridad porque quieres el honor correspondiente, entonces muchas veces el daño es mayor que el bien hecho. Si das caridad porque quieres controlar y manipular a la persona a la cual le das, entonces eres malvado. La acción es exactamente la misma, pero la motivación hace toda la diferencia.
Obviamente al hacer una buena acción nos acostumbramos a nosotros mismos a hacer el bien. Asimismo, 9 de cada 10 veces una buena motivación traerá una buena acción y una mala motivación traerá una mala acción. Pero este no es siempre el caso.
Este punto es sumamente importante respecto a la imagen que tenemos de nosotros mismos. “Muchas veces tratamos de ser buenos pero fallamos”. Eso no es cierto. Si intentaste ser bueno, entonces tuviste éxito – porque lo intentaste. Si no intentaste ser bueno, entonces fallaste – incluso si tuviste éxito. En el judaísmo es el camino al cielo, y no el camino al infierno, el que esta pavimentado con buenas intenciones – siempre y cuando esa intención sea pura y un esfuerzo responsable sea hecho.
Grandes expectativas
(matot BeMidbar-números 30:2-32:42)
Al comienzo de la parashá Matot D.os ordena la guerra en contra de los midianitas, después de la cual Moisés estaba destinado a morir.
Ahora, para Moisés, esto representa un gran dilema. Él sabe que la guerra contra Midián acelerará la entrada de los judíos a Israel, y la consecuencia será también su propia muerte. ¿Qué es lo que hace Moisés?
¡Lo has adivinado! Sin vacilar, Moisés rápidamente organiza al pueblo para la guerra. Este es el sacrificio llevado a la enésima potencia. Con el fin de satisfacer los deseos de D.os y avanzar en la causa nacional, Moisés, literalmente, aceleró su propia muerte.
Ahora miremos la otra parte: ¿Cuál fue la reacción del pueblo judío ante todo esto? Recordemos que son las mismas personas que se habían quejado ante Moisés e incluso habían amenazado apedrearlo. Pero ahora, la Torá nos cuenta, que el pueblo se rehusó a luchar contra los midianitas para no permitir la muerte de su amado líder. ¿Cuál fue el motivo de este cambio?
Los comentaristas explican que todos aquellos años de críticas contra Moisés se debían al gran respeto y altas expectativas que tenía el pueblo de él.
Así como los padres critican a sus hijos porque los aman y desean lo mejor para ellos, así también hizo el pueblo con Moisés. Por supuesto que la metodología puede ser errónea, pero el sentimiento es sincero.
Y es por eso que al ver que la muerte de Moisés se avecinaba, el pueblo judío estuvo dispuesto a rechazar la guerra y retrasar su propia entrada a la tierra de Israel a fin de extender la vida de Moisés. Al final vemos que todas sus quejas estaban basadas en amor. ¡Recuerda esto para la próxima vez… que alguien se queje sobre ti!
Viajes perfectos
(Masei BeMidbar-números 33-36)
La parashá Masei enumera los 42 lugares en los cuales el pueblo judío acampó durante los 40 años en el desierto. La ruta del viaje estaba determinada por las Nubes de Gloria de D.os que los acompañaban. Cuando las Nubes se elevaban, los judíos viajaban, cuando las Nubes se detenían, ellos acampaban. El pueblo nunca sabía cuán largo sería cada campamento; en algunos lugares se quedaban por varios años, en otros durante sólo 12 horas. D.os no emitió ningún itinerario de viaje.
Basados en estos campamentos, el Talmud deriva muchas leyes de la observancia del Shabat. Una de esas leyes es la prohibición de desmantelar una estructura a fin de construir una nueva en su lugar. Esto se aprende del hecho que los judíos desmantelaban y rearmaban el campamento en cada viaje
Pero los comentaristas se preguntan, ¿por qué esta ley de Shabat se aplica únicamente cuando alguien desea reconstruir en exactamente la misma ubicación? Durante el trayecto de los judíos, el desmantelamiento era a fin de reconstruirlo en el próximo campamento, ¡en un lugar diferente!
Para entender la respuesta, imaginemos un bebé en un viaje en tren, viajando en los brazos de su madre. Desde la perspectiva del niño, él nunca se ha movido. Está siempre donde debería estar, en los brazos de su madre
Así también ocurrió con los judíos. Dado que los judíos en el desierto viajaban y acampaban según el plan de D.os, ellos estaban siempre exactamente donde debían estar. El lugar geográfico había cambiado, pero finalmente su posición era la misma.
¿La lección para nosotros hoy? Las etapas que tenemos en la vida son temporarias. Nuestra dirección cambia constantemente, llevándonos hacia nuevos destinos. Algunas veces deseamos volver a nuestros lugares anteriores de confort. Pero en realidad, el lugar al que D.os nos dirige… es el lugar ideal para estar.
Privacidad por favor
(Matot BeMidbar-números 30:2-32:42)
En la parashá de esta semana, Dios le dice a Moisés que el pueblo judío debe luchar contra el pueblo de Midián. Entonces, Moisés le dio al pueblo instrucciones específicas sobre cómo librar esta batalla. Sin embargo, cuando regresaron de la batalla, Moisés se enteró de que no habían seguido sus instrucciones al pie de la letra y:
«Moisés… y todos los líderes de la asamblea salieron a encontrarse con ellos fuera del campamento. Moisés se enojó con los comandantes del ejército…» (BeMidbar-Números 31:13-14)
Una Lección de Vida
A pesar de que Moisés estaba claramente molesto con aquellos que estaban a cargo de la batalla, él hizo algo de vital importancia en el liderazgo – salió a encontrarse con ellos fuera del campamento. Moisés puso en práctica uno de los conceptos más importantes en el trato con la gente – siempre reprender a las personas en privado.
Lamentablemente, a las personas que ocupan posiciones de autoridad no les gusta hacer esto porque tienen una fuerte necesidad – basada en su ego – de exhibir su poder para que todos lo vean. Así, en un esfuerzo por demostrar que «ellos mandan», reprenden a las personas delante de los demás. Esto es lo mismo que hace un matón en el patio de la escuela, y claramente los transforma en cobardes más que en líderes.
Irónicamente, las personas actúan de esta manera porque creen, erróneamente, que en realidad van a ganar respeto a través de demostrar de vez en cuando (o regularmente) «quién está a cargo». Pero los grandes líderes han reconocido que en general las personas no cometen errores intencionalmente, y que el hecho de agregar sal a las heridas públicamente es simplemente estúpido.
Los padres son los «líderes» más importantes del mundo. D.os les confía la responsabilidad de criar a Sus hijos, y Él ciertamente no quiere que Sus hijos sean públicamente ridiculizados. Ciertamente, hay veces que los padres sienten un poco de frustración cuando los hijos hacen algo mal y tienen un deseo fuerte de gritarles para que todos oigan. Pero esta no es la forma adecuada de disciplinar o educar a un hijo. A pesar de que Moisés se enojó con los comandantes, él no los reprochó públicamente. Optó por salir del campamento para no avergonzarlos delante de sus tropas.
Hay muchas veces durante el día en las que estás en condiciones de ser un «jefe». Ya sea como cliente en una tienda, cliente en un restaurante, o cuando contratas a un jardinero – durante un breve período de tiempo puedes actuar de la manera que elijas. Y si bien puedes sentir la necesidad de hacerles saber a estas personas «quién manda», eso sólo te hará ver como un tonto. Y si ellos hicieron algo que te molestó, entonces, hazles saber en privado, sin que nadie más pueda oír. Esto no sólo hará que ellos escuchen atentamente lo que estás diciendo, sino que además te ayudará a desarrollar tu auto-estima al no vivir en un «mundo de fantasía» en el que puedes llegar más alto derribando públicamente a la gente.
Prioridades
(Matot BeMidbar-números 30:2-32-42)
En la parashá de esta semana, el Pueblo Judío se encuentra realizando los preparativos finales para entrar a la Tierra de Israel. Dos de las tribus, Reubén y Gad, han sido bendecidas con tal abundancia de ganado vacuno y de rebaños de ovejas que suponen que no tendrán suficiente espacio para pastorear en Israel. Así que proponen lo siguiente: En lugar de tomar nuestra porción regular de territorio dentro de la Tierra de Israel propiamente dicha, vamos a permanecer aquí (fuera de Israel) en la parte oriental del Río Jordán.
¿Cuál fue la reacción de Moisés frente a esta solicitud? ¡Él los reprochó duramente! Pero, ¿por qué? Moisés no estaba enojado porque ellos estaban eligiendo quedarse fuera de Israel, en realidad de esta manera ellos estaban ayudando a reunir chispas de santidad de todo el mundo. Por el contrario, Moisés estaba enojado ya que a la hora de hacer su solicitud, Reubén y Gad hicieron caso omiso de las necesidades de sus hijos de manera descarada, y sólo mencionaron las necesidades de su ganado. (BeMidbar-Números 32:4)
Los dirigentes de Reubén y Gad entendieron la señal. Pero sólo hasta cierto punto. En BeMidbar-Números 32:16, ellos se acercaron de nuevo a Moisés, y reiteraron su petición. Esta vez mencionaron a sus hijos, pero sólo después de mencionar a su ganado. Moisés nuevamente se molestó por la falta de prioridades que demostraron poniendo los negocios por delante de la familia.
Finalmente, después de un tiempo, ellos entendieron la idea. En -BeMidbarNúmeros 32:26, colocan todo en el orden correcto: la familia en primer lugar y los negocios en segundo lugar.
Exceso de Trabajo
Todos hemos conocido personas que trabajan horas extras para «darle a sus hijos algo extra», y al mismo tiempo arruinan la relación por no pasar suficiente tiempo con ellos.
Imagina el caso del Sr. Schwartz, banquero e inversionista de una importante empresa financiera de Wall Street. Él pasa la mayor parte de sus días tratando de alcanzar la meta de su vida, ganar 10 millones de dólares. Él y su esposa tienen tres hijos.
Un día, un rico filántropo llamado Sr. Cohen, quien desafortunadamente no tiene hijos, decide hacer una oferta muy generosa al Sr. Schwartz. Cohen le dice: «Usted está gastando su vida entera para ganar $10 millones de dólares, ¿no es así? Pero sus hijos están creciendo sin un padre. Usted sale a trabajar antes de que ellos se levanten, vuelve a casa mucho después de que ellos se han ido a dormir, y los fines de semana, usted acude al club deportivo para entretener a sus clientes. Así que le ofreceré el atajo más grande de su carrera financiera. Estoy dispuesto a ofrecerle $10 millones de dólares a cambio de los derechos de adopción de uno de sus hijos. A él no le faltará nada, la única condición es que usted nunca más podrá verlo ni sabrá nada sobre él».
¿Qué responderá el Sr. Schwartz? ¡Diez millones de dólares! Sin duda suena atractivo. Pero incluso él se da cuenta de que hay cosas en la vida que no tienen precio. El Sr. Schwartz mira al Sr. Cohen directo a los ojos y responde: «¡No hay trato!».
Diez millones de dólares. «El dinero no puede comprar amor». (Alguien debería escribir una canción sobre eso).
Vacaciones Familiares
Ahora imagina la escena. Schwartz acaba de rechazar los $10 millones de dólares. Él corre rápidamente a su casa, entra y ve a sus hijos jugando en el piso del salón. ¿Qué crees que hace cuando los ve?
Con lágrimas en sus ojos él se abalanza sobre ellos, le da a cada uno un abrazo y un beso, y dice: «¡Ustedes valen más que todo el dinero en el universo!».
Luego, se detiene un momento, y finalmente se da cuenta: «¿Donde he estado todo este tiempo?, ¡no los he visto crecer! Tengo algo en casa que vale más que todo el dinero del mundo y estoy trabajando tan duro que apenas puedo pasar con ellos una hora a la semana».
Entonces, ¿qué hace Schwartz? Llama a la oficina y anuncia que va a tomar dos semanas de vacaciones. Envía a las empleadas domésticas y a las niñeras de vacaciones también y se prepara para pasar dos felices semanas con sus hijos.
Después de luchar durante una hora para abrir el cochecito del bebé, Schwartz finalmente llega al parque. Él y los niños pasan un agradable momento. Pero luego viene la cena, el baño y la lectura antes de dormir. Después de soportar la guerra de comida, las inundaciones en la bañera y un sinfín de cuentos, Schwartz se desploma en el sofá, mira a su esposa y le dice, «Tal vez fui un poco apresurado con respecto a las vacaciones. Tú sabes que tengo un montón de responsabilidades en el trabajo…».
Schwartz está cometiendo un grave error. Más que los «presentes», los niños necesitan nuestra «presencia»
Tu dinero o Tu Vida
La Torá nos dice que debemos recitar la oración del «Shemá» dos veces al día. En ella está escrito: «Y tú amarás al Señor tu D.os, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todos tus recursos».
Generalmente la Torá presenta una serie como una progresión de lo más fácil a lo más difícil: Ama a D.os emocionalmente («corazón»), incluso entregando tu vida si fuese necesario («alma»), e incluso ¡entregando también tu dinero!
Sin embargo si esto se trata de una progresión, entonces, ¿por qué fue ordenada de esta manera? ¡¿Acaso realmente existen personas que consideran el dinero más importante que la vida misma?!
Y la respuesta es sí. El Talmud habla acerca de alguien que camina a través de un campo con espinas, y arremanga sus pantalones para evitar que se dañen. Por supuesto, las piernas de la persona reciben todos los cortes y rasguños, ¡pero por lo menos salva sus pantalones!
Una vez tuve que pasar la noche en Nevada, EE.UU., en donde las apuestas son legales y cada hotel tiene un casino. Fui hasta la habitación del hotel y quise abrir la ventana para disfrutar del aire fresco. Pero la ventana no se abría. Pensé que estaba atascada, así que empujé cada vez más fuerte. Por último pregunté: «¿Cuál es el problema con esta ventana?».
Me dijeron que las ventanas en este hotel estaban especialmente diseñadas para que no se abrieran. De esta manera, las personas que perdían dinero apostando no caerían en la tentación de saltar por la ventana para suicidarse.
Prioridades…
La Lección es Clara
En nuestra parashá, después de viajar por el desierto durante 40 años y después de enfrentar innumerables pruebas y tribulaciones, el Pueblo Judío está del otro lado del Río Jordán, listo para entrar en la Tierra Prometida. Sin duda uno de los momentos decisivos de la historia judía.
Pero Reubén y Gad dijeron que preferían tener buenas tierras para pastorear que entrar en Israel.
Habían llegado muy lejos, pero sólo era la mitad del camino. Cuando realmente importó ellos se distrajeron con las cosas materiales.
El Talmud dice que más tarde, cuando Reubén y Gad vieron la buena vida en la Tierra de Israel, lamentaron su decisión. Pero la historia tiene un final aún más triste: cuando el rey Asirio Sanjereb exilió al Pueblo Judío durante la época del Primer Templo, las primeras tribus que fueron conquistadas y expulsadas fueron…, lo has adivinado, Reubén y Gad.
A todos nos sucede de vez en cuando. Objetivamente, nosotros podemos saber nuestras prioridades. Pero a veces nos distraemos
Que tengamos la fuerza y la claridad para conectar nuestro corazón con nuestra mente, y que de esta manera seamos capaces de actuar en función de lo que intelectualmente sabemos que es correcto.
Fuente: Aishlatino.com